Si bien el Gran Buenos Aires tiene cuatro veces más población, en plena alza de los contagios el gobierno porteño mantiene la cantidad de testeos, con un índice de positividad superior al 46%. Eso significa que se están perdiendo casos, como ocurrió en la Villa 31.

Llegó a ser tapa de Clarín días atrás: la brecha entre Ciudad y Provincia es cada vez más amplia. Si bien es algo lógico por la cantidad de población, hay otro dato que yace invisibilizado: la diferencia en los testeos. Mientras en territorio bonaerense ya superan las 8000 muestras diarias, en el lado porteño los testeos no crecieron en estas semanas, a pesar de que el ministro de Salud, Fernán Quirós, sostuvo que tienen la capacidad para hacerlos. Y la tasa de positividad continúa con niveles exorbitantes, lo que significa que se están perdiendo casos.

El viernes 24 de julio, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta testeó 2705 personas, el siguiente viernes 31 de julio fueron 2743 personas. El 7 de agosto: 2841. Los datos del lunes, publicados este martes, marcan 2331 hisopados, y un 45,9% de positividad. Una semana antes, el 3 de agosto, fueron 2497 y 43,6% de positividad.

El número de la positividad es clave: significa que de cada cien muestras a residentes de Ciudad, 44 dan positivas, lo cual se traduce en gran cantidad de casos que se pierden en el camino. La OMS sostiene que esa cifra debe ser menor a 10% para que refleje un buen control del virus. Es a lo que fue llegando Chile las últimas semanas cuando logró bajar la curva de contagios. 

En Provincia también hay una alta positividad y los casos aumentan, pero también lo hace en paralelo la capacidad de testeo, que ya es de 7963 diarios en promedio, con 44 laboratorios: en la última semana de junio eran 4126, a mitad de julio fue de 5395, y en la última semana de julio alcanzaba los 7210 diarios. El 7 de agosto, que fue el pico de 5000 casos en territorio bonaerense, realizaron 10.551 muestras. El 9 de agosto, sobre 8235 testeos: 2904 positivos. Y ayer, que hubo 5402 infectados en Provincia, se alcanzó un nuevo récord de testeos. Todos los especialistas coinciden: con un nivel de positividad de entre el 40% y el 50%, si los testeos se duplicaran, habría casi el doble de contagiados. Es decir, hay muchos más infectados en el AMBA de los que reflejan los números.

«Nosotros tenemos cuatro veces más población por eso se justifica que tengamos más. Pero si haces 2000 testeos y tenés 1200 infectados te demuestra que tenés 4 o 5 veces más de infectados», apuntaron desde Provincia. Y acotaron que al diagnóstico suman otras estrategias de vigilancia epidemiológica, «como la Estrategia de Pooles en establecimientos semicerrados como geriátricos y establecimientos especializados en salud con internación. Se evaluaron 3402 personas de más de 100 establecimientos, de las cuales 477 fueron positivas, lo que contribuyó a evitar más de 40 brotes. A partir de mediados de julio se comenzó a implementar la estrategia también en la región sanitaria VIII. Y agregamos la estrategia de estudio de seroprevalencia en Barrios Populares, que busca contribuir a la vigilancia epidemiológica provincial por medio del estudio de anticuerpos IgG y estimar la seroprevalencia de infección por SARS-CoV-2 en barrios populares de la provincia de Buenos Aires con circulación local del virus».

«Otro de los objetivos de la estrategia de seroprevalencia apunta a identificar potenciales donantes de plasma», añadieron desde la gobernación. En Villa Azul Quilmes encontraron un 15% de seroprevalencia en la población. Bastante menor al de la Villa 31, donde el gobierno porteño detectó que la mitad se había contagiado, a pesar de que en su momento llegaron a testear al 10%.