Comenzó el juicio por el femicidio de Claudia Schefaefer, de 44 años, quien fue asesinada de 74 puñaladas por Fernando Farré en 2015 en el interior de una casa del country Martindale de Pilar. El empresario este lunes empezó a ser juzgado en el Tribunal Oral Criminal Nº2 de San Isidro, mediante un juicio por jurados que debe determinar si el acusado es imputable o no.

El brutal femicidio ocurrió el 21 de agosto de 2015, cuando Schaefer fue a retirar sus pertenencias de la casa que la pareja alquilaba en el country Martindale, mientras atravesaban un divorcio conflictivo.

La mujer había logrado sacar a Farré de la casa tras denunciarlo por violencia de género. Sin embargo, cuando ella fue al vestidor a juntar su ropa, el femicida cerró la puerta con llave y la apuñaló 74 veces con dos cuchillos.

Carolina Carballido Calatayud es la fiscal del caso y llegó a la instancia de juicio oral fundamentando que Farré es un hombre violento y el protagonista de un femicidio premeditado. Y subrayó que la primera estrategia del acusado iba a ser utilizar la emoción violenta, pero esta versión de los hechos fue descartada por la Justicia de San Isidro tras la lectura de de los resultados de las pericias psicológicas y psiquiátricas.

El informe explica que el femicida es «razonante, calculador, frío, egocéntrico y narcisista, con rasgos psicopáticos y paranoides” y que “no muestra angustia ni arrepentimiento de lo hizo».

A lo que desprende de estos estudios se le suma el testimonio de uno de los vigiladores que vio a Farré después de haber cometido el femicidio. El hombre dijo ante los jueces que el acusado “no mostró arrepentido ni angustia y que en todo momento intentó justificar el crimen diciendo: ´ella me dijo que era un pobre tipo´».

Las pericias indicaron que los actos realizados por Farré guardaron lógica, dirección y objeto: estar solo con su víctima y cerrar la puerta para apuñalarla 74 veces.

En la primera audiencia la fiscal imputó a Farré por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo en contexto de violencia de género». Cabe destacar que esta caratula contempla la pena de prisión perpetua.