La opresión, lo anhelado y nunca alcanzado. Las nuevas canciones de un viejo conocido de miles están lejos del conformismo y determinan un mosaico de preocupaciones existenciales y sociales. Jaqueados, el flamante disco del ex Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota Sergio Dawi funciona como un claro mapeo de nuestros días, pero con los dos pies puestos en la resistencia.

Para llegar hasta este presente tuvieron que pasar casi diez años. La última vez que habíamos escuchado nuevas canciones de Dawi fue en 2008. Pero eso ya es historia. Por estos días el ex Redondos está feliz por su presente al frente de Sergio Dawi y los Estrellados, la banda que formó en 2004 como parte de sus siempre activos proyectos en el mundo de la música. «Este nuevo disco es el resultado de un largo proceso de estudio junto a la banda. Es verdad que nos tomamos un tiempo internados, y en ese estar juntos primero vino la música, luego las melodías y después las palabras. Nunca quisimos apurar las cosas», aclara Dawi sobre los nueve temas que constituyen su tercer álbum como solista.

–Jaqueados tiene una atmósfera decididamente dark, sobre todo en términos discursivos.

-Es que la actualidad es el camino por donde se desarrollaron las ideas de este nuevo disco, más allá de ciertas fantasías. Es todo un concepto que está contado desde la visión de varios personajes que vienen del mundo de la ficción, pero que al mismo tiempo experimentan nuestras vivencias sociales. Yo soy parte de una generación que vivió temores políticos y de todo tipo. Pero lo peor de todo es que los cambios que se generaron socialmente no modificaron ciertas ambiciones, sobre todo las del poder.

–En ese contexto, ¿el título del disco actúa como una declaración?

-Claro. Porque los que vivimos acá, en el país y en el mundo, estamos jaqueados desde varios lados. En el amor, en las esperanzas, en el trato que nos dan los poderosos. Desde la tapa quisimos dejarlo bien claro, porque todo el disco pide que muchos que oprimen a otros paren la mano.

–En el tema «Los pilares de Pilatos» encontraste en la voz de Miss Bolivia a una compañera ideal para sostener tus críticas.

–Es que habíamos trabajado juntos en otras oportunidades y siempre fueron muy buenos encuentros. Ella generó algo muy atractivo entre rapeo, letra y música. En su actitud para abordar la canción también encontramos parte de nuestra defensa.

–En tu faceta de cantante, alguna vez dijiste que más que eso te veías como un «decidor». ¿Todavía pensás igual?

–Estoy más cómodo con eso. Digamos que me afiancé en el decir (risas). En Jaqueados soy un personaje más que va relatando lo que nos sucede. El tiempo nos va dejando cosas que, si las trabajás, pueden fortalecerte.

–Esa instancia, la del tiempo, es la que siempre te va a vincular con tu pasado en los Redondos. Supongo que eso representa un factor que te recordarán permanentemente.

–Es algo que persiste en el tiempo e inclusive suelo verlo en varias generaciones. Si bien es algo a lo que te acostumbrás, también te sigue sorprendiendo. Sobre todo porque lo hecho juntos es algo que continúa. «

La despedida que sigue pendiente

«Su acto fue de una generosidad que agradezco». Así retrata Dawi su participación (junto con los también ex Redondos Semilla Bucciarelli y Walter Sidotti) en Pajaritos, bravos muchachitos (2013), el último disco a la fecha del Indio Solari. Para muchos, aquella reunión significó lo más cerca que se pudo volver a estar de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. «La pasamos muy bien en el estudio e inclusive tocamos en Gualeguaychú al año siguiente para no sé cuántas miles de personas. En ese show palpamos lo que dejó la banda en la conciencia popular y el porqué seguimos siendo Redonditos. Ahí también nos dimos cuenta de que hubo cosas que quedaron pendientes», revela Dawi. Inmediatamente surge el factor de la despedida: «Por ejemplo eso, sí. Muchos merecerían un concierto final por la magnitud de lo que significó la banda y por lo que todavía sigue significando. El tiempo dirá».