Proyecto Parque Patagonia es el documental que muestra el desarrollo y estado de la iniciativa de filántropos internacionales alrededor de la Meseta del Lago Buenos Aires (Provincia de Santa Cruz). “Es verdad que es como una temática silenciosa, que está muy bien visto y la intención de la película es un poco sacar a relucir el tema que me parece que es importante”, define a modo de introducción su realizador y productor, Juan Dickinson.

Dickinson tiene una larga trayectoria en el cine documental, pero su último trabajo, Perros del Fin del Mundo, provocó un gran impacto. “En realidad ellos llegaron a nosotros -explica sobre el origen del proyecto-. Nos vinieron a buscar productores de la provincia de Santa Cruz que habían visto Perros del Fin del Mundo y les había parecido un trabajo solvente y con mirada que les gustó porque no tomaba partido, trataba de objetivar, de documentar las cosas en vez de convertir todo en una polémica. Y creo que ellos ya tienen suficientes polémicas.”

Así fue que los invitaron a conocer la región: “Me pasearon a través de esa meseta que formaría casi en su totalidad el proyecto Parque Patagonia, que hasta ahora es solamente un pedazo que en hay en el Parque Nacional. Pude conocer, hablar con los habitantes, que son habitantes de la Patagonia profunda. Es también un regalo para nosotros.”

Con casi el mismo equipo que Perros… (“grandes técnicos, colaboradores, artífices también de la película) se pusieron a trabajar con las complicaciones de la zona: “Siempre la Patagonia es muy complicada, muy difícil; son zonas muy sufridas, hay mucho viento, es difícil grabar el sonido. Pero fuimos solventando como pudimos la situación”. A la que se agregó una inesperada: “Desde el principio tuvimos una especie de negación de parte de la Fundación que está creando el parque, porque creían que nosotros veníamos para criticarlos, e inmediatamente nos pusieron como en una situación de grieta. Como director sabía que era absolutamente necesario tener su punto de vista y entender un poco lo que ellos quieren hacer.  Trabajamos con esa tensión durante gran parte de la película hasta que diría que la situación política en la Argentina empezó a cambiar en los últimos meses del gobierno y ellos creo que tomaron la decisión de que era necesario participar en la película”.

La ductilidad es una de las características salientes de los trabajos de Dickinson. Todo se muestra con la naturalidad del que pregunta porque no sabe y atiende con avidez la respuesta. Y así como dice sin decirlo que el cambio de rumbo político del país hizo entrar en la cuenta a los referentes de la Fundación que era mejor mostrar una buena cara diplomática antes que presentarse hostiles, en su documental revela, con cuidado y sin apuro, los objetivos al menos poco claros del Parque Patagonia, el cual es la concreción de los deseos de dos filántropos extranjeros: Douglas Tompkins y Hansjorg Wyss.

Proyecto Parque Patagonia TRL from Dar a Luz Cine on Vimeo.

“La Fundación dice que se proponen el cambio de paradigma una economía extractiva a una de servicios, que sería vista como buena para la ecología; y en sus argumentos adelantan un montón de críticas hacia los habitantes, hacia los cultivos de cereza, por ejemplo; hacia las ovejas y todo lo que tiene que ver con las estancias. Entonces tienen como un rechazo a lo que hay ahí para poner otra cosa en su lugar. Por eso también consultamos con técnicos en turismo, técnicos del Inta, y nos explicaron que toda la parte ecológica ancestral de la zona está bastante bien cuidada, está en buen estado, y que no es cierto describirla como una zona de desastre, como se ha hecho por parte de la Fundación.”

El film comienza así a desentrañar, muy levemente, las partes ocultas de algo que suena muy bien pero que no promete buen destino. Las dificultades geográficas narradas por Dickinson son un motivo de esa falta de profundización del problema. Y también -aunque esto no lo dice pero se nota en el documental- meterse con intereses realmente poderosos. “Esta corriente filantrópica está activa en todo el mundo. Es gente de muchísimo dinero que por una causa u otra está interesada en hacer algo por el medio ambiente. No mucho tiempo en la parte norte del Congo, en la selva, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF en sus siglas en inglés), con el apoyo declarado y material de las Naciones Unidas, generaron una reserva ecológica en una porción de selva de 75 mil hectáreas, que era un paso migratorio de fauna. Pero resultó que dentro de esa misma selva vive una tribu de pigmeos de la cuenca, que viven de esos animales. Y empezaron a perseguir a esa tribu para desalojarla.”

Dickinson es moderado: hubo denuncias de violaciones, torturas y hasta  ejecuciones por parte de la misma fundación en otras partes del mundo. “En Europa están muy preocupados por los excesos de este tipo gente, que tiende a radicalizarse. Me acuerdo de una frase que me dijo una de las representantes de la Fundación: la gente que trabaja en esta zona (de la Patagonia) es muy marginal, es gente que va a desaparecer. ¿Cómo podés tener ese tipo de pensamiento en la cabeza si lo que querés hacer es un bien para el país, para la ecología? Ahí me empecé a dar cuenta de que la gente de esta Fundación no está en algo tan extremo como en el Congo, pero hay muchos ejemplos en el mundo de radicalización a través del pensamiento ecológico.”

Hay otro tipo de extremos también: los relacionados con la riqueza del lugar. En las 500 mil hectáreas que se buscan encerrar en el parque, hay una formidable reserva de oro, una cuenca petrolífera de la que nos conoce con exactitud su alcance y un acuífero que “es la reserva de agua dulce más grande de América Latina después del lago Titicaca”. De el problema ecológico -que necesita ser pensado a largo plazo, de la defensa del territorio y de los sueños y trabajos de gente que quiere lo que hace se ocupa Proyecto Parque Patagonia.


Proyecto Parque Patagonia. Dirección: Juan Dickinson. Disponible en Cine.Ar Play.