Choferes de la línea de colectivos 60 anunciaron que el paro que desde el jueves mantiene paralizado el servicio continuará «por tiempo indeterminado» hasta que la empresa «cumpla con las adecuaciones necesarias» para mejorar las condiciones de seguridad laboral.

«A pesar de todas las denuncias que hacemos, las cosas no se adecuan a nuestras necesidades y eso es fundamental», declaró Esteban Simonetta, uno de los delegados gremiales de la línea 60, cuyos diversos recorridos van desde el barrio porteño de Constitución hasta terminales en el norte del conurbano y transportan en conjunto a unos 250 mil pasajeros diarios.

Simonetta anticipó que la medida de fuerza continuará si la compañía Micro Ómnibus Norte S.A. (MONSA), que opera la línea, «no se aviene a cumplir con las adecuaciones necesarias» para mejorar las condiciones de seguridad para los trabajadores.

En declaraciones a FM Delta, el delegado relató que la medida fue tomada luego de una revisión conjunta efectuada por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, representantes del sindicato UTA y el Ministerio de Trabajo, en la que, según indicó, fueron «constatadas» las denuncias de la comisión gremial interna.

«Vinieron a verificar todos los incumplimientos, se multa a la empresa, se la vuelve a inspeccionar y ayer se volvió a constatar que, de 97 puntos infraccionados, 94 seguían sin cumplir en las cabeceras de Barracas, Ingeniero Maschwitz y en las terminales intermedias de Escobar y Plaza Italia», detalló.

En contrapartida, la empresa MONSA aseguró en un comunicado que el paro es «injustificado» y que en las inspecciones realizadas ayer por el Ministerio de Trabajo «sólo en Maschwitz recibió algunos requerimientos menores» y que los mismos «no afectan la seguridad de la operación del personal».

El comunicado también aludió al «desgraciado accidente» que en septiembre del año pasado costó la vida al operario David Ramallo y originó una fuerte protesta gremial contra la inseguridad laboral en instalaciones de MONSA, pero que para la empresa se debió a «una serie de hechos fortuitos y errores humanos».

Además, mencionó inversiones realizadas en la terminal de Barracas -sur de la ciudad de Buenos Aires- y señaló que esta año se realizó la «auditoría final para certificar la primera de las cuatro etapas de la Norma IRAM 3810», que comprende requisitos en materia de seguridad vial.

Finalmente, reiteró que el paro es «arbitrario e injustificado» y lamentó que los usuarios del servicio «se vean perjudicados por la medida de la que la empresa no es responsable».

Por el contrario, Simonetta sostuvo que la empresa «tiene que presentar las adecuaciones, comprometerse a cumplirlas y reducir los riesgos en los puestos de trabajo, ya sea en relación al mantenimiento de unidades como en las cabeceras, porque no queremos que la muerte de David sea en vano».