En cuanto la pelota empieza a rodar, lo imprevisto emerge. No hay táctica que detenga la espontaneidad de un jugador valiente. El fútbol de potrero, espontáneo y lírico, se contrapone siempre al catenaccio resultadista y planificado. Esta es la dicotomía que se plantea en El hijo de Dios, escrita y dirigida por Mariano Fernández y Gastón Girod. Es un pelicula donde la lucha entre el bien y el mal se traslada a la cancha de juego.

 Esta, su ópera prima, estrenó este jueves -se puede ver en distintos salas como el Gaumont, los Village de caballito y Pilar, Atlas Flores y los Showcase de Haedo, Quilmes, Adrogué y Rosario-, y fue rodada en Azcuénaga, San Andrés de Giles; cuenta con la participación especial de Norberto “Ruso” Verea, haciendo del personaje que plantea la postura ideológica de la trama y el periodista Diego Della Sala, como el relator del gran enfrentamiento en torno al cual gira la historia del film. 

Situada en Betania, un pueblo imaginario, donde el fútbol espontáneo fue prohibido, es una fábula sobre el totalitarismo, la pasión y la mística en el deporte. La fórmula es así: tres amigos viajan al pequeño pueblo sometido al poderío de Pilatos, el comisario y arquero local. Luego de una trifulca con las fuerzas policiales, los muchachos son apresados y obligados a aceptar el duelo futbolístico propuesto para recuperar su libertad. Todo parece perdido, pero la repentina aparición de un misterioso jugador llamado Jesús, hábil y atrevido, cambiará el trámite del partido y el destino del pueblo para siempre. 

“Queríamos mostrar todo lo que nos gusta y nos molesta del fútbol, pero sobre todo del profesional y el negocio. Armamos bandos: todo lo interesante que revaloriza la parte lúdica del fútbol bien entendido de un lado y por otro lo malo, el abuso del poder, la trampa, los arreglos, las presiones” dice Mariano Fernández, quien fuera coordinador de Locaciones en Argentina de Alejandro Gonzalez Iñarritu cuando filmó El Renacido, e hizo más de 50 comerciales. Gastón Girod, por su parte, cuenta con 15 de experiencia trabajando como camarógrafo y director de fotografía. 

“ Buscamos una estética que nos permitiera mostrar posturas y aspectos distintos sobre fútbol pero con una mirada general y los encontramos en esa historia de forasteros que se enfrentan al orden establecido en un pueblo sin tiempo, algo de género, pero también relacionado con el relato mesiánico “ afirma Girod.