Westworld

Lo que ya muchos dan como la nueva Game of Thrones de HBO arrancó en octubre una nueva temporada. Recientemente premiada en los Emmy (bastante menos de lo que propios y ajenos esperaban), esta segunda temporada continúa con los avatares que trae la generación de vida no orgánica por parte de los humanos. Regreso más que esperado ya que la primera temporada entusiasmó más de lo que finalmente terminó concretando. Basado en el film de 1973 de Michael Crichton, cuenta la historia de un paraíso del Lejano Oeste donde los humanos actuales van a relajarse de su estrés participando de tiroteos y conquistando mujeres a piacere. Claro que ellos no mueren: siempre ganan porque una serie de artefactos creados para la ocasión hacen de partners necesarios para su entretenimiento. El tema es que, para que funcionen, estos seres creados artificialmente necesitan una memoria como para mantener conversaciones medianamente interesantes, por un lado, y por otro para ser reseteados y que no recuerden quién ya estuvo por ahí antes. Algo falla, por supuesto, y de ahí la trama y toda la especulación filosófica en manos de un Nolan (Jonathan, no Christopher, el de las Batman), con todo lo que eso puede significar.

Designated Survivor

Para los amantes de la adrenalina que despertó en los televidentes la ya legendaria 24, el año pasado llegó Designated Survivor, que cuenta la historia de un ministro de segundo orden que forma parte de la línea sucesoria de la presidencia de Estados Unidos, y queda a cargo de la primera magistratura luego que vuelan el Congreso de la Nación el día que el presidente da su discurso sobre el Estado de la Unión, al que debe asistir todo su gabinete y todos los congresistas. Por razones de fuerza mayor, nuestro hombre y miembro del gabinete Jack Bauer; perdón Tom Kirkman (Kiefer Sutherland), no se presenta esa mañana en el Congreso y luego de la explosión se convierte en Presidente de Estados Unidos. De ahí en más todo el “aprendizaje” que lleva el cargo, los cambios en la familia y demás, en el mismo tono de aquella 24. Para devorar antes que para degustar (como puede ser el caso de Westworld, por ejemplo), y tal vez por eso vaya por Netflix, a veces pierde de vista que ha pasado mucha agua bajo el puente desde la serie que inmortalizará a Kiefer Sutherland y que su evolución en Presidente de los Estados Unidos tal vez no tenga el mismo efecto.

Crisis in Six Scenes

Uno de los estrenos más esperados de la última parte del año: nada más y nada menos que el debut en series televisivas de Woody Allen. “Fue un error catastrófico. Creo que será una vergüenza cósmica”, aseguró el director, pero como siempre, nadie le da mucho crédito a lo que dice Allen de su propia obra. Al menos hasta que no ve el producto. Y esta vez no será la excepción. La serie que se puede ver por Amazon y consta de seis capítulos escritos, dirigidos y protagonizados por él mismo, que una vez más no se priva de una juvenil y agraciada compañía femenina: Miley Cyrus. Una comedia ambientada en los Estados Unidos de los 60, esos años a los que últimamente tanto vuelve la televisión de norteamericana.

Young Sheldon

La nueva serie, Spin-off de The Big Bang Theory, de la que todos hablan y que Warner Channel lanzó en simultáneo con la emisión en Estados Unidos, continúa en el mismo canal en noviembre. El primer capítulo en Estados Unidos tuvo una audiencia de más de 17 millones de espectadores en su estreno el pasado 25 de septiembre, algo que sorprendió a los mismos productores, que no esperaban que pudiera superarse el éxito de la serie madre. La historia de uno de sus principales personajes, Sheldon Cooper, cuando apenas tenía 9 años y ya asomaba el nerd que hoy fascina a tantos, consigue empatizar con un arco mayor de espectadores, ya que encuentran situaciones infantiles por las que atravesó casi todo el mundo que haya pasado por la escolarización primaria. Para no perder.