Un padre escritor y humorista (entre tantas cosas más), que ya no está; una pandemia, la paternidad, y una idea que había empezado a gestarse y que por fin se reaviva: hacer algún proyecto multidisciplinario con material del gran Roberto Fontanarrosa. “Hace muchos años que toco en la Christy Doran’s Sound Fountain, con dos suizos con los que tenemos un trío”, comparte Franco Fontanarrosa, hijo del querido “Negro”. Y sigue: “Fue el líder del grupo, Christy Doran, el que me dijo: ¿Por qué no hacemos algo con algún cuento de tu papá? Él siempre fue como un mentor para mí, y una vez más, es como que me abrió una ventana en la cabeza, en el sentido de que me di cuenta de que quizás nunca me había planteado seriamente realizar algo que incluyera material de mi viejo.”

La pandemia puso un paréntesis en la actividad de la banda y entonces Franco quiso darle forma al proyecto “con toda gente argentina, y esto es el resultado de eso”. Por “esto” debe leerse Los trenes matan a los autos, un concierto performático en base a tres cuentos de su padre, en una puesta que integra música, literatura y performance. Vale apuntar que Franco, rosarino de nacimiento y residente porteño desde hace muchos años, como músico dedicado al jazz ya cuenta en su experiencia haber sido parte de proyectos como La mujer barbuda, además de haber tocado con Santiago Vázquez, Franco Luciani, Fernando Kabusacki, Mex Urtizberea (con el que también actuó n teatro y televisión y registró algunos de los varios discos que tiene en su haber), entre muchos artistas más. También integró el dúo performático Niños envueltos, con el cual realizó un largo. En esta nueva obra, Franco está acompañado por el actor Mariano Bertolini (“que también sabe tocar la trompeta”), el guitarrista Wenchi Lazo y el violista Mariano Malamud; todos bajo la dirección escénica de Melina Seldes y la producción de Pablo Ariel Bursztyn/FibraNr5.

“Hay música, los que tocamos decimos partes de los textos y tenemos interacciones más performáticas arriba del escenario, como desplazamientos, movimientos de cosas, y una puesta de luces especialmente diseñada; son como esferas distintas del arte, y todas están conjugadas”. Son relatos sobre derrotas, suicidas y choques virulentos, sobre situaciones y estados más introspectivos a los que han hecho popular al creador de Boogie, el aceitoso, y escritor de El mundo ha vivido equivocado, entre otros.

-¿Por qué elegiste esos cuentos?

-Fue uno de mis libros favoritos de mi viejo. Es el primer libro de mi papá; el primero libro que escribe, a los 27 años. Yo tengo 39, o sea, es interesante que el autor de los textos sea más joven que yo. Y justamente, como son relatos muy tempranos de él, tienen como un estilo distinto al que después desarrolló y con el que se hizo más conocido. Son textos como más dark, a mí me gusta llamarlos más punk, más enroscados, con un tipo de temática y una forma de escribir distinta. Y siempre sentí que esos textos tenían más relación con el tipo de música que yo hago, como que eran más compatibles. Y hay una tercera razón, que es más del orden práctico, y es que son cuentos muy cortitos: dos o tres páginas a lo sumo, lo cual los hace casi como una especie de poema. Y entonces está bueno porque para trabajar la obra, nos venía muy bien.

-Y además Roberto Fontanarrosa tenía una practicidad en su escritura…

-De hecho mi viejo admiraba mucho el estilo de los periodistas. Hizo trabajos periodísticos, y le gustaban mucho escritores que inicialmente habían sido periodistas, tipos como Norman Mailer, Truman Capote, Hemingway, justamente con un estilo de escritura muy concreto, muy simple, muy cortito y al pie. Aunque estos textos suyos tal vez tienen una forma de escritura un poco más kafkiana, si se quiere.


 “Arriba de esto escucho mi música”, intenta sintetizar Franco acerca de lo que fue reencontrarse con estos cuentos en este momento de su vida. “Fui padre hace dos años y tal vez eso me hizo parar desde otro lado respecto de la obra de mi viejo, y respecto a mi viejo como ser humano. Sentir más seguridad en mí mismo, como para poder domar esa obra y hacer una interpretación. Haber dejado de ser hijo quizás me dio un aplomo como para decir: bueno, voy a agarrar los textos de mi viejo y voy a generar algo nuevo y voy a salir a mostrar mi visión de lo que hacía mi papá.”



Los trenes matan a los autos
Concierto performático basado en cuentos de Roberto Fontanarrosa. Con Franco Fontanarrosa, Mariano Bertolini, Wenchi Lazo y Mariano Malamud. Dirección: Melina Seldes. Miércoles 14 de septiembre a la 19, en el Auditorio Astor Piazzolla del Centro Cultural Borges, Viamonte 525. Entrada gratuita con reserva previa.