César Isella murió hoy, a los 82 años, como consecuencia de graves problemas cardíacos. Nació en Salta el 20 de octubre de 1938 y construyó una carrera prolífica y profunda que lo transformó en una figura ineludible de nuestro folklore. Tanto en su etapa solista, que lo erigió como un referente del Movimiento del Nuevo Cancionero, como en su etapa en el grupo Los Fronterizos. Es autor de la música de «Canción con todos», que ya es un himno, y –entre muchas otras facetas– descubrió y fue el padrino de Soledad Pastorutti.

Su primer éxito fue junto a Los Fronterizos. Entró a la agrupación en 1956 en reemplazó de Carlos Barbarán. Su ingreso al grupo que completaban Gerardo López, Eduardo Madeo y Juan Carlos Moreno resultó decisivo para definir el estilo que haría de Los Fronterizos uno de los conjuntos más destacados de la historia del folklore argentino. López e Isella hacían las dos voces barítonas, primera y segunda respectivamente, en tanto que Madeo y Moreno eran la aguda y el bajo. Esta formación fue la que llevó al grupo al estrellato y la que alcanzó la máxima popularidad.

Los Fronterizos grabaron cinco temas de Isella mientras éste integraba el grupo: «La fiera»​ (en el disco Hechizo), «Se lo llevó el carnaval»​ (Voces mágicas), «Guitarreando» (Voces mágicas), «Corazón guitarrero» y «Un abrazo a Corrientes» (Color en folklore). Luego, ya sin Isella, grabaron otros cuatro: «Los seguidores» (Sangre fronteriza), «Canción de lejos»​ (Desde el corazón…), «Viento no más» (Cantando), «Paloma y laurel»​ (¡Hoy!).​ Con Los Fronterizos, en 1964, participó en la histórica grabación original de Misa criolla, de Ariel Ramírez (1921-2010), considerada una de las obras más emblemáticas de la música argentina.

En 1966, inició una carrera solista, con el nombre de César Isella. La decisión sorprendió al público, porque luego de La Misa Criolla Los Fronterizos se encontraban en el pináculo del éxito. Ese año compuso la música de «Canción con todos», a la que el poeta Armando Tejada Gómez le puso letra, tema que ha sido designado por la Unesco como Himno de América Latina y traducido a treinta idiomas. En 1970 presentó junto a Tejada Gómez y Los Trovadores, el espectáculo América joven. En 1974 obtuvo el Premio Martín Fierro por su programa radial Argentina canta así, que condujo por Radio Continental de Buenos Aires.



En 1984 realiza junto a Víctor Heredia y el Cuarteto Zupay el espectáculo Canto a la poesía, integrado por poemas musicalizados de Pablo Neruda, María Elena Walsh y José Pedroni, presentado con un éxito resonante en el Luna Park, recital que luego fuera difundido en un álbum que vendió 300 mil ejemplares. Ese mismo año realizó también una convocatoria para jóvenes autores inéditos, recibiendo más de mil  canciones, de las cuales seleccionó diez, con las que compuso su disco Frágil amanecer. Un año después se presentó en el Teatro Alvear de Buenos Aires Isella con Todos, con la participación de Armando Tejada Gómez, el Cuchi Leguizamón, Los Trovadores, Teresa Parodi, Los Carabajal, el Ballet Folklórico Nacional dirigido por El Chúcaro y Norma Viola, y Los Huancara, entre otros. Ese mismo año, aún en el gobierno la dictadura de Augusto Pinochet, volvió a presentarse en Chile, luego de trece años de prohibición.

En 1993 realizó el álbum Canción con todos a beneficio de la Unesco, en el que el famoso tema musical fue interpretado junto a Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Tania Libertad, Guadalupe Pineda, Jairo, Manuel Mijares, Osvaldo Pugliese, Inti Illimani, Miguel Mateos, Astor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Lito Vitale. El álbum recibió el Premio ACE. En 1995, en oportunidad de la Reunión de la Cumbre Iberoamericana en Punta Arenas, Chile, canta «Canción con todos», y la hace cantar en grupo a los líderes iberoamericanos, entre ellos Fidel Castro, el rey Juan Carlos I de España, Felipe González y Eduardo Frei, entre otros. Ese mismo año participa del Festival Todas la Voces, organizado en Quito por el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, junto a destacados cantores latinoamericanos.


