Con marchas, paros, asambleas en los lugares de trabajo, cortes de calles y conferencias de prensa distintos espacios del movimiento sindical protestarán el lunes para visibilizar los derechos de las mujeres trabajadoras.

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora a partir de la brutal represión de una movilización en ese día de 1875 que se dio en el marco de una huelga de trabajadoras textiles en la ciudad de Nueva York. La represión policial se cobró la vida de 120 obreras que reclamaban la equiparación salarial con los hombres.

Fue en 1910, cuando, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas estableció esa fecha como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Más de cien años después la desigualdad de género en los lugares de trabajo sigue vigente. En la Argentina la brecha salarial entre hombres y mujeres supera el 20%. La situación es resultado de las remuneraciones de los convenios existentes en las diferentes actividades que responden a estereotipos de género y masculinización de los oficios con mejores salarios, de la discriminación abierta en los sectores no registrados y, a la vez, en la dificultad para el acceso de cargos jerárquicos y gerenciales de las mujeres en la abrumadora mayoría de las empresas (un estudio reciente del INDEC indica que el 4% de las mujeres que trabajan ocupan ese tipo de puestos cuando entre los hombres la proporción escala al 8%). A esa situación hay que agregar las horas de trabajo doméstico no remunerado que, en los hogares, recaen mayormente sobre las mujeres.

Por eso se trata de una jornada estrechamente vinculada al mundo del trabajo y de los sindicatos. Con el recrudecimiento de los femicidios y la violencia de género la jornada también sirvió para canalizar el repudio popular y los reclamos al poder político para poner fin a este flagelo que no cesa y que, en lo que va de 2021, ya supera un caso por día en promedio.

En el año 2018 se desarrolló el primer paro internacional de mujeres y, desde entonces y bajo distintas formas, las trabajadoras de nuestro país se manifestaron por sus derechos laborales y sociales.

Este año ya resolvieron convocar y adherir al paro de mujeres diferentes sindicatos y centrales gremiales. Se trata del gremio docente de la ciudad Ademys, de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa que lo resolvió en una asamblea nacional de trabajadoras, la Asociación gremial Docente de la UBA y distintas seccionales del SUTEBA a las que, finalmente, se sumó la propia CTERA.

Uno de los espacios que se ha venido reuniendo para coordinar su participación en la jornada con la denominación de «Mujeres Sindicalistas», agrupa referentes de sindicatos de las tres centrales. Por el lado de la CGT, en particular, participan referentes de sindicatos de la Corriente Federal de TrabajadrXs, junto con la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores además de dirigentes de las organizaciones sociales integrantes del denominado triunvirato de San Cayetano que, por la mañana, realizarán una conferencia de prensa en el monumento al trabajo y, por la tarde, concentrarán en el Congreso.

El documento elaborado por la CTA Autónoma, reclama “que se reconozcan y remuneren los trabajos comunitarios de cuidado, con sueldos acordes a la canasta” y, en tono crítico, exigen “reales y eficientes políticas estatales para terminar con los feminicidios y travesticidios y todo tipo de violencias”.

Para un de los sindicatos docentes de la Ciudad de Buenos Aires, Ademys, que se adelantó en la convocatoria al paro, “la pandemia ha profundizado la crisis económica precedente en todos los terrenos. Somos las mujeres trabajadoras ocupadas y desocupadas, las juventudes y las infancias quienes padecemos las consecuencias con un emprobrecimiento de nuestras condiciones de vida”. Y, continúan, “tanto el gobierno de Alberto Fernández, como los gobernadores oficialistas y “opositores” como Larreta comparten una orientación clara: destinar los recursos del país al pago de la deuda externa usuraria, en vez de destinarlos a la educación, la salud, la vivienda y el trabajo genuino. Quieren sostener las políticas de apertura económica sin ninguna consideración por la salud de las y los trabajadores, sin protocolos efectivos, con “vacunación vip” para algunos y ausencia completa de un calendario de vacunación viable para el resto”.

Para las docentes de Ademys, “por eso, impulsamos la campaña para terminar con las patentes y lograr la producción de vacunas contra el covid-19 con los recursos del país bajo control de las y los trabajadores, que permita un plan de vacunación masiva para gratuito y público contra la pandemia”.

El Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC), por su parte, emitió una declaración en la que destaca «la responsabilidad estatal» por la nueva ola de recrudecimiento de los femicidios» y, a la vez, «exige» a las centrales sindicales que «rompan con su integración al gobierno y convoquen a un paro y una movilización». El Frente de Lucha Piquetero, por su parte, promueve una movilización de Congreso a la Plaza de Mayo para el final de la jornada.