El 1 de marzo el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, fue hasta Misiones para inaugurar el ciclo lectivo. Lo hizo desde el nuevo edificio de la Escuela Especial N°1 “Clotilde González de Fernández Ramos”, en el Barrio Kennedy de Posadas. Pero su viaje incluyó algo más: el encuentro con el presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Juan José Szychowski y el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad. ¿La razón? Le propusieron llevar a todo el país el programa “El Mate en la Escuela”, que ya se instrumenta en esa provincia.

Se trata de un programa que propone contenidos pedagógicos relacionados a la producción de yerba mate, su valor para la cultura nacional y sus propiedades para la salud. Además, le otorgan a los alumnos mates autocebantes, yerba y dispensers de agua caliente para tomar la infusión durante las clases.

Según afirman, buscan «generar el hábito de consumir un alimento sano como lo es la yerba mate y presentarlo como alternativa a otros productos menos saludables, como gaseosas o jugos».

Sostienen que mediante este proyecto, el mate se transforma en una herramienta del aprendizaje, «motivando y mejorando la socialización entre los estudiantes e incrementando el conocimiento sobre la actividad yerbatera y la Infusión Nacional». ¿Cuáles son los objetivos? Enumeran tres: Intensificar la enseñanza de contenidos afines de la cadena productiva de la yerba mate; incentivar el conocimiento integral y la comunicación entre los estudiantes y la relación docente-estudiante; promover un hábito saludable.

En diálogo con LU9 Radio Mar del Plata, Jonas Petterson director del INYM, comentó: «Es un programa que diseñó un ingeniero hace bastante tiempo. Consiste en un acuerdo con los ministerios de Educación, en principio lo hicimos con la provincia de Misiones con cuatro escuelas, donde nosotros llevamos materiales sobre todo de la yerba mate, calentadores térmicos y un kit de mate autocebante».

En 2022 el programa se instrumentó en los cursos de 3°, 4° y 5° año en colegios de las localidades de Los Helechos, Comandante Andresito, Azara, Dos de Mayo, Posadas, Apóstoles y Oberá.

«Todo esto se desarrolló en la época de la pandemia para que cada alumno pueda tener su propio mate. La idea es llevar el conocimiento a la aulas sobre la yerba mate y a su vez proporcionar un producto sano y energético a los estudiantes que les favorece mucho en la concentración en el horario de clases –acotó–. El mate nos mantiene muy despiertos y no es perjudicial para salud, todo lo contrario, nos hace consumir agua. Una de las propiedades es que es antioxidante, un producto energético, te mantiene despierto como el café, pero no te daña. La otra ventaja es que nosotros nos olvidamos de tomar agua y con el mate sin darme cuenta lo hacemos durante todo el día».

Ahora el próximo paso es que presenten la documentación en cada Ministerio (teniendo en cuenta que la educación es provincial) «para nacionalizar el programa». Según contó, también quieren conseguir «una alianza con las empresas productoras para suministrar a las escuelas».

El Instituto realizó un relevamiento a fin de años entre quienes implementaron la iniciativa. Según difundieron, un 91% de las y los estudiantes expresó que querían continuar el proyecto el año siguiente; y un 97,9% de docentes consultados opinó que “El Mate en la Escuela es una herramienta pedagógica de importancia, que aporta conocimientos a los alumnos”.

La historia del mate comenzó con los guaraníes, que usaban las hojas de la yerba mate como bebida, objeto de culto y moneda de cambio porque la consideraban un regalo divino. Después, fueron los jesuitas los que la popularizaron al introducir el cultivo en las misiones jesuíticas guaraníes.  

El 3 de julio de 2013 se declaró al mate como la infusión nacional de Argentina. Luego, el 17 de diciembre de 2014, se estableció que el 30 de noviembre de cada año sea considerado como el Día Nacional del Mate, en conmemoración al nacimiento del caudillo guaraní Andrés Guacurarí y Artigas, quien gobernó entre 1815 y 1819 la entonces Provincia Grande de las Misiones, donde fomentó la producción y distribución de la yerba mate.

Más allá de lo pedagógico, la propuesta del mate en las escuela tiene un costado socioeconómico, buscando revalorizar a la industria de este producto. Según datos del INYM, la yerba mate está presente en más del 90% de los hogares de la Argentina, donde se consume un promedio de 6,4 kilos por habitante. En el informe mensual de enero señalan que se elaboraron 20.169.584 kilos de yerba mate para mercado interno, mientras que 2.755.880 kilos fueron exportados, con vistas a sumar nuevos mercados. Por ejemplo, Bangladesh, donde hace pocos días reabrieron la embajada, y en cuyo país «la argentinidad» es furor.