¿Estás satisfecho con tu vida? ¿Quién está satisfecho con su vida? Estas son algunas de las preguntas que forman parte de los diálogos existenciales en Nine Perfect Strangers, uno de los recientes estrenos de Amazon Prime Video. Se trata de una comedia dramática protagonizada por la infalible Nicole Kidman, encabezando un elenco coral que se destaca por sus sutiles y diversas actuaciones.

Desde el comienzo, la serie despliega una cantidad de personajes inconexos que se encuentran mientras viajan todos a un mismo destino: Tranquilium, una suerte de spa o retiro espiritual del que poco se dice. Lo cierto es que cada uno de los huéspedes seleccionados tiene una historia traumática que se va contando a cuentagotas.

Los nueve extraños llegan para convivir en una lujosa casa rodeada de naturaleza y allí atravesar pruebas de destreza física y emocional. Al tiempo, cada uno tendrá su espacio de encuentro, como en una terapia personalizada, con la anfitriona: Masha (Nicole Kidman). Una misteriosa mujer que conoce muy bien la historia de cada uno de sus invitados y ante quienes ejerce un poder constantemente consensuado. Emplea la palabra justa y los interpela desde sus pasados para provocarles pensar en los sentidos de su presente. Como trasfondo, el pasado de Masha se cuenta de manera incipiente y promete ser uno de los enigmas a resolver. Como datos aparecen el flashback de cuando le dispararon, la cicatriz que ostenta de aquel evento y las amenazas telefónicas que recibe. En apariencia, nada tiene que ver ese pasado y el presente con los nueve perfectos extraños que eligió de entre miles para este nuevo grupo de trabajo.

Francis es una escritora en declive. Heather y Napoleon, acompañados por su hija Zoe, son un matrimonio que llega a elaborar el duelo por la pérdida de su hijo. Tony es un exdeportista profesional devenido en adicto. Jessica y Ben son una pareja joven en crisis, a punto de separarse. Ella está obsesionada por las redes sociales y su propia imagen, al punto de padecerlo. Luego están los personajes de Carmel, una madre atormentada; y Lars, un gay soltero, de los que poco se sabe. Este concierto de nueve extraños se relaciona con el personal del lugar encabezado por Yao y Delilah. Un repertorio de roles que procura la diversidad en tanto una búsqueda simbólica de cierta representación amplia.

Los personajes esperan del spa una desconexión, mediada por la autoayuda y la superación personal, mientras que Masha les propone quebrarlos, buscar los traumas y sufrimientos, en las antípodas de los tratamientos estéticos y superficiales. Eso choca con los personajes, a quienes les cuesta asumir sus problemas. Las interacciones entre ellos lleva a que deban reconocerse como una otredad. En esos diálogos, en las tareas, las pruebas y los espacios de ocio, se pondrán en cuestión sus fantasmas particulares que se relacionan con problemas universales de la condición humana: la pérdida, la soledad, el suicidio, las adicciones, el fracaso y la felicidad. Desde allí se narra como un drama, pero que recurre a elementos del suspenso que sirven como motor al relato. El espectador querrá saber quiénes son esos personajes, qué sucedió en el pasado, quién quiere atacar a Masha y cuál es la relación de todas estas intrigas. Desde allí en principio se torna una historia inteligente a la vez que entretenida.

Como intertextos posibles, podemos encontrar cierta reminiscencia a Lost, desde que el elenco coral no se conoce y deben convivir, por momentos incluso en contra de su voluntad. Por otra parte, esta convivencia en una casa remite a ciertas gramáticas de los reality shows, aunque esta ficción no se plantea como una competencia.

Como puntos a favor se puede señalar que la producción y la dirección se destacan cuando la cámara narra en medio de la naturaleza de las locaciones, focalizando en los colores y en los pasajes cuando la música toma protagonismo. Desde allí, como en un cine, la serie debería verse en una pantalla grande y en la oscuridad. Por otra parte, vale la pena destacar a Nicole Kidman, aunque quizás no sea su mejor personaje. En su trabajo en el mundo de las series –desde Big Little Lies hasta The Undoing– siempre llena la pantalla con sus apariciones.

La serie se estrenó con tres episodios de los ocho que contará la temporada, el resto podrá verse uno por semana como en grilla televisiva. El suspenso que promete posibilita que las audiencias acostumbradas al maratón cedan en esperar unos días para ver el siguiente capítulo. «