La situación es acuciante y para acelerar los tiempos, los referentes de los comedores y merenderos de los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires habían decidido marchar este lunes 1 de febrero a la sede de Jefatura de Gobierno porteño luego de denunciar un recorte en las raciones de comida. Sin embargo, la lluvia aplazó los planes para este jueves ya que las necesidades no cambiaron. “La semana pasada tuvimos una reunión con funcionarios, pero fue desastrosa y no sacamos nada positivo así que se resolvió profundizar las medidas”, explicó a Tiempo la trabajadora social Eva Alarcón, referente del comedor comunitario Padre Daniel de la Sierra de la Villa 21/24.

“No podemos improvisar con el armado de las ollas, la elaboración de los alimentos y la movilización de las familias que nos van a acompañar, que dependen de lo que cocinamos todos los días, por lo que ameritaba que posterguemos la medida que habíamos dispuesto para este lunes y llevarla adelante el jueves ya que prácticamente no hay riesgo de que haya mal tiempo”, añadió Alarcón.

El viernes pasado, el director del programa de Apoyo a Grupos Comunitarios del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, Mauricio Giraudo, y el gerente operativo del área, Gustavo Posteraro, se reunieron con representantes de comedores y merenderos comunitarios en la Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la Villa 21/24, en el barrio de Barracas.

“Los dos vinieron bajo presión, porque desde el año pasado que estamos tratando de tener una reunión con ellos. El único encuentro al que habían accedido fue por Zoom, sabiendo que no nos íbamos a poder comunicar porque el wifi que tenemos acá es informal. Estábamos todos amontonados detrás de un celular para hablar de un tema tan clave para nosotros como la emergencia alimenticia. Es una vergüenza”, reconstruyó la joven.

“Cuando vinieron fuimos claros. Estamos recibiendo más gente que raciones y cada vez se nos hace más difícil dividir la comida que recibimos para que alcance para todos. Nuestro principal reclamo se debe a una reducción en el gramaje de los alimentos, estamos estirando la olla pero más no podemos”, puntualizó Alarcón, quien se quejó de que “ellos saben la cantidad de personas que vienen porque nos controlan todo el tiempo, sin embargo la respuesta que obtuvimos fue que Gustavo se ofendió y dejó de hablar; y Mauricio directamente nos contestó que no nos iban a devolver esos gramajes”.

Además, la referente de la Villa 21 explicó que se le planteó a las autoridades las necesidades de mejorar la infraestructura edilicia y el equipamiento. “Si bien tenemos un subsidio semestral, necesitamos que se actualicen los montos porque por ejemplo al no tener gas natural tenemos que renovar periódicamente los tubos de gas, ya que al usar ollas de 80 litros se consumen muy rápido”, graficó.

De la misma manera, los manifestantes exigirán el reparto de agua envasada y la asistencia de camiones cisterna para abastecer a los comedores y merenderos, sobre todo en los sectores más afectados por la falta del servicio.

Por último, los convocantes a la movilización, que partirá desde el cruce de Iriarte y Zavaleta, reclaman que en la elaboración de los menú participen nutricionistas y que la implementación de la denominada Ley Ramona, contemple a las voluntarias de los comedores y merenderos como trabajadoras.