Una buena serie debe tener elementos atrapantes, pero no debe notarse eso hilos que trasladen al espectador al estadío de entretenimiento, en el que se solo se desea saber cómo continuara esa historia. En este caso, se dan estas características, y  a pesar de ser una superproducción de nivel internacional, su intempestivo éxito fue sorpresa en los primero días del año. Sofisticada, inteligente e intrigante son algunos de los calificativos que mejor describen a esta miniserie francesa que alcanzó el éxito cosechando 70 millones de espectadores en los primeros doce días de estar disponible en  una de las plataformas más importantes de streaming.  Estamos hablando de Lupin, que se puede ver Netflix,  a la que muy bien le sienta el mote remanido de la serie del momento. Lo es, porque tiene  ingredientes que son un imán: la sorpresa está siempre lista para irrumpir, lo inesperado se cuela en cada escena a través constantes vueltas en la trama (a veces algo inverosímiles, pero que ya son parte del género en donde se enmarca la historia) y esa idea de justicia que ronda cada capítulo.

De esa manera, con un juego temporal interesante (se usa mucho el recurso del flashback para explicar el accionar de los protagonistas) y bien dosificado, un ambientación perfecta, buenas interpretaciones y un sólido guion, esta producción ingresó en el Top 10 de México, Argentina, Francia, España y Estados Unidos, algo no tan fácil de logar con tanta oferta y en tiempos donde lo fantástico y los asesinatos parece dominar el gusto popular.

La historia se centra en Assane Diop, un ladrón muy inteligente y hábil, capaz de robar las joyas de María Antonieta o un huevo de Fabergé sin que lo atrapen,  o de averiguar lo que necesita al mejor estilo James Bond, para buscar un paralelismo en su forma de moverse por las calles de Paris.  Cada cosa que enfrenta el personaje lo hace siempre con gracia y creatividad, y con una motivación que va más allá de lo material: es que en el fondo quiere vengar la muerte de su padre, condenado por un crimen que no cometió.  Ahí se  habla de racismo, clasismo, venganza  y culpa, todos elementos que suman a una trama de por si entretenida.

Son cinco episodios protagonizados por Omar Sy, un actor francés de ascendencia senegalesa y mauritana de 43 años, famoso por formar el dúo humorístico Omar et Fred con Fred Testot, donde demostró todo su carisma y por actuar junto a François Cluzet en la multipremiada película Intocable.  Su sensibilidad y capacidad de transmisión son la piedra fundamental del éxito de Lupin. Porque  el personaje de Sy no solo trata de entender el suicidio forzado de su padre sino también  de prestar atención a su hijo, que justamente es la clave para la segunda temporada. Esos aspectos de los vínculos humanos dentro de la vida de un ladrón profesional, siempre son algo que suma a la potencia de la historia que no se queda solo con la acción sino que explora aristas que generan una inevitable empatía.

Esta serie francesa creada por George Kay y FrancoisUzan es una especie de Robin Hood moderno: Lupin no está en el lugar correcto de ley, sin embargo no es “malo”, al contrario, sus hazañas representan una suerte de venganza contra el orden mal establecido y lo injusto. Fue una sabia decisión no hacer una serie de época sino  que el protagonista sea admirador del personaje literario que le da nombre a esta entrega. Pero la serie estábasada en la saga del escritor Maurice Leblanc , y su personaje ArsèneLupin, el “caballero ladrón” que conquistó a Francia en la primera mitad del siglo XX con sus increíbles historias de robos geniales, y que encerraban en cada una de sus acciones algode picardía, inteligencia y sensibilidad social.

Las aventuras de aquel caballero ladrón están en 18 novelas, 39 cuentos y 5 obras de teatro, y se inscribían dentro de una tradición de su época: es descendiente, de alguna manera, de Rocambole, de Pierre Alexis Ponson du Terrail y otros autores como Gustave Flaubert y Guy de Maupassant. Se cree que las inspiraciones de Leblanc fueron  por un lado, los libros y las obras de teatro de Octave Mirbeau donde aparece la figura del ladrón de guante blanco, y por otro lado, la historia del anarquista francés Marius Jacob, nacido en el seno de una familia obrera y se convirtió en pirata, robando sólo a “parásitos sociales” —empresarios, jueces, soldados y el clero—, sin asesinar a nadie y donando un porcentaje del botín a la causa anarquista. Entre 1900 y 1903 efectuó más de 150 robos, y en 1904 salió la primera historia de Lupin, por lo que es posible que la inspiración venga por ese lado.

Además Leblanc fue contemporáneo de Arthur Conan Doyle, el creador del detective británico Sherlock Holmes, por lo que también emulo ese éxito, por las carecterísticas de la época, pero agregando a su Cyrano de los bajos fondos, como lo definiría Jean Paul Sartre, un aura erudito, con conocimientos científicos variados y  volviéndolo un experto en artes marciales. Y como lemento importante todo en el escenario donde transcurren esas historias es el pintoresco, bohemio y revolucionado tiempo de la historia en Francia entre el final de la Guerra franco-prusiana en 1871 y la Primera Guerra Mundial en 1914, conocido como  la Belle Époque, siendo uno de los éxitos literarios más grande del país galo. Tras su muerte, en 1941, Leblanc fue enterrado en el Cementerio de Montparnasse donde descansan los restos de Pierre-Joseph Proudhon, TristanTzara, Charles Baudelaire, Samuel Beckett, Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Julio Cortázar y César Vallejo, entre otros. Por lo cual ese juego  de constante referencia a su trabajo es una herramienta que le da prestigio  a cada uno de los capítulos de esta serie.

Al final del quinto (y último) episodio de Lupin los espectadores se encontrarán con un rótulo tranquilizador: “Es oficial, la Parte 2 llegará pronto”. Una segunda parte con otros cinco capítulos que llegarían a finales de este año 2021, ya fueron rodados. Habrá que ver que le tocará vivir y si estos diez episodios no son solo el principio de una saga mucho más larga, dado el éxito logrado.


Lupin. Disponible en Netflix.