César Isella contó más de una vez sobre aquellos tiempos: “En 1963, con Los Fronterizos, habíamos ido a Mendoza y habíamos conocido en un mismo día a Atahualpa Yupanqui y a Armando Tejada Gómez, Oscar Matus, el pintor Carlos Alonso, Tito Francia, y a una flaquita tucumana, la mujer de Matus, llamada Mercedes Sosa. Me sorprendió mucho el repertorio que ellos cantaban, era diferente a lo que conocía, tanto melódica como poéticamente. Le agregaban contenido a una música que hasta entonces era sólo descriptiva. Ese sonido nuevo me maravilló, y me agarré un metejón con ellos”. Fue entonces cuando Isella adhirió a los postulados del Movimiento del Nuevo Cancionero, que habían lanzado Armando Tejada Gómez, Mercedes Sosa, Oscar Matus y otros artistas en 1963. En esa nueva línea artística, en 1968, lanzó su primer álbum solista llamado Estoy de vuelta, que incluye temas como la bellísima «Zamba para no morir» de Hamlet Lima Quintana, y también un tango, la conocida «Milonga triste», de Homero Manzi y Sebastián Piana.

Durante la dictadura cívico-militar Isella fue incluido en las listas negras al igual que «Canción con todos». Por eso debió exiliarse en Francia. Entre las obras realizadas en esos años por Isella  se destaca el álbum Juanito Laguna (1976), sobre el personaje niño del pintor Antonio Berni, con música y poesías de Astor Piazzolla, Horacio Ferrer, Atahualpa Yupanqui, Gustavo Cuchi Leguizamón, Manuel J. Castilla, Armando Tejada Gómez, Eduardo Falú, Jaime Dávalos y él mismo. El disco fue secuestrado por el régimen militar, que prohibió su difusión.

Volvió a la Argentina el 29 de octubre de 1983, cuando ya había sido elegido Raúl Alfonsín como presidente y brindó un recordado recital en el Estadio Obras Sanitarias. En aquel momento de retornos del exilio, Isella participó en recitales históricos, como el que realizara en el Luna Park junto a Horacio Guaraní, el Festival de Cosquín del verano de 1984, y los recitales masivos Obras Sanitarias de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, cantantes censurados por el régimen militar.



Su camino tampoco se detuvo en su madurez. Entre 1995 y 1997, durante tres ediciones sucesivas, dirigió la Peña Oficial del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, desarrollando una política de participación de artistas jóvenes. Algunos de los cantantes que surgieron en esas presentaciones son Rubén Patagonia, Adrián Maggi, Soledad, Luciano Pereyra, Los Tekis, y demás. En 1999 Estados Unidos adquirió los derechos de «Canción con todos» para ser estudiada en las escuelas secundarias como material de estudio de la música y la cultura latinoamericana. En 2007, coincidiendo con los 50 años de su carrera profesional, Isella lanzó el álbum 50 años de simples cosas y un libro autobiográfico.

Fue director general del Teatro General San Martín, y vicepresidente de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores). Ha musicalizado a poetas como Nicolás Guillén, José Pedroni y Pablo Neruda. Además de «Canción con todos», Isella compuso muchas otras canciones destacadas, entre ellas: «Fuego de Animaná», «Canción de las simples cosas» (con letra de Armando Tejada Gómez), «Canción de lejos», «Canción para despertar a un negrito» (poesía de Nicolás Guillén), «Canción de la ternura» y «La patria dividida» (poesía de Pablo Neruda), entre muchas otras.

Fue nombrado Embajador de la Música Popular Latinoamericana (con rango y jerarquía de Subsecretario), por la Secretaria de Cultura de la Presidencia de Argentina, el 25 de septiembre de 2012. Hoy se despide de todos, con todos, como la canción que lo consagró. Pero su música seguirá su camino de generación en generación.


La despedida de su hijo

Su hijo, músico y productor, Fer Isella lo despidió en sus redes sociales. “Quedarán, eternamente, tus canciones. Te amo mucho. (El asado que deben estar armando y el vino que estarán brindando con Mercedes Sosa, El Cuchi Leguizamón, Armando Tejada Gómez, Los Fronte, Antonio Berni, Horacio Güaraní, tu mamá y tu abuela)”.