Con más de un cuarto de siglo de existencia, la necesidad de registrar y ofrecer nuevas canciones siempre se impone para uno de los grupos uruguayos más queridos en este lado del Río de la Plata. Es por eso que son miles los que por estos días celebran la salida del décimo álbum de estudio de No Te Va Gustar, la banda charrúa más argentina.

Luz, ese es el nombre del nuevo disco del octeto, grabado el año pasado, en plena pandemia. Para lograrlo, el grupo se acuarteló en una estancia de la localidad uruguaya José Ignacio. El frío invernal de la región exterior pareció brindarle a NTVG el marco ideal para darle vida a estas nuevas doce nuevas canciones. La grabación duró 20 días, siempre bajo la atenta mirada de Héctor Castillo (que en el pasado trabajó en celebrados discos de Gustavo Cerati y Los Fabulosos Cadillacs, entre muchos otros) en la producción artística.

Disponibles desde hace apenas días en todas las plataformas musicales, Luz cuenta con invitados notorios como Anita Álvarez de Toledo (coros en varios pasajes del disco), Nicki Nicole (voz en “Venganza”) y Ricardo Mollo (voz y guitarra en “Austro”). En este flamante álbum el sonido de la banda se vuelve más directo y punzante, pero por momentos también confesional e íntimo. El arte de tapa, por su parte, exhibe una imagen de todos los miembros de la banda, situación que sucede por primera vez en la discografía de NTVG.

“Estamos viviendo un momento de felicidad porque finalmente pudimos lanzar estas canciones craneadas y grabadas en estos tiempos tan difíciles que corren. Para nosotros el disco fue como una especie de tronco que flotaba al que pudimos agarrarnos. Las canciones nos ayudaron a iluminar este momento tan oscuro para todo el mundo. Hacerlo nos ayudó a no pensar en incertidumbres varias, como la laboral o la cuestión de la salud”, dice Emiliano Brancciari, cantante, guitarrista y compositor de la banda, nacido en la Argentina.

-Más allá de toda la situación sanitaria, ¿tenían planeado lanzar un nuevo álbum en 2021?

-Nosotros teníamos pensado sacar el disco para esta fecha, pero era algo que analizábamos en 2019, cuando nada de la pandemia se le ocurría a nadie. La idea era seguir tocando y grabar entre las giras. Recuerdo que habíamos reservado con tiempo un estudio para junio, julio y noviembre porque la idea era trabajar por etapas. Pero bueno, luego se cortó todo y entonces decidimos grabarlo en un solo tramo, así que pensamos en hacerlo en Nueva York y después en Londres, pero luego llegó la segunda ola a Europa, el caos y la incertidumbre, y no sabíamos si íbamos a poder viajar. Entonces optamos por hacerlo íntegramente en Uruguay. Más tarde, lo otro que decidimos fue traerlo a Héctor Castillo y a su asistente desde Estados Unidos para trabajar acá.

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-En síntesis, la pandemia lo cambió todo.

-Totalmente, la verdad que fue así. Para nosotros fue un golpe duro dentro de lo que es nuestro trabajo, pero para el disco fue buenísimo porque nunca habíamos dedicado tanto tiempo y energía en un disco. No había ninguna distracción más que preparar las mejores canciones posibles. Así que una vez que decidimos hacerlo en Uruguay, ya no hubo nada que nos parara.

-¿Fue entonces inevitable que todo ese alrededor se metiese en el cuerpo del disco?

-Sí, porque varias canciones se empaparon de todo ese alrededor. No todas, pero varias de ellas fueron hechas cuando dejamos de tocar, y ahí ya estábamos en pandemia. De todo lo que compuse me sobraron muchas canciones que tendrán otro destino en el futuro.

-El disco arranca bien arriba. ¿Se plantearon hacer un álbum con alma de rock?

-Simplemente queríamos que el disco fuera distinto a lo que veníamos haciendo. Sentíamos la necesidad de que fuese así de roquero y guitarrero, porque fundamentalmente queríamos alejarnos del sonido acústico que habíamos tenido en los últimos años. Al mismo tiempo, para nosotros tenía que ser distinto a Suenan las alarmas, nuestro anterior trabajo de estudio, que tenía un perfil más combativo por llamarlo de alguna manera, porque tenía más temas sociales, de turbulencias políticas. Por eso creo que Luz no tiene nada que ver con eso, es un disco que habla de sentimientos, de relaciones personales y de la muerte, pero desde un costado no tan oscuro. Creo que logramos separarnos de nuestros últimos trabajos con estas canciones nuevas.

