Porque la Cruz Roja Argentina estuvo siempre, en las buenas y especialmente en muchas malas, es oportuna y emotiva la propuesta de Fabiola Yáñez, la compañera de vida del presidente de la nación, de poner en valor actualidad e historia de esta asociación que, por definición, es humanitaria, civil y voluntaria. Nacida en 1880 en el país, poco después de la epidemia de fiebre amarilla, en la que solo en Buenos Aires murieron 14 mil personas, o sea el 8 por ciento de la población porteña. Desde entonces, la Cruz Roja plantó bandera en otras situaciones muy serias, aunque por su carácter global ningún otro antecedente se parezca al actual.


Hoy a partir de las 18, los seis canales de televisión abierta (América, El Nueve, Telefe, Televisión Pública, El Trece y Net TV) transmitirán en cadena Unidos por la Argentina, las tres horas de una emisión eminentemente solidaria que se propone recaudar dinero para la institución. No parece casual quien se puso al frente: Yáñez, actual primera dama, es periodista, hasta hace poco integrante de equipos televisivos, es actriz y ciudadana interesada en acciones sociales. También es la presidenta de la Fundación del Banco Nación. Si como dijo el presidente Alberto Fernández, vivimos un tiempo de excepción, una transmisión de esta naturaleza tiene pocos precedentes. La asociación con Las 24 horas de Malvinas, en 1982, es insoslayable. Más allá de irregularidades posteriores la transmisión, que en plena guerra realizó Argentina Televisora Color (ATC), sirvió para convocar, enfervorizar y unir. También es posible mencionar la propuesta que cada día del niño llevan a cabo Unicef y Canal 13 además de los Teleton, muy frecuentes en Latinoamérica, Centroamérica y España. En rigor, será la tercera vez que la TV abierta local admite transmisiones en conjunto. Las dos anteriores tienen un origen muy distinto a esta: los debates presidenciales del año pasado. En este caso, cada canal aporta tiempo y dos figuras representativas de su pantalla que se repartirán tareas de conducción. Lo que las seis frecuencias acordaron fue transmitir desde un lugar neutral, que será el estudio La Corte en el barrio de Chacarita. Más de 500 figuras del espectáculo, de la cultura, del deporte, argentinas y extranjeras, estarán desde sus casas dando aliciente a los donativos que, posteriormente, vía Banco Nación llegarán a las arcas siempre magras de la Cruz Roja. Hay que entender esto: si el sistema sanitario y hospitalario nacional casi siempre se las arregla como puede, la Cruz Roja camina permanentemente en la delgada línea roja y, en más de una ocasión, rumbo a la inexistencia. Que una ayuda a esta institución de bien público es más que urgente y necesaria lo marca el hecho de que durante el gobierno anterior una decisión de la gestión de María Eugenia Vidal lo colocó al borde del ahogo. Fue en 2018, cuando la quita del 50 por ciento de un subsidio importante puso en colapso la actividad de 17 escuelas de Enfermería. Al año siguiente se le repuso el presupuesto original de 100 millones de pesos y ahí “el respirador” volvió a funcionar.


La enseña de la Cruz Roja siempre estuvo viva, tanto en la asistencia de diversas pestes como en el terremoto de San Juan en 1944; documentales de la época revelan su presencia asistiendo a heridos en los bombardeos a la Plaza de Mayo en junio de 1955 y de igual modo cooperaron con los damnificados por las inundaciones en La Plata. Una inicial y fuerte presencia fue la que tuvo durante la epidemia de cólera de 1886, que en Buenos Aires provocó 5000 muertos, incluido Marcos Paz, vicepresidente de la Nación y en ese momento presidente delegado en ausencia de Bartolomé Mitre.


Pero el cólera, felizmente controlado por la ciencia, como ojalá pronto pueda suceder con el coronavirus, sigue afectando a muchos. Los compatriotas encolerizados de este tiempo, con el objetivo de seguir enfermándonos, anuncian para el domingo a las seis de la tarde un cacerolazo. Ahora piden que funcionarios, jueces y legisladores reduzcan sus salarios. Sus organizadores son casi todos los mismos que hace menos de un mes negaron quórum a un proyecto legislativo que buscaba reducir las jubilaciones de privilegios. ¡Qué necios! Deberían inspirarse, aunque sea un poquito, en algunos de los principios que hizo de la Cruz Roja una institución incuestionable: humanidad, independencia, neutralidad, imparcialidad, unidad, universalidad, voluntariado. La maratón solidaria del domingo, gesto mayor; el cacerolazo gesto menor. Por un lado, Unidos por la Argentina; por el otro Desunidos por vaya a saber qué Argentina. Por todo eso, hay una Cruz Roja y una Cruz Negra.


La Cruz Roja Argentina figura, por ley, como “Ente cooperador del Estado Nacional” y hoy, y siempre, se ocupó de ayudar a personas en situación de vulnerabilidad. Tiene más de 50 mil colaboradores en todo el país, 13 mil asociados y 8000 voluntarios. Los aportes que obtenga el domingo serán imprescindibles para hacer crecer a la institución, para sostener sus carreras de Enfermería, Radiología, Primeros Auxilios, Guardavidas, para mejorar su equipamiento e infraestructura, para volverla más fuerte y efectiva en esta y en futuras epidemias y para reinterpretar la consigna más noble de la entidad: “Ser voluntario no se parece a la vida: es la vida”. «



Para efectuar donaciones desde las casas: a través de la página web <www.cruzroja.org.ar dona=»»>; llamando al 08109992222; desde el celular al *9009, o por SMS con la palabra DONAR al número 3000.www.cruzroja.org.ar>