“Posibles reacciones adversas”. Con esa frase, el laboratorio AstraZeneca anunció que frenó sus pruebas de Fase 2/3 de la vacuna contra el Covid-19 que desarrolla junto al Instituto Jenner, de la Universidad de Oxford, por el efecto que produjo en uno de los participantes.
Es todo lo que se sabe. El testeo de la vacuna (conocida como AZD1222) que será producida en la Argentina por el laboratorio mABxience (que por estos días transita la etapa de transferencia de tecnología desde AstraZeneca para iniciar la producción con vistas a su distribución en el primer semestre de 2021) debió suspenderse momentáneamente, hasta que los investigadores del laboratorio sueco-británico revise las causas de ese resultado inesperado.
“El proceso de revisión provocó una pausa en la vacunación para permitir la revisión de los datos de seguridad”, dijo un vocero de AstraZeneca.
Hasta aquí, en las etapas 1 y 2 de las pruebas, realizadas durante el mes de julio, se había comunicado que el 60% de los mil voluntarios que recibieron la vacuna experimentaron efectos secundarios leves, como fiebre, dolor de cabeza, algún dolor muscular. Efectos adversos habituales en muchos tipos de inmunizaciones, que generan cambios en el organismo de los pacientes inoculados, y que en fases ulteriores del estudio fueron disminuyendo.
Desde la empresa se advirtió que se trata de algo habitual en los protocolos de desarrollo de vacunas o cualquier otro medicamento, si se manifiesta en uno o más voluntarios una enfermedad o reacción adversa que no tenga explicación evidente. Se estiman que los estudios que se realizan ahora a esa persona darán esa respuesta.
«Durante el transcurso de pruebas de gran envergadura habrán enfermedades aleatorias, pero estas deben ser revisadas de manera independiente. Estamos trabajando para acelerar la revisión de este único evento para minimizar cualquier potencial impacto en los objetivos temporales de la prueba. Estamos comprometidos con la seguridad de nuestros participantes y mantenemos los más altos estándares en nuestras pruebas”, finalizó el comunicado de AstraZeneca.
En la Argentina, mientras tanto, el trabajo continúa. El biólogo Esteban Corley, director de mABxience, explicó este miércoles que “tenemos al ciento por ciento del personal trabajando en la transferencia tecnológica. Hay una serie de estándares que hay que cumplir, de trazabilidad y de consistencia”. En declaraciones al sitio NEXCiencia, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Corley agregó que se planea arrancar con la fabricación de23 o 24 millones de dosis mensuales, para buscar luego duplicar esa cantidad
Los estudios de Fase 3 de esta vacuna comenzaron en agosto en Estados Unidos, donde se vacunará a 30 mil voluntarios en 62 ciudades, pero todo indica que el paciente que presentó reacciones adversas graves pertenece a la fase previa de testeos, que se realizaron en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica.