“Un año sin Abigail y un año sin respuestas”. Así resume Verónica Carniel, mamá de Abigail, el camino recorrido desde la desaparición de su hija, el 16 de abril de 2021. El sábado, cuando se cumplía el primer aniversario de su ausencia, cientos de personas marcharon en Mendoza para exigir la aparición de la joven, que tenía 18 años cuando se subió a un colectivo de la línea 353 en el barrio Sargento Cabral, en la localidad de Las Heras. Estaba con una amiga muchos años mayor, y bajó del vehículo antes de la parada más cercana a su casa. Fue lo último que se supo de ella.

“Lo que me genera este aniversario, igual que desde que empezó este triste camino hasta ahora, es mucha bronca. Porque la justicia y la policía no hacen nada. No buscan a mi hija. Están cómodamente en sus escritorios, nada más. No hay novedades, no hay búsquedas. Un año sin Abigail y un año sin respuestas”, lamenta Verónica en diálogo con Tiempo. “Solamente el aumento de la recompensa, que me parece una burla. Nada más. Hay gente que no habla: delincuentes y asesinos que no hablan. Sigue todo igual que en un primer momento”, critica y agrega: “Por parte de la justicia, siempre fue una tomada de pelo lo que hicieron hacia mi familia, hacia mí y hacia mi hija. Jamás la buscaron”.

El mes pasado, el Ministerio de Seguridad de la Nación elevó a dos millones de pesos la recompensa para quien pueda aportar información sobre el paradero de Abigail Carniel, cuyo caso está caratulado por la Justicia provincial como femicidio. La recompensa fue solicitada oficialmente –según consignó la agencia Télam- por el fiscal de Homicidios y Violencia Institucional de Mendoza, Carlos Torres.

A lo largo de la investigación, la Justicia detuvo e imputó como coautores de la desaparición de la joven a Vicente Cayetano Chumacero Martínez, de 42 años, y a Martín Ezequiel Márquez, alias «Chupete» o «Chupetín». Quedaron arrestados durante los rastrillajes realizados en mayo de 2021, en un predio del barrio Sargento Cabral. También fue detenido Claudio Armando Díaz, «Fido», quien había sido acusado de haber instigado el crimen, aunque luego fue desvinculado. En agosto 2021, los abogados de Chumacero Martínez y Ezequiel Márquez apelaron la prisión preventiva y fue aceptada por los jueces María Belén Salido, Víctor Comeglio y Marcelo Gutiérrez del Barrio, por lo que recuperaron la libertad. “Chupetín”, además, fue denunciado por violencia de género por una expareja.

A comienzos de este año, cuando Abigail llevaba casi nueve meses desaparecida, su madre decía a este medio: “Llegaron a confirmar que a Abi la asesinaron por escuchas telefónicas; hacía casi dos años que venían investigando a una red de narcotráfico: ahí escucharon la conversación de un hombre y una mujer que peleaban y la mujer le decía que era un asesino porque había matado a la pendeja desaparecida y el tipo le decía que se callara, porque le iba a pasar lo mismo a ella”. Además, aseguró que en el barrio Sargento Cabral hay gente que tiene información, pero calla “por miedo”.

Abigail, de 1,70 de altura, cabello negro, largo y ondulado y contextura robusta, estudiaba en un Centro de Educación Básica para Jóvenes y Adultos (CEBJA). Quería ser peluquera y “hacía unas trenzas hermosas”, según su mamá. “Quería avanzar. En mayo iba a cobrar el Progresar. Estaba ilusionada con eso”, contó. Y recordó que lo último que escuchó de su hija fue un “nos vemos, mamita”, cuando la fue a visitar a su casa para reconciliarse tras una discusión.

«Quiero saber dónde está, qué le hicieron, poder llevarle una flor. Y si está viva, saber a ciencia cierta que es así», dijo su mamá. Y añadió, en diálogo con el portal MDZ: «Lo que llegó a oídos de nosotros es que a mi hija sí le hicieron daño y estuvo tanto viva como muerta en un container. Ellos pensaron que Abigail estaba sola, que no tenía familia, ni una madre que la iba a buscar. Cuando vieron que empezamos a movilizarnos por todos lados, la sacaron de ahí y la llevaron para otro lado. Ojalá supiera para dónde”.