Les Revenants (Francia)

En un pueblito de montaña al lado de un lago, un grupo de muertos reaparece. Sí, así, literalmente y de la nada. Cada uno busca a los seres queridos que dejó hace cuatro, diez, siete, ocho años; no importa el tiempo, lo que importa es que se quiere volver a tener todo lo que se tenía. Pero, a diferencia del resto del mundo, para ellos y ellas el tiempo no pasó. Entonces una novia que se queda sin pareja el día de su casamiento, y estaba embarazada de él, ahora tiene una hija que no conoció a su padre y una nueva pareja que la cuidó y protegió; o unas hermanas que tenían edades muy similares y eran compinches, ahora tienen edades muy dispares; y así sucesivamente. Sencillo pero contundente misterio que permite jugar con las bellezas y miserias humanas de diferentes formas, lo mismo que con todos sus sueños y temores.


Tabula Rasa (Bélgica)

Annemie D’Haeze ha perdido la memoria por un accidente. También la capacidad de generar nuevos recuerdos; así, probablemente mañana no recuerde lo que está viviendo hoy, entonces tiene que anotar inmediatamente todo lo que vive. Ella sabe quién es, y recuerda detalles de su vida antes del accidente, pero desde que ocurrió no puede conservar la memoria. Acaso podría reordenar y reconstruir su vida. Pero Annemie fue testigo clave de una desaparición -que por supuesto no recuerda-, y el investigador del caso le cree más bien poco, ya que tiene una foto en la que aparece con el hombre buscado. Así que, si ella quiere quedar libre de culpa y cargo, tendrá que colaborar con el agente de la ley. En esa reconstrucción, se meterá el fantástico para darle a la serie ese toque tan particular que separa al thriller del misterio.


Zone Blanche (Francia)

Aquí el misterio es que en Villefranche (un pueblo/ ciudad metido en el bosque) la tasa de homicidios es seis veces superior a la del resto del país. Allí se llega por una sola carretera y las comunicaciones móviles, debido a la geografía, son muy complicadas (de hecho se cortan, por eso se denomina Zona Blanca). A esa zona que no se especifica pero que se supone es la frontera entre Bélgica y Francia, envían a un nuevo fiscal como “premio”: o sea, por no saber hacer bien la tarea en otros lugares más sencillos. Junto a dos policías locales (una mujer y un varón), deberá descubrir el inquietante y doloroso misterio. La impericia de los protagonistas, debido a su escasa experiencia en crímenes que suponen una sofisticación para la que no están entrenados, hace difícil la investigación, pero también ofrece a la historia la posibilidad de transitar caminos que los thrillers más clásicos no acostumbran.


Trapped (Islandia)

La serie que enseñó a muchos que Islandia era un país bastante extraño e inhóspito (antes del estallido de series streaming se lo conocía a través de Björk). Allí, en Siglufjordur, mientras políticos y empresarios están a punto de cerrar el gran negocio para la construcción de un puerto financiado por China, un ferry danés con 300 pasajeros debe detenerse por un desperfecto, horas antes de que se desencadene una de las típicas tormentas de nieve que se sabe cuándo empiezan, pero jamás cuando terminan. A segundos del desembarco de pasajeros y tripulación, un cuerpo mutilado es encontrado por la policía local: ahora nadie puede bajar del buque hasta que la policía especializada de Reikiavik llegue a hacerse cargo de la investigación, algo que no sucederá al menos por unos días, ya que la tormenta impide cualquier vuelo. Asesino, ciudadanos de a pie, pasajeros y tripulación, cuerpo policial, todos y cada uno, están atrapados en Siglufjordur. Sin embargo, el misterio que empieza como policial, irá virando hacia algo misterioso y, por el momento, desconocido.