“Uno de los problemas actuales que tienen los Institutos Superior de Formación Docente (ISFD), es que carecen de profesores titulares. Sin estos, estamos imposibilitados de conformar los equipos directivos”, comenzó su discurso en la legislatura Mariana Rosetti, rectora del Instituto Superior del Profesorado Joaquín V. González. “Como no podemos conformar listas con docentes titulares porque no los tenemos, para realizar las elecciones de las autoridades, esto impacta de forma directa en la dinámica democrática institucional”, agrega Rosetti, en una nueva jornada de debate sobre la modificación del estatuto docente.

El 15 de marzo, la ministra Soledad Acuña presentó formalmente la modificación del estatuto docente en el Salón Alfonsín de la legislatura porteña. Lo hizo a puertas cerradas, sin que maestros, maestras o referentes educativos, pudieran ingresar a escuchar su exposición. Dos semanas después de su presentación formal, comenzó el debate en comisiones, y el 12 de mayo el gobierno porteño anunció que se votará en el parlamento. En cinco semanas de debate, la ministra Acuña está decidida a modificar las garantías y derechos laborales de trabajadores y trabajadoras de la educación, sin aceptar ninguna modificación propuesta por la comunidad educativa.

Este jueves fueron a hacerse escuchar los representantes de los ISFD, uno de los sectores más damnificados con esta nueva modificación estatutaria, debido a que deja afuera de la titularización a 35 mil docentes y, la gran mayoría de ellos, pertenecen a los terciarios. Durante casi 12 años vienen trabajando de manera precarizada al carecer de los mismos derechos que tienen los profesores titulares, al mismo tiempo que no pueden postularse a cargos directivos.

“Hay falta de docentes en las escuelas porteñas y no lo están resolviendo con esta modificación. También hay problemas con las conducciones, porque no hay quién quiera ni pueda hacerse cargo de las mismas; y tampoco lo resuelve este proyecto, al contrario, desincentiva”, explica a Tiempo la diputada porteña del Frente de Todos y vicepresidenta de la comisión de educación de la legislatura, Maru Bielli. “Acuña nos quiso vender éste proyecto como una transformación educativa, pero es una burla porque ‘rasca donde no pica’. Además meten la titularización de un sector de docentes dejando fuera a miles, cuando en realidad lo que se necesita es una Ley de Paritarias docente para que se discutan los aumentos como cualquier otro sector”, agrega Bielli.

La diputada porteña, asegura que “en la mayoría de los ISFD el 90% de los docentes no son titulares, son interinos, y no pueden acceder a los cargos de conducción. Acuña está vaciando a los institutos por goteo, lo que no pudo hacer con la UniCABA por la resistencia de la comunidad educativa, lo hace a lo largo del tiempo”.

El apuro del gobierno porteño con este tema es notable. Teniendo la mayoría en la comisión educativa, avanza rápidamente con las firmas de los artículos, escucha a los diferentes sectores afectados, pero se niega a incluir cualquier modificación presentada por los mismos. “Es un circo, invita a algunos representantes de la comunidad educativa a hablar con los asesores, pero no aceptan ninguna modificación y lo hacen rápidamente. La verdadera intención de este proyecto es llevar adelante el objetivo original de Soledad Acuña, que es cerrar los 29 Institutos terciarios y que todo quede en manos de la UniCABA”, dice a Tiempo el legislador porteño del Frente de Izquierda (FIT) Gabriel Solano. “Están buscando vaciar los ISFD, que se caiga todo, y transferir todos los estudiantes a la UniCABA. Además, esta modificación establece un salario por mérito por el cual nos oponemos rotundamente. Aparte todo el proyecto es un gran verso, porque cuando estuvo acá Soledad Acuña le preguntamos cuántos cargos iban a crear y muchas cosas más, y no pudo responder nada”, cierra Solano.

Según se desprende del texto, los ejes centrales de la reforma están vinculados con el sistema de ascenso en los niveles inicial y primaria, el incentivo salarial a los docentes que concurran a una “capacitación continua”, un nuevo rol para el preceptor de la secundaria; y una titularización «excepcional» de cargos interinos de escuelas de media, técnica, artística y Centros de Educativos de Nivel Secundario (CENS). Mientras algunos referentes exponían en la legislatura, afuera montaron una radio abierta para dar a conocer a la sociedad las consecuencias de avasallar el estatuto.

“Yo soy docente y trabajo en tres Institutos de Formación, en todos soy interina hace más de 11 años”, cuenta a Tiempo Claudia Loyola, que es formadora de docentes en la Escuela Normal Superior N° 10 «Juan Bautista Alberdi»; en el Instituto Superior del Profesorado de Educación Inicial “Sara C. Eccleston; y en la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Nro 1 “Roque Sáenz Peña”. “Estoy inhibida de un montón de derechos que sí tienen los compañeros y compañeras titulares. Esto más allá de lo personal, es una estrategia del gobierno porteño para debilitar a nuestras instituciones”, agrega. En el mismo sentido, la docente Sandra Condoleo, afirmó a este medio que “en el Normal 6 donde yo trabajo, de un total de 102 docentes hay apenas 8 titulares y el resto son todos interinos, es decir: el 93% de la planta total de profesores y profesoras están precarizados”.