El Jefe de la Prefectura de San Carlos de Bariloche, Prefecto Principal Leandro Ruata, no logró sostener la hipótesis de que hubo un enfrentamiento en la comunidad Lafken Winkul Mapu, en el operativo que derivó en la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel. Apenas aseguró que “le habían contado” que se produjo un intercambio de disparos, aunque aseguró que no recordaba quién se lo había dicho. Ese testimonio inconsistente, de todos modos, superó el relato de otros 14 integrantes del grupo Albatros, de la Prefectura Naval que estuvieron durante la represión del 25 de noviembre, aunque ellos no ingresaron a la comunidad y aseguran no haber escuchado disparos.

De este modo, ya con la primera ronda de declaraciones de los testigos ante el Juez Gustavo Villanueva se diluye la hipótesis del enfrentamiento, como lo sostuvo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, junto con sus funcionarios, en un primer momento.

Ruata es el mismo que el 3 de octubre de 2017 solicitó al juez Gustavo Lleral la realización de un nuevo rastrillaje por una zona ya recorrida del río Chubut, en la comunidad Cushamen, durante la búsqueda de Santiago Maldonado. A pesar que ese lugar ya había sido rastrillado, llamó la atención la precisión del dato aportado por el prefecto, que fue determinante para que el hallazgo del cuerpo del joven desaparecido.

En la web de “En Estos días”, un medio generalmente bien informado de Río Negro se estableció que los testimonios de los uniformados, coincidieron sobre que las operaciones en Mascardi fueron dirigidas por un oficial al que todos llaman “Berra”, quien no sería otro que el Oficial Principal Juan Pablo Berra. El juez Villanueva lo citaría a declarar para los próximos días.

Del interrogatorio a los uniformados también participó el abogado de dos jóvenes mapuches aún imputados en la causa, Matías Schraer, quien advirtió que las frases que más se escucharon fueron “no lo recuerdo”, “no le podría precisar”, “yo no vi”, “yo no escuche”. Los efectivos son en su mayoría muy jóvenes y muchos de ellos refirieron que sintieron “miedo” y que “estaban muy nerviosos”, entre diversos testimonios ambiguos respecto de qué sucedió montaña arriba, ya que todos se quedaron en la ruta, cerca de la tranquera de ingreso a la comunidad. Ninguno pudo confirmar que escuchó disparos. Entre los 15 Albatros que declararon, 10 son miembros del grupo Grupo de Operaciones Antidisturbios (GOA), mientras que quienes participaron de los hechos sucedidos montaña arriba pertenecen al Unidad de Operaciones Policiales Especiales (UOPE), una unidad especial dentro del grupo.