Entre oraciones, plegarias y constantes referencias a la Biblia, la nueva producción original de Netflix desarrolla una interesante y disruptiva historia de suspenso. Con Misa de medianoche, Mike Flanagan, el reconocido director de cine y series de terror considerado un innovador del género, continúa de algún modo la estética y la atmósfera que propone en trabajos previos (La maldición de Hill House, La maldición de Bly Manor). A partir de un elenco coral de personajes bien definidos, la serie configura un relato que juega con los géneros y podría catalogarse como un thriller dramático, al tiempo que recurre a logradas referencias del terror.

Un sacerdote (Hamish Linklater) llega a la isla Crockett y moviliza la tranquilidad cotidiana del lugar y sus habitantes. Al mismo tiempo regresa al pueblo un problemático joven (Zach Gilford), que se reencuentra con su familia. Una maestra, una médica con su madre, un sheriff y demás familias viven en ese pueblo chico en el que todos se conocen y de algún modo se relacionan. Desde una fuerte impronta religiosa, la serie juega con elementos del folk horror cuando propone desde un territorio cerrado un debate sobre lo sagrado, los milagros, Dios y las creencias.

Desde la llegada del sacerdote, en la isla comienzan a suscitarse eventos inesperados, que por momentos algunos no dudan en catalogar como milagros. La referencia religiosa se hace presente ante una enferma anciana que no solo recupera su salud sino que también comienza a rejuvenecer, una joven en silla de ruedas que lentamente vuelve a caminar, una mujer embarazada que deja de estarlo sin perder el embarazo o sufrir un aborto. Todos estos hechos se desarrollan cruzados por el debate entre la fe y la razón, y ofrecen elementos para interpretarlos desde lo humano y lo sobrenatural.

Las incógnitas de la serie que motorizan la dimensión del suspenso parten de quién es en verdad el sacerdote, cómo enfrentan los habitantes los milagros ocurridos en el pueblo, cómo reaccionan ante el terror. Allí algunos personajes tomarán roles protagónicos e intentarán comprender lo que sucede, incluso buscando evidencia científica. El director, quien también dirigió producciones basadas en libros de Stephen King (El juego de Gerald, Doctor Sueño), deja ver la pregnancia de esta influencia y se suma a la saga de los maestros del terror de su tiempo.

La dimensión del terror puede evidenciarse en dos planos. En primer lugar en el relato, cuando la oscuridad de los personajes y sus acciones colocan a las audiencias ante la inminencia de hechos espeluznantes. Aunque esto no suceda todo el tiempo, la sensación constante de angustia y temor se percibe también en el plano narrativo: música religiosa incidental, efectos sonoros que connotan el asombro, los juegos de luces que completan una propuesta estética identitaria del autor. Como sea, el terror se trabaja desde la sutileza y la sorpresa, más que en dimensiones explícitas como la aparición de fantasmas o monstruos.

La referencia a “tierra firme” como ese lugar fuera de la isla donde pensar un afuera adonde ir y de donde se puede volver, no hace más que circunscribir un territorio cerrado donde las relaciones entre las personas de pueblo chico se amalgaman sin opción. El amor, el perdón, la confianza y la traición, entonces, se postulan como los temas centrales que exploran la condición humana. Quienes conozcan de religión y en especial de cristianismo podrán seguir de cerca el relato y advertir otros sentidos connotados en personajes y diálogos.

Con siete episodios, de los que algunos duran más de una hora, la historia se posiciona como una de las más interesantes del año. Por momentos, ante la educación de la mirada para maratonear contenidos con una velocidad narrativa anclada en la acción, podría resultar aburrida. Pero una característica que podemos señalar de la serie no es ser entretenida, sino que plantea complejidad en los personajes y en algunos temas universales, los cuales podemos dejar pasar o frenar para entregarnos a la reflexión. «


Misa de medianoche

Guión y dirección: Mike Flanagan. Protagonistas: Zach Gilford, Hamish Linklater, Kate Siegel, Rahul Kohli, Kristin Lehman. Disponible en Netflix.