Se trata de la gran apuesta de fin de año de Netflix. Una serie de ocho capítulos creada por Lauren Schmidt, que retoma un escenario medieval, protagonizado por brujos, princesas y monstruos. Desde allí The Witcher crea su propia mitología y se coloca a la saga de las grandes historias de fantasía, al tiempo que busca seducir al multitudinario público de Game of Thrones.

El relato parte de un momento histórico no explicitado, donde se narran tres personajes principales en paralelo. El protagonista es Geralt de Rivia (Henry Cavill), un brujo definido como «mutante», de una gran destreza con su espada que le sirve para librar sucesivas batallas en su errante camino. Un caballero andante cuya profesión es cazar monstruos desde la primera épica escena de la serie, ayudado de pociones mágicas que lo potencian en diferentes habilidades. Al tiempo que se presenta como un personaje oscuro que no demuestra sus sentimientos ni sus creencias. La protagonista femenina es Yennefer de Vengerberg (Anya Chalotra), un personaje que acarrea una muy dura infancia que la enfrenta a una constante lucha consigo misma. Nació con la columna torcida y la mandíbula deformada, lo que le valió el desprecio de su familia al punto de ser vendida por cuatro marcos a una bruja. Allí el arco dramático del personaje se torna impredecible. Por su parte, el tercer rol fuerte es la princesa Cirilla Fiona Elen Riannon (Freya Allan), quien se presenta como «la Leoncilla de Cintra», una joven que sólo conoce la vida de noble protegida sin tener experiencia en el mundo real. Sin saber qué significa, su abuela le indica que debe buscar a Geralt de Rivia. A la vez que desea rebelarse a esa vida que la aprisiona, el propio devenir la obliga a huir y prepararse para la batalla y la brutalidad.

Estos y otros personajes que se presentan lentamente pintan un mundo donde no se sabe enseguida quiénes son los buenos y los malos. Una historia compleja y larga que se cuenta en múltiples territorios y agregando pequeños personajes. Donde la pérdida, la búsqueda de la familia, la redención y el destino son los grandes temas de la serie.

Por otra parte, la grandilocuencia de la producción se traduce en imponentes escenarios, batallas épicas, sofisticado vestuario y efectos especiales. Una propuesta que no tiene nada que envidiar a lo que ya vimos en televisión en series de ciencia ficción. La apuesta por los universos oníricos donde todo puede pasar es una regla implícita de la producción que se insinúa desde la primera escena.

Una narrativa transmedia es aquella que comienza en un libro, un cómic o un videojuego y luego prosigue, no como transposición sino como continuación, en otro medio y lenguaje. The Witcher se basa en una serie de cuentos y novelas de la década de los noventa titulada La saga de Geralt de Rivia (o La saga del brujo) del escritor polaco Andrzej Sapkowski. Este universo devino en comics, juegos de mesa y una exitosa saga de videojuegos que comenzó en 2007. La serie de Netflix es entonces un componente privilegiado de esta narrativa transmedia que viene a otorgar sentido a elementos que los seguidores ya conocen. Como, en su momento, las películas de El Señor de los Anillos valorizaron la fantasía medieval y resignificaron libros previos, The Witcher –como The Mandalorian de Disney+ y Watchmen de HBO– dialoga con otras historias que apelan a grandes públicos del cómic, la novela gráfica y los videojuegos.

Como característica ineludible de las grandes historias de la industria cultural actual, postula un territorio mítico, disputas de poder, fantasía y misticismo. En ese escenario se trata de una serie para ver con atención ya que despliega nombres de lugares y de personajes propios del universo. Asimismo, se vislumbra que se trata de un largo relato, con la seguridad de que todos los interrogantes que abre deberán ser narrados en varios episodios.

Detrás de la fantasía, bajo el nombre de «el continente» se desarrolla una alegoría del territorio europeo y de las disputas de poder encarnadas en reinos. Brujas, princesas, bosques, animales, pestes, malvados y héroes, despliegan una historia propia de la más sofisticada cultura pop. Muchos personajes esporádicos y enlazados entre sí como un rompecabezas parece ser la dimensión más desafiante a las audiencias y a su avidez por elucubrar teorías y sumergirse dentro de la historia. «


The Witcher

Dirección: Tomasz Baginski. Guión: Lauren S. Hissrich. Elenco: Henry Cavill, Freya Allan y Anya Chalotra, entre otros. Disponible en Netflix.