Esta es una obra donde el hecho teatral no se desarrolla en un escenario, sino en un espacio compartido con el público y los protagonistas. El público es parte de la obra y sus reacciones determinan el destino de la historia. Después del amanecer, proyecto ideado por el dramaturgo y director Franco Verdoia, tendrá ocho únicas funciones en el Cultural Recoleta, tiene su raíz en la trilogía de Richard Linklater (Antes del atardecer, Antes del amanecer, Antes de la medianoche) trasladando su estímulo desde lo cinematográfico a un espacio público, en el que una pareja se reencuentra tras muchos años de no verse.

Mónica Antonópulos y Gerardo Chendo son los protagonistas de esta propuesta que se anima a indagar en nuevos lenguajes para hablar de los vínculos amorosos. Los dos intérpretes se conocen hace tiempo, aunque nunca habían trabajado juntos y solo habían coincidido en un entrenamiento de clown a la orden de Marcelo Katz. Aquella experiencia los ayudó a decidirse para animarse a hacer juntos este proyecto distinto.

“Es una obra distinta sobre una pareja que se reencuentra, pero con una puesta multimediática que es muy interesante. No solo habla de las relaciones de pareja, que es un tema inagotable, sino de lo íntimo y lo público, entre otras cosas que surgen al estar en un espacio distinto para actuar”, explica Chendo. Antonópulos, por su parte, al contrario de su compañero, conocía al director para trabajar. Habían tenido un suceso en el teatro independiente (que se cortó por la pandemia) a finales del 2019, con la obra Late el corazón de un perro: “Conocía como trabajaba y para mi es fundamental para sentirme cómoda. Estaba al tanto de esta propuesta desde cuando la estaba gestando, porque me habló de ella y me pareció muy innovadora. Tiene como disparador un encuentro amoroso inconcluso, pero el espacio y la dinámica donde se desarrolla le da una potencia mayor que si se hubiese hecho en un escenario y en una puesta clásica”. Ambos coinciden que Después del amanecer es un desafío dinámico, donde deben recorrer el espacio para crear una verosimilitud que le de fuerza a lo que se tengan que decir sus personajes.

El actor cree que «el contacto directo va a ser distinto, más inmediato, más movilizante para nosotros como intérpretes como para la gente. Esa curiosidad por saber que pasa, ese morbo de conocer detalles de la persona de al lado, acá está expuesto”. La actriz destaca esa exploración: “Hoy en día los límites están tan borrosos y todo tan expuesto, será interesante ver la reacción de la gente ante una discusión o un comentario. No hay nada rígido en esto, es muy interactivo para nosotros, es un desafío como jugar con lo que va a pasar ahí eso me encanta”.

Antonópulos destaca que las películas que tienen Ethan Hawke y Jesse Wallace como protagonistas son disparadores para esta obra, pero no resultan determinantes. “De hecho, yo no las vi todas. Me parece que no hace falta como material de trabajo, que te condiciona y esta obra tiene su propia impronta, simplemente inspiró para hablar del tema nada más. Mi sensación es que las propuestas diferentes la gente las agradece. El teatro alternativo es una muy buena opción. Es un placer hacer una obra que elude los formatos comerciales. Tengo la sensación que luego de estos años de pandemia hay cosas que todavía se están acomodando y me parece que mucha gente está ávida de cosas distintas. No es todo frivolidad y desinformación, desesperanza o desinterés, creo que debemos encontrar espacios donde emocionarse, llorar, ver arte, reír y proponer cosas como esta pieza. Creo que son bienvenido este tipo de encuentros.”

Ambos coinciden que parece haber una ebullición por encontrar nuevas formas, o formatos de contar historias. “Esta una investigación en vivo. Es ver la vida emocional de dos personajes y la dinámica de ver qué pasa en el espacio, la acústica, la luz natural, la música en vivo, que nos pasa uno y en los otros. Es un gran ensamble que da vértigo y que todo el tiempo propone cosas nuevas. Como artistas está bueno porque nos pone a prueba y nos saca de la zona de confort”, concluye Chendo.


Después del atardecer

Con Mónica Antonópulos, Gerardo Chendo y  la dirección de Franco Verdoia. Entrada libre y gratuita. A las 19 y 20 el martes 31 de mayo, miércoles 1 de junio, jueves 2 de junio y viernes 3  de Junio, en Centro cultural Recoleta, Junín 1930.