Sin complejos. Los tiempos suelen conspirar, pero al mal mercado buena cara o –para ser más precisos– más construcción colectiva. La generación del 90 tuvo que preguntarse qué tango hay que tocar y las primeras respuestas estaban atravesadas por la necesidad de pertenecer. Gracias a aquellas experiencias –que buscaron, crecieron y maduraron–, las que le siguieron y las propias, Alto Bondi llegó a Lymbo, su segundo disco, una colección de tangos que elude prejuicios y pone más que nunca su norte en el formato canción. Lo presentarán este sábado a las 22 en Galpón B.

«Nos organizamos como cooperativa, pero ese mismo espíritu lo llevamos a nuestra música. No tenemos un director. Todos componemos música, casi todos escribimos letras y eso está buenísimo. Porque hacemos tango, pero algunos también traen influencias del rock, del jazz, del folklore, del blues, de la música clásica y hasta del candombe», explica el bandoneonista Ignacio Santos, quien también forma parte de la Orquesta Típica Ciudad Baigón. La cantante Natalia Lagos agrega: «Somos rockeros que llegamos al tango. Esa es nuestra primera influencia. Pero nos tomamos al tango muy en serio y tratamos de sumarle otras cosas que también nos representan».

Alto Bondi se completa con Gabriel Gowezniansky en violín (otro partícipe necesario de la OTCB), Jonatan Álvarez en guitarra, Germán Sánchez en contrabajo y Noelia Sinkunas en piano. El sucesor de Bajo Presión (2013) reúne doce composiciones que expresan la versión más afilada y cancionera del grupo. El contexto general incluye una guitarra eléctrica con efectos, un bandoneón que alterna fraseos de género y aproximaciones más heterodoxas, un violín que raspa y juega, y una base sólida.Desde ahí crecen las melodías, los estribillos y la voz de Lagos, que alcanzan sus mejores momentos en «Hotel familiar», «Pastillita», «Milagros» y «Larga distancia». Pero las composiciones instrumentales no pierden peso específico de la mano de «Venosa», «Duro» y «La vuelta».

Lagos reflexiona: «Estamos muy orgullosos de Lymbo. Sentimos que encontramos algo bastante personal gracias al aporte de todos. No es fácil grabar y crecer en el circuito del tango. Pero creemos que nuestro deber es seguir haciendo, tocando y agitando». El futuro, parece, ya llegó. O está a la vuelta del ensayo: «Le estamos dando con todo para que la presentación salga redonda –subraya Santos–. Pero ya tenemos casi la mitad del tercer disco. La idea es incluir teclados y batería. Admiramos a los artistas que siempre cambian y nos gusta seguir ese camino». «

Alto Bondi presenta Lymbo el sábado a las 22 en Galpón B, Cochabamba 2536.