Cientos de Bomberos Voluntarios de todo el país realizaron en el mediodía del jueves un abrazo simbólico al Congreso de la Nación para visibilizar la situación alarmante que viven los cuarteles. Entre los reclamos que se escucharon al Gobierno nacional estaban el pago de los 147 millones de pesos que adeuda por el excedente de recaudación durante el 2017 y la incorporación al presupuesto de este año de 614 millones de pesos que no fueron contemplados.

Además, pidieron que no se toque la Ley Nacional 25.054, sancionada por unanimidad por las dos cámaras en 2014. La ley creó un fondo especial a partir de un aporte del 5 por mil de lo que recaudan en concepto de pólizas contra incendios todas las aseguradoras del país. El Gobierno pretende modificar ese aporte en beneficio de las empresas y en perjuicio de los Bomberos: busca bajarlo al 3,5.

El Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina asegura que la Secretaría de Protección Civil del Ministerio de Seguridad de la Nación lleva dos años sin responder a los reclamos. “La grave situación por la que se está atravesando pone en peligro la vida de nuestros bomberos y la prestación del servicio público que brindamos en el 80% del territorio nacional; poniendo en riesgo la seguridad siniestral, es decir, las vidas y los bienes de los más de 40 millones de argentinos”, denuncia el comunicado.

El panorama preocupa porque se trata de un tema sensible. La semana pasada, luego de los incendios en Grecia, no fueron pocos los que señalaron a la Unión Europea por el rigor fiscal al que sometió a ese país durante una década, lo que llevó a despedir a quienes cumplían tareas de prevención o que podrían haber colaborado en el rescate.