Se viene Siglo de Oro trans, un espectáculo de Gonzalo Demaría con dirección de Pablo Maritano, basado en el clásico de Tirso de Molina, Don Gil de las calzas verdes. Se trata de una de los obras más representativas del Siglo de Oro Español, pero también de todo el Barroco. En este caso y quizás por primera vez tendrá un elenco no binario formado por Payuca, Monina Bonelli, Roberto Peloni, Ariel Pérez de María, Maiamar Abrodos, Martina Nikolle Ansardi, Rodrigo Arena, Julián Ekar, Emiliano Figueredo, Naty Menstrual y Fabián Minelli.

«La obra toca dos temas que son muy interesantes y los toca de una manera muy moderna. Por un lado, el concepto de deseo, que es nadie, por eso en un momento varias personas son Don Gil de las calzas verdes, no es un personaje puesto en fuga, sino que representa la cosa lacaniana en sí. Por el otro lado, el tema de lo trans, que para mí no existe, es como hablar del tema homosexual: es un tema humano, el tema es qué le pasa a la sociedad con eso. La obra es mucho más inteligente que nosotros: el problema está en la percepción social del género y en lo que uno quiere poner en el otro. Como tal, no creo que lo trans exista, sí me parece interesante la percepción del Siglo de Oro en ese sentido», destaca Pablo Maritano.

El director también señala que «es importante entender las vueltas que tiene en la cultura el concepto de género como identidad . Por supuesto que en el siglo XVII no era como nosotros lo entendemos ahora. Pero filosóficamente fue muy particular porque como consecuencia del neoplatonismo, derivado de la pregunta del Concilio de Trento (1545-1563, que se planteaba si la mujer tenía alma o no), el Siglo de Oro se pregunta sobre el concepto de ficción, de verdad y de deseo.

–¿Cómo nace la obra?

–Hace mucho tiempo tenía ganas de hacer algo del Siglo de Oro. Es parte de nuestra herencia cultural y es absolutamente pertinente y deberíamos hacerlo mucho más. De repente ponemos el acento en Shakespeare, Molière y el corpus cultural del Siglo de Oro español, que hemos pagado nosotros, los latinoamericanos (dicho sea de paso), es nuestra herencia, es nuestro también, pero lo dejamos de lado. Es una deuda y es obvio que deberíamos tenerlo mucho más presente. Es un material maravilloso por donde no lo mires. La idea se le ocurrió con Monina Bonelli hace ya dos años y brotó entre los dos. Hacer esta obra desde la perspectiva de qué representa para nosotros la percepción social del género. Como la define Gonzalo Demaría en el prólogo: Verde Rebelde Hereje, todo con e, corrosivamente burlándose un poco del lenguaje inclusivo.

Mucho de eso se ha perdido con los siglos, pero no por el natural paso del tiempo: «Con la Revolución Francesa el problema pasa a ser el matrimonio, la infelicidad per se del matrimonio burgués; desde La Traviata hasta Tristán e Isolda«. A decir de Michel Foucault, había que conformar un nuevo cuerpo productivo apto a la lógica de la producción (y reproducción) capitalista: justamente por eso se imponía dejar atrás la fiesta en favor de la solemnidad.

Su regreso hoy a escena con un elenco no binario y por parte del teatro oficial de por sí no es indicador de nada definitivo, pero tampoco puede pasar desapercibido. «Un mundo donde el género no sea un problema sería un mundo mucho mejor. Y, desde esa mirada, existen pocas obras con las que uno puede realmente estar más en sintonía que con esta. Es notorio que le pega al patriarcado, a la cultura burguesa, a la percepción social del género, a la Iglesia. No deja títere con cabeza», concluye Maritano. «


¿CUÁNDO?

Siglo de Oro trans, versión libre de Don Gil de las calzas verdes. Viernes a domingos a las 19, en Av. Pedro de Mendoza 1821. Estreno: jueves 30.