El consumo de éxtasis se incrementó un 146% en los últimos siete años en la Argentina, según un reciente informe de la Sedronar que también estableció que la edad promedio de inicio a esta droga se da a partir de los 22 años aunque ”la mitad de las personas comenzó a los 20 años o antes. El mayor consumo se observa de los 18 a 34 años”.

El éxtasis es una droga sintética de la familia de las anfetaminas que puede provocar euforia, pérdida de las inhibiciones, hiperactividad y disminución de la sensación de dolor físico; a largo plazo, su consumo produce deterioro cognitivo.

“El cerebro termina de formarse a los 18 años, nos preocupa que esta y otras sustancias psicoactivas comiencen a consumirse a edades cada vez más tempranas”, dijo a Télam Verónica Brasesco, titular del Observatorio Argentino de Drogas.

El informe arrojó algunos datos para tener en cuenta: El 4,5% de las personas que consumió éxtasis lo hizo por primera vez a los 15 años o antes, mientras que el 30,1% lo hizo entre las 16 y los 19 años, el 63,6% entre los 20 y los 30, y el 1,8% después de los 30.

Por otro lado, el 24% de los que alguna vez probó siguen consumiendo y la última vez que lo hizo fue hace menos de un mes, y según estadísticas anteriores de la Secretaría, en 2015, el 7% de los estudiantes de quinto año del secundario habían consumido éxtasis.

Desde este organismo informaron que “para prevenir y reducir los riesgos del consumo de éxtasis, la Sedronar implementa acciones en contextos de nocturnidad -eventos masivos, fiestas electrónicas, bares y boliches de grandes centros urbanos”.

“El objetivo es llegar a más usuarios y en ámbitos donde no llegan las estrategias convencionales. Estas acciones incluyen carpas socio-sanitarias donde hay puestos de hidratación y descanso y personal preparado para asistir a aquellos que se descompensen”, comentó a Télam Diego Ruiz, del área de Prevención de Sedronar.

En estas carpas, el personal dialoga con los asistentes y entrega folletería informando sobre los riesgos relacionados con el consumo de éxtasis, como los que implica combinar esta sustancia con alcohol o repetir la dosis.

“También se capacita a los bartender y al personal de seguridad para que observen casos de abuso o intoxicación y avisen lo más rápido posible a la carpa socio-sanitaria. Este tipo de intervenciones comenzaron hace un año. Llegamos, por el momento, a barrios de la ciudad y localidades de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Bariloche. El objetivo es llegar a más lugares”, agregó Ruiz.

Respecto al conjunto de drogas ilícitas, el éxtasis registra una tasa de consumo relativamente baja, durante el último año entre la población en general sólo 0,3% tomó esta droga. Entre otros factores, esto puede deberse a la percepción de dificultad en el acceso: sólo el 18,5 de la población manifiesta que es fácil conseguir éxtasis, mientras que casi el 39% cree que es fácil comprar marihuana, y el 29,4% expresó que es fácil acceder a la cocaína.

El último Estudio de Consumo de Sustancias de la Sedronar -estadísticas que no se presentaban desde 2010-, muestra que hubo un aumento “significativo en las tasas de consumo de marihuana, cocaína, éxtasis y de alguna droga ilícita”.

En el caso de marihuana, la diferencia entre ambos estudios es de 9,3% porcentuales, y en términos de incremento implica un tasa del 121% con respecto al año 2010.

El consumo de alguna vez en la vida de cocaína tuvo una variación de 2,7 puntos porcentuales, alcanzando una tasa de 5,3% según el último estudio. En cuanto a la prevalencia de consumo de éxtasis, si bien es baja (1,3%), su tasa de incremento con respecto al año 2010 fue del 146%.

Finalmente la tasa de consumo de alguna droga ilícita duplica a la del año 2010 resultando que el 18,3% de la población bajo estudio probó alguna vez en su vida alguna sustancia de uso ilegal.