-El nombre Luz puede remitir a un concepto muy amplio. ¿Cuál sería la interpretación adecuada para tomar en cuenta?

-Es así, algo amplio. Creo que estamos pasando por momentos raros porque la pandemia es algo que nos pegó muy fuerte a todos en el mundo. Vivimos una etapa de mucha oscuridad, falta de trabajo y mucha muerte rondando. Para la banda el haber podido poner la cabeza en un nuevo disco es algo que nos resultó súper luminoso. Creo que dentro de las canciones se pueden ver conflictos, pero siempre desde un lugar optimista. Hay una canción como “Austro”, en la que participa Ricardo Mollo, que se llamó como el nombre del disco en algún momento. Luego uno de mis compañeros propuso el nombre como título del disco y cambiamos el título de la canción. Por otro lado, hubo mucha luz en relación a la grabación con Ricardo, algo que también sentimos con lo que hicieron Nicki y Anita como invitadas. Todo fue muy fluido, había un espíritu de bienestar entre todos los que estábamos ahí adentro, en el estudio que armamos en José Ignacio. Ese espíritu de alegría es algo que se nota y por eso el disco se llama de esa forma.

-Ustedes solían hacer muchas giras y pasaban mucho tiempo juntos. ¿Cuántos meses hacía que no se veían?

-No sé exactamente cuántos, pero sí me di cuenta que fue mucho el tiempo en que no convivimos como banda. Al dejar las giras comenzamos a extrañarnos porque estamos muy acostumbrados a vivir gran parte del año juntos, de viaje, sobre todo. Entonces, al cortarse eso, nos faltaba el contacto habitual que teníamos, así que para ese entonces estábamos muy felices de volver a encontrarnos.

-El disco es muy reciente, pero en Spotify “Venganza”, el tema en el que participa Nicki Nicole, tiene hasta el momento casi 5 millones de escuchas. ¿Los sorprendió semejante número?

-Realmente me sorprendió. Sabemos de la magnitud de Nicki, pero de antemano nunca está claro cómo responderá la gente. A priori ella es ajena a nuestro mundo y viceversa, pero creo que la colaboración surgió de manera súper natural y no te das cuenta donde están los límites. Ella entra en la canción perfectamente y nosotros nos amalgamamos muy bien con su participación.

–¿Mollo, Anita y Nicky aceptaron enseguida el convite de participar en el nuevo disco?

-La canción es la que manda y nos dice a quién invitar. En todos nuestros discos siempre fue así para que salga natural y para que la canción parezca que es del invitado. La voz de Nicki era la indicada para “Venganza”, le escribimos y enseguida dijo que lo haría. Con Ricardo también fue rápido porque lo llamamos y dijo inmediatamente que se prendía. Nosotros lo admiramos muchísimo, de hecho cuando comenzamos a tocar hacíamos covers de Sumo y de Divididos, así que imagínate que nuestra admiración por él está desde el principio. Si fuese por nosotros lo hubiésemos invitado a nuestro primer disco, pero tenía que aparecer una canción para él y se dio recién ahora. Con Anita nos conocemos desde hace mucho tiempo, cuando ella era parte de la banda de Fito Páez, así que siempre nos fuimos cruzando con re buena onda hasta que generamos una amistad. Esta vez necesitábamos una voz femenina en “Mejor callar” y la invitamos, aunque cuando estuvo en el estudio la hicimos cantar más canciones (risas). Le pedimos probar en una, luego en otra y la verdad es que Anita la rompió. Hizo un aporte genial a este disco.

-¿Qué viene ahora que no se puede salir de gira? ¿Los planes son hacer shows por streaming para presentar este nuevo disco?

-La banda no se adaptó al streaming. Es algo que no nos gusta porque nos falta la parte emotiva del asunto. Es algo frío, así que esperamos tocar recién para fin de año: para nosotros los shows son en vivo y con gente. «

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Luz

Décimo disco de estudio de No Te Va Gustar. Emiliano Brancciari (voz y guitarra), Francisco Nasser (teclados), Pablo Coniberti (guitarra), Guzmån Silveira (bajo), Diego Bartaburu (batería), Denis Ramos (trombón), Martín Gil (trompeta) y Mauricio Ortiz (saxo). Disponible en todas las plataformas digitales de música.

