El director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Martínez Carignano, dijo este viernes por la mañana que, de cada 100 conductores, menos de uno (0,8) da positivo al test de alcoholemia, pero aseguró que ese porcentaje que parece menor es «el que hace un desastre», en referencia a recientes siniestros ocurridos en la ciudad de Buenos Aires. Martínez Carignano sostuvo que en la Ciudad de Buenos Aires «bajó muchísimo la cantidad de conductores que dan positivo gracias a las campañas realizadas” y agregó que buscan «sacar de la calle» a quienes cometen esas infracciones, en referencia a quienes manejan tras haber consumido alcohol.

El último domingo el empresario Roberto Patricelli embistió con su vehículo a 150 kilómetros por hora a tres automóviles en el barrio porteño de Palermo, y provocó la muerte de dos jóvenes de 15 y 20 años además de nueve lesionados, tras lo cual se comprobó que tenía 0,51 gramos de alcohol por litro de sangre, apenas por encima de lo permitido (0,50). En tanto, este viernes por la madrugada otro conductor alcoholizado chocó tres automóviles en el barrio porteño de Belgrano, con un saldo de dos heridos, y el test arrojó que conducía con 1,78 g/l, más del triple de lo permitido.

«Queremos sacar de la calle a este tipo de conductores”, indicó el titular de la ANSV, y sostuvo que trabajan con el Gobierno porteño para conseguirlo, por ejemplo con el uso del scoring para suspender las licencias de conducir por acumulación de infracciones. “Lo que hacemos con la Ciudad es compartir los sistemas de infracciones, hacemos búsquedas y quienes en los últimos 6 meses acumulen 10 infracciones de exceso de velocidad, luz roja, alcoholemia o por adulterar las chapas, se les da 5 días para presentarse y ejercer su derecho a defensa. Si no lo hacen o son condenados, la ANSV suspende su licencia y tienen que empezar de nuevo el proceso de otorgamiento”, detalló. Al respecto, aclaró, que esto va a dirigido a conductores que pueden tener una infracción esporádica y a los “infractores seriales” y que “la quita de licencias es para todo vehículo automotor”.

Por otro lado, el funcionario señaló que, quienes generan este tipo de accidentes “no son conductores debutantes» sino que «vienen haciendo cualquier cosa hace tiempo hasta que se la ponen o matan a alguien”. Asimismo, indicó que una de las grandes discusiones, sobre este tema, es que no hay que esperar que una personas tenga 1, 2 o 3 gramos de alcohol en sangre para establecer que no está apto para conducir. «El alcohol afecta a las personas de distinto modo; hay personas que con 0.51 g/l, e incluso menos, no están en condiciones para conducir”, precisó.

Además, Martínez Carignano remarcó que están “peleando fuerte por el alcohol cero al volante”, y en este punto señaló que las licencias de profesionales tienen esta condición desde el 1996. En la misma línea, expresó que “hoy no existen las suspensiones de licencia de por vida», lo que consideró que sería «un gran paso porque actualmente uno puede especular con tener una cantidad enorme de infracciones y decide poder presentarse y le buscan la trampa para conseguir licencia con domicilio en otro lado”. Por último, el funcionario, se refirió al uso de celulares al volante y dijo que tienen una seria incidencia en los choques. «Usar el celular al conducir es morirse por responder un mensaje”, concluyó.