Una de cada dos mujeres del Gran Buenos Aires (GBA) sufrió algún tipo de violencia de género en la pandemia. Una de cada tres señaló que el agresor es su pareja y una de cada cuatro fue golpeada o amenazada con cuchillo o arma de fuego. Los datos fueron revelados por la «Encuesta de prevalencia de violencia contra las mujeres» realizada en 12 provincias del país por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGYD) y la Iniciativa Spotlight. Los resultados de Buenos Aires se presentaron este jueves en Mar del Plata, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

El trabajo fue realizado durante la pandemia de COVID-19 y es el primero de este tipo en todo el país. La investigación le pone números a una problemática ya conocida. Permitirá dimensionar y problematizar la violencia de género en los territorios para diseñar las políticas públicas más adecuadas. Los datos fueron presentados en el II Congreso de Políticas Públicas contra las Violencias de Género que se realiza este jueves y viernes en Mar del Plata.

La encuesta exploró cuatro tipos de violencia doméstica ejercida sobre mujeres: física, psicológica, sexual y económica por parte de una pareja actual o expareja en el marco de relaciones heterosexuales, tanto en algún momento de la vida como en el último año. También indagó sobre situaciones de abuso sexual cometido por varones emparentados o no a la mujer. Así, el sondeo reveló que el 48,9% de las entrevistadas del Gran Buenos Aires y el 44,7% de las que residen en el resto de la provincia atravesaron algún tipo de violencia de género ejercida por su pareja y/o expareja. El porcentaje promedio en las 12 provincias es del 45,4%. Entre las que lo hicieron en el último año, un 32,7% mencionó como agresor a su pareja actual, un número que trepa al 44% en el caso del interior bonaerense.

Si se analizan los datos por edad, las jóvenes de entre 18 y 29 años son quienes presentan mayores niveles de prevalencia en el Gran Buenos Aires (52,6%) y también en el resto de la Provincia (47,3%), a diferencia del total donde se ven más afectadas la franja de 30 a 44 años (45.4 %).

La violencia psicológica es la que aparece en mayor proporción: el 45,8% de las encuestadas en el Gran Buenos Aires y el 40,8% de las del resto de la Provincia indicaron haber vivido situaciones de ese tipo. El 24,6%, en tanto, experimentó violencia física entendida como amenazas de golpe de puño, con cuchillo y hasta arma de fuego. Ese número baja al 23,2% en el resto de la provincia. El 24,5% sufrió violencia económica y patrimonial.

El 19,2% de las entrevistadas vivieron algún episodio de violencia sexual por parte de su pareja actual o expareja a lo largo de sus vidas, un porcentaje mayor si se lo compara con el 17,7% del total de las mujeres encuestadas en las 12 provincias. El 18,7%, a su vez, señaló que alguna vez en su vida fue obligada a realizar algún acto sexual como desvestirse, tocarse o dejarse tocar.

Tras la presentación de la encuesta, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Ayelén Mazzina, sostuvo que «estos datos confirman que la violencia de género es un problema estructural y extendido en nuestra sociedad que requiere una profunda transformación social y cultural». Puntualizó que desde la cartera se trabajan en varias líneas de acción para abordar la violencia por razones de género, como el Programa Acompañar y el Programa Acercar Derechos y aseguró: «Tenemos el desafío de seguir articulando esfuerzos entre los distintos niveles y poderes del Estado, y la sociedad».

La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia, Estela Díaz, por su parte, valoró la investigación y aseguró que «los datos confirman algo que imaginamos, que es el alto índice de violencia de género en las relaciones sexo afectivas. Necesitamos junto a la ampliación de políticas públicas que se viene realizando en nación y provincia contar con estadísticas que nos ayuden a ponderar su impacto».

«Desde la provincia venimos haciendo estudios de violencia de género diferenciados y construyendo el primer sistema de indicadores con perspectiva de género. Todas estas herramientas son necesarias para evaluar el estado de situación, pero sobre todo para poder considerar si estamos en el camino correcto respecto a los planes, proyectos y programas para abordar las violencias y las articulaciones imprescindibles para la acción con llegada a cada territorio», agregó.

Claudia Mojica, Coordinadora Residente de ONU Argentina, dijo que la encuesta «es un logro para el país» que no contaba con datos de este tipo. «Este proceso da respuesta a un reclamo histórico del movimiento de mujeres de este país, así como de los Comité de Expertas tanto de CEDAW como de MESECVI (OEA) y ubica a la Argentina en un camino ya iniciado por otros países», concluyó.