Nicki Nicole y las controversias

“Venganza” fue el segundo single de Luz y actuó como adelanto de la salida del álbum. El tema no sólo le trajo millones de escuchas en las plataformas musicales a NTVG, sino que también sumió al grupo en una controversia que se hizo fuerte en redes sociales. En el tema cantado por la trapera Nicki Nicole, Emiliano Brancciari entona unas líneas de voz como si fuese una mujer atrapada en una situación de violencia de género. Casi de inmediato la canción generó comentarios encontrados, fundamentalmente porque el tema había sido lanzado el 5 de marzo, muy cerca del 8M, pero también porque Brancciari interpretó la canción desde el punto de vista de la mujer. “Al principio cualquier comentario negativo te duele”, aclara Brancciari. Y continúa: “Sin embargo, nosotros sabemos dónde estamos parados. Desde hace más de 15 años tenemos un fuerte compromiso social porque primero comenzamos a trabajar con Amnistía Internacional, luego con la red contra la violencia de género, inclusive financiamos campañas de concientización, tocamos en cárceles para mujeres. Hicimos muchas movidas, así que estamos tranquilos por cómo obramos nosotros. Siento que criticar es gratis, pero la gran mayoría de las personas nos agradecieron por lanzar la canción. Nos escribieron muchas mujeres víctimas de violencia agradeciéndonos de manera muy emocionada. Por eso mismo y por lo hecho en el pasado es que estamos satisfechos con lo nuestro”, concluye Brancciari dando por cerrada la controversia.



Memoria, balance y los ojos puestos en el futuro

El año pasado NTVG iba a cerrar los festejos formales por los 25 años del nacimiento de la banda, algo que la banda no pudo concretar por la pandemia. Si bien es cierto que se celebró bastante, en el seno del grupo hubo un genuino replanteo posterior mirando hacia el futuro. “Nosotros nunca fuimos de mirar hacia atrás, pero ese periodo que pasó hace muy poco nos obligó a hacerlo. Eso nos llevó a tener que comenzar a pensar en un libro alusivo, y una serie de entrevistas en las que comenzamos a mirar para atrás, lo cual nos hizo pensar en todas las cosas que vivimos, y ahí también estuvo Buenos Aires desde la primera vez que fuimos y el crecimiento paulatino que tuvimos como banda hasta llegar a llenar los estadios grandes en los que presentamos cada uno de nuestros discos. Todos esos recuerdos fueron muy emotivos porque también nos embarcamos en tocar muchas canciones de diferentes épocas junto a otras canciones igual de antiguas, pero poco conocidas o casi nunca tocadas en vivo. Fue un gran período para nosotros volver a revisar nuestra historia porque nos permitió encontrarnos con todo un pasado vivido y rico en todo sentido. En la actualidad, lo concreto es que todo ese tiempo ya terminó porque estamos de nueva acá, en el presente y mirando al futuro como siempre», destaca Brancciari.

Memoria, balance y los ojos puestos en el futuro

El año pasado NTVG iba a cerrar los festejos formales por los 25 años del nacimiento de la banda, algo que la banda no pudo concretar por la pandemia. Si bien es cierto que se celebró bastante, en el seno del grupo hubo un genuino replanteo posterior mirando hacia el futuro. “Nosotros nunca fuimos de mirar hacia atrás, pero ese periodo que pasó hace muy poco nos obligó a hacerlo. Eso nos llevó a tener que comenzar a pensar en un libro alusivo, y una serie de entrevistas en las que comenzamos a mirar para atrás, lo cual nos hizo pensar en todas las cosas que vivimos, y ahí también estuvo Buenos Aires desde la primera vez que fuimos y el crecimiento paulatino que tuvimos como banda hasta llegar a llenar los estadios grandes en los que presentamos cada uno de nuestros discos. Todos esos recuerdos fueron muy emotivos porque también nos embarcamos en tocar muchas canciones de diferentes épocas junto a otras canciones igual de antiguas, pero poco conocidas o casi nunca tocadas en vivo. Fue un gran período para nosotros volver a revisar nuestra historia porque nos permitió encontrarnos con todo un pasado vivido y rico en todo sentido. En la actualidad, lo concreto es que todo ese tiempo ya terminó porque estamos de nueva acá, en el presente y mirando al futuro como siempre», destaca Brancciari.