La justicia porteña condenó a un taxista a cumplir una pena de dos meses de prisión en suspenso, inhabilitó su licencia de conducir por cinco años y lo obligó a cumplir dos años de tareas comunitarias por haber agredido a un remisero al que, según alegó en tribunales, confundió con un conductor de Uber.

Durante el juicio abreviado, la jueza en lo Penal, Contravencional y de Faltas 9 de la Ciudad, María Martínez Vera, condenó a Nicolás Beno a dos meses de prisión en suspenso por considerarlo autor penalmente responsable del delito de daño en forma dolosa.

Se trata del primer fallo que condenó a un taxista por agredir a un chofer de Uber y se conoció tras los ataques sufridos por varios conductores que trabajan con esa aplicación en los últimos días.

Martínez Vera ordenó además que durante los próximos dos años Beno realice un taller de Convivencia Urbana dictado por la Subsecretaría de Promoción de Derechos Humanos de la Nación y determinó cinco años de prohibición para que ejerza su profesión en la ciudad de Buenos Aires.

En ese sentido, la Secretaría de Transporte porteña le declaró la caducidad de la licencia de taxi y la inhabilitación para ejercer el Servicio Público de Automóviles de Alquiler con Taxímetros en la Ciudad por un periodo de cinco años.

En la madrugada del 27 de octubre de 2017 Beno atacó con una gomera un remís que circulaba por el barrio de Palermo. El objeto contundente provocó el estallido de la luneta del auto que tenía un pasajero a bordo, tras lo cual el remisero persiguió al taxista mientras avisaba lo ocurrido a la Policía.

El chofer del remís, que realizó la denuncia, utilizaba Cabify, que también es una aplicación para el transporte, pero tiene una modalidad que se ajusta a la regulación de los remises.