En la tarde del martes, Tiempo publicó el avance del gobierno porteño respecto a la instalación de cámaras dentro de escuelas públicas. En la nota se destacó la preocupación de las familias que exigían el retiro inmediato de ese dispositivo de control, que fue instalado en un aula donde los chicos y chicas cursan todos los días. En menos de 24 horas, ante el repudio generalizado y la difusión mediática, el ministerio de Educación a cargo de Soledad Acuña, dió marcha atrás con la medida y desinstaló la cámara. Las familias consideran esto como un triunfo y advierten que se mantienen en estado de alerta. Esta es la segunda vez consecutiva que el gobierno porteño da marcha atrás con la instalación de cámaras dentro de aulas. A inicios de esta semana suspendió la colocación de esos dispositivos en una escuela de Palermo.

«Hace minutos nos informaron de la Escuela 17 DE 8 que gracias a toda la movida que realizaron las familias y docentes, nuestro sindicato Ademys, y de la denuncia que se hizo pública por este medio, acaban de retirar de la escuela la cámara de seguridad que habían instalado en un aula», cuenta Andrea Bohus Secretaria de Cultura de Ademys. Este martes, la cartera que conduce Soledad Acuña, instaló un dispositivo fílmico de seguridad en 7 mo grado. En la misma jornada colocó, además, una jaula en el aula de 1er grado, porque la intención del gobierno porteño era poner este miércoles otra cámara en esa aula.

Cámara y alarma una vez desconectadas y quitadas del aula de la escuela de Parque Chacabuco

«Fue una mezcla de sensaciones. Fue sorpresivo, muy violento y agresivo e impactante al mismo tiempo. Nos sentimos ultrajados y muy maltratados y ninguneados, porque las maestras tampoco estaban informadas de que iban a instalar estás cámaras», cuenta a Tiempo Juan, padre de un nene que asiste a la escuela N°17. El hombre dió un dato hasta ahora desconocido: al momento que personal técnico de la empresa que trabaja para el ministerio de educación porteño entró al aula, desplazaron a los chicos y a la docente, para llevar adelante la instalación.  «Recién en ese momento las maestras se enteraron que lo que estaban colocando era una cámara de seguridad dentro del aula. La excusa era que en esa aula se guardaron todos los gabinetes con computadoras en el receso del verano, pero la cámara ni siquiera enfocaba dónde estaba el gabinete» agrega Juan y destaca que era ilegal por dónde se lo mire: «incluso si se planteará como un proceso pedagógico dónde se necesitan cámaras para registrar las clases, el ministerio necesita de la autorización de las familias como se hace cuando nos piden permiso para sacarle fotos a nuestros hijos en diferentes actos, etc».

El rechazo a la instalación de cámaras dentro de las aulas fue masivo y de varios sindicatos. Tras la publicación de la nota en Tiempo, la unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación salió a repudiar fuertemente el accionar de la ministra Soledad Acuña: “Esta instalación avasalla el derecho a la intimidad y la Ley 114 ·de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes» de la Ciudad”, manifestó el sindicato mediante un comunicado.

“Desde UTE”, sigue la misiva, “rechazamos este suceso, exigimos el retiro de las cámaras de forma urgente y reiteramos que la solución a los graves problemas de inseguridad en las escuelas no se resuelven con la instalación de cámaras que vulneran los derechos de alumnxs y docentes, sino con personal suficiente de maestranza, caserxs y la ejecución presupuestaria correspondiente”.

Falta de diálogo con las familias

Cuando la supervisión escolar notó que las familias de la escuela N° 17 DE 8 Profesor Raúl L. Bernardelli, comenzaron a repudiar masivamente la instalación de la cámara dentro del aula, rápidamente comenzaron a abrir los canales de diálogo, situación que no se dio previo a la colocación de los dispositivos fílmicos. “Ante las preocupaciones manifestadas durante el día de ayer con respecto a la instalación de cámara y alarma en una de las aulas de la Escuela, esta conducción informó sobre este hecho a la supervisión de Educación primario del distrito 8. Dicha Supervisión manifestó entender, comprender y compartir esta inquietud. También señaló que deseaba transmitir tranquilidad a las familias, ya que se ocuparía del tema”, comienza una carta de las autoridades del edificio escolar, dirigidas a las familias, previo a la desinstalación de la cámara.

Es la segunda “marcha atrás” consecutiva de Soledad Acuña

La presión y el reclamo de las familias y docentes se incrementaron tras conocerse la noticia de que en una escuela Técnica de Palermo, “Cristóbal M. Hicken”, también iban a instalar tres cámaras dentro de varias aulas. Rápidamente se organizaron y la supervisión cedió ante el enojo y el reclamo de padres, madres y docentes. Martín Acri, integrante de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) y referente educativo, confirmó el martes a este medio que la instalación de cámaras en la escuela Hickens finalmente no iba a prosperar, debido a que la comunidad educativa rechazó con contundencia esta iniciativa. “Las familias tuvieron un rol protagónico al rechazar por unanimidad la instalación de cámaras y el ministerio de Educación de la Ciudad, en principio, reculó y suspendió el proceso que había iniciado”, agrega Acri. La comunidad educativa exige mayor presencia de seguridad en la zona para evitar el robo de dispositivos informáticos, la instalación de dispositivos de control fuera de la escuela, y la instalación de rejas por los lugares que pueden ingresar los delincuentes.