Para Mirta Busnelli, una actriz con más de 40 años de trayectoria, volver al teatro es una manera de continuar experimentando. A esta altura se siente una alquimista de la expresión, pero sigue buscando. Después de haber hecho más 60 funciones de La savia, escrita y dirigida por Ignacio Sánchez Mestre, siente que esta cuarta temporada recién estrenada es algo nuevo: que la obra y ella siguen mutando, que juntas siguen experimentando vivencias movilizantes que les dan forma a nuevas formas de narrar.

La savia es la historia de Elsa (Busnelli), una amante de las plantas y de los libros. Una lectora que no quiere olvidar y empieza a escribir. Lo que recuerda, lo que sucede y quizás lo que vendrá. A lo largo de la obra irá modificando de a poco su propia mirada y entrará en etapas de enojo, rencor y sutil renacimiento. Porque tal vez, como en la vida silenciosa del mundo vegetal, haya algo en nosotros que nunca deja de manifestarse y crecer.

«La savia no se parece a nada del teatro habitual. Es fuerte, pero llevadera a la vez, y va por otros carriles. Es una pieza hermosa, delicada, sensible, de las que me gustan, es poética, pero se maneja en varios planos, entre lo real y lo onírico. Todo es muy simbólico con esta obra. A mí me encanta el texto, armamos una relación entrañable con todo el equipo y esta vuelta al teatro es como un despertar para mí», detalla la actriz.

La pieza fue estrenada en el Teatro Cervantes en 2017 y se levantó porque Busnelli sufrió graves problemas de salud. Luego volvió a la sala Dumont 4040, en el off, para que la gente que se había quedado con ganas de verla pudiera acercarse durante 2019. Y ayer se reestrenó en el Metropolitan. «Con el tiempo transcurrido y las vivencias de cada uno, la obra sigue mejorando: se ensanchó, se lubricó y creció. Es algo bueno para el público porque el que viene otra vez, ve otra cosa».

Acompañan a Busnelli, Agustín García Moreno y Constanza Herrera, debutantes en el teatro comercial. «Son bárbaros, no parecen debutantes o nuevos, tienen una frescura que es ideal para sus personajes. Ellos son la sangre nueva, lo mismo que Sánchez Mestre, el autor y director. Este contraste de edades es bueno, porque de eso va la obra».

Elsa escribe sobre lo que le sucede, lo que rescata de la memoria y también sobre los sueños y fantasías, pero el personaje transita además, una etapa de dolor y frustración por el desamor: «Elsa es una mujer que ha llegado a una edad en la que está sola, separada, con hijos grandes, y al tener mucho tiempo decide escribir por miedo a perder sus recuerdos. Junta material y encara un renacer. Es algo con lo que me siento identificada, más a mi edad».

Busnelli revela que cuando elige un personaje se fija en que cuente algo nuevo. «Hay miles de seres humanos por hacer. Siempre son interesantes esos personajes a los que les pasa algo fuerte, que están muy mal o muy bien, que traicionan o padecen traiciones. Uno puede investigar qué le pasa a una persona ante esas situaciones», explica.

El reconocimiento de pares y del público es el mayor tesoro de Busnelli: «La gente se me acerca porque le caigo bien, porque le gusta como trabajo o se siente próxima, aunque no me conozcan. Pero que te digan que han disfrutado de tu trabajo, cualquiera sea, es siempre una satisfacción mayor a cualquier premio. Que te digan que se emocionaron o se divirtieron es lo más grato que te puede pasar porque uno deja el corazón en cada cosa que hace», destaca.

Busnelli es una de las caras más conocidas del Colectivo de Actrices Argentinas y ese compromiso le da tranquilidad. Según su visión, la revolución feminista está en su apogeo: «Siempre hubo luchadoras importantes, pero la conciencia que se está instalando es algo maravilloso. Es nuestro deber seguir peleando por el aborto legal y gratuito. Por la educación sexual en las escuelas, por cupos de trabajo y por la paridad salarial. Así como intentar detener los femicidios creando conciencia. Es estimulante ver lo que pasa con las jóvenes y cómo afrontan su tiempo. Yo las acompaño y creo que para enfrentar posturas que se instalaron desde hace siglos no hay espacio para aflojar. Por suerte el teatro toma esa posta y ya empiezan a verse cada vez más historias que muestren situaciones que históricamente fueron invisibilizadas».


La savia

De Ignacio Sánchez Mestre. Con Mirta Busnelli, Agustín García Moreno y Constanza Herrera. Sábados a las 20:30 en el Teatro Metropolitan, Av. Corrientes 1343.

Expectativas en un escenario complejo

Busnelli tiene las mejores expectativas por el cambio de Gobierno y considera que vendrán tiempos mejores. “Que Cultura vuelva a ser un ministerio es un primer paso necesario que había que dar –destaca–. Pero es mucho lo que hay que hacer y es muy difícil la situación del país. Tengo esperanzas, pero, al mismo tiempo, tengo muy claro que hay que tener paciencia. Porque más allá de lo económico, que siempre golpea más a los sectores más vulnerables, resulta muy preocupante la falta de futuro y la desorientación cultural en la que vivimos. La situación es mucho más compleja de lo que la mayoría supone.”
Para la actriz los cambios necesarios sólo se pueden dar si se construyen sobre bases sólidas. “Hay que replantearse cómo pensar la Justicia, la política, los movimientos sociales, las tareas de cada uno y las prioridades. Todo tiene que estar en revisión Mas allá de los colores políticos, siento que si no detenemos la decadencia ahora se hará cada vez más difícil. Espero y deseo que estén empezando los cambios necesarios en la dirección que necesitamos todos los argentinos”.