Desde que el gobierno porteño comenzó en noviembre pasado a tratar la idea del proyecto del nuevo metrobus, que atravesará las Comunas 7, 9 y 10 de la Ciudad; hasta hoy, pese al rechazo generalizado de vecinos y comerciantes del distrito, lo único que cambió fue el avance de las obras, pero el diálogo con quienes reclaman sigue totalmente cortado. Los barrios de Parque Avellaneda, Mataderos y Flores, entre otros, son los más afectados. En reiteradas ocasiones, vecinos y vecinas del lugar, afirmaron que es un metrobus inútil, innecesario, una obra inconsulta y que perjudicará enormemente la situación económica de las comunas, dado que provocaría la pérdida de más de 2.000 puestos laborales, debido a que los clientes ya no podrán adquirir mercadería de los comercios sanitarios de la zona, por verse imposibilitados a estacionar sobre la Av. Alberdi, además de que, una vez terminado el metrobus, afectará fuertemente el medio ambiente. A este reclamo, se suma un informe del Observatorio del Derecho a la Ciudad que confirma la inconstitucionalidad de esta obra, por ende, la ilegalidad de la misma.

“Estamos en la misma situación que la semana anterior, la obra sigue avanzando siguen rompiendo las calles, hay que pasar por el tramo de directorio entre Olivera y Lacarra que es donde el tránsito está imposible y, en ese lugar es donde hoy está el mayor peligro por la extracción de unos 25 árboles. Una cantidad que nosotros contamos que hay entre Lacarra y Olivera”, dijo a Tiempo Favio Pirone, Juntista de la Comuna 9 Lisandro de la Torre. El vecino confirmó, una vez más, que el gobierno porteño mantiene el diálogo cortado con quienes rechazan la obra, como así también los responsable de la misma que se encuentran en el lugar. “No se acercan, incluso cuando fuimos nosotros ahí donde están las máquinas rompiendo, nos dicen que ya van a venir y no vienen. En ese lugar no hay cartelería de obra, hay una desidia en el formato de cómo se lleva adelante la obra, en la ropa de trabajo de los obreros; parece una obra muy rudimentaria para ser una empresa contratista del Estado”, suma Pirone y agrega que los vecinos y comerciantes aún están esperando que el ejecutivo porteño llame a una mesa de diálogo que todavía no se conformó.

El proyecto consta de un metrobus de mano única con una extensión de 5,8 kilómetros, que irá en sentido General Paz por Alberdi y hacia el centro por Directorio. Según el oficialismo, el objetivo es reducir los tiempos de viaje del transporte público. Quienes se oponen a esta obra, aseguran que el tránsito es fluido en esa zona, que no hay complicaciones de tránsito, por lo tanto consideran que la obra es innecesaria. La restricción al estacionamiento es uno de los puntos más polémicos del proyecto y el más resistido por vecinos y comerciantes, en especial, por aquellos que tienen sus locales sobre la avenida Alberdi, en la zona conocida como el polo comercial de sanitarios.

Es una obra ilegal

El rechazo de comerciantes y vecinos se sostiene, además, en la ilegalidad de la obra que viola varios artículos de la Constitución porteña. En las últimas horas, el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), elaboró un informe detallado de la situación, analizando los ítems que transgrede la carta magna local. La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires dispone que la Legislatura legisla en materia de «transporte y tránsito», y que dicha situación se detalla en el artículo 80.2 de la misma. En el mismo sentido, el artículo 84 es contundente: la «Legislatura no puede delegar sus atribuciones». Desde el ODC, subrayan que “el Código de Tránsito y Transporte fue aprobado por la Ley N° 2148, en su versión actualizada, dispone como principio general que el establecimiento de arterias o carriles exclusivos corresponde a la Legislatura, siendo coherente con el mandato constitucional de que la Legislatura tiene competencia para legislar en materia de Transporte y Tránsito. Este principio general está establecido en el art. 2.1.2 del Código de Tránsito y Transporte de forma implícita al regular las facultades que tiene el Poder Ejecutivo”, desarrolla el documento.

En este y en otros ítems, se establece que la Autoridad de Aplicación puede «proponer» carriles exclusivos, ya que quien tiene la autoridad para aprobarlos es la Legislatura de la Ciudad. “De esta forma la traza del Metrobús esencialmente es un carril exclusivo o preferencial. En consecuencia, de acuerdo al principio general, la determinación de cada nueva traza del Metrobús requeriría la aprobación legislativa”, agrega el documento, aclarando que esta instancia jamás se cumplió. “El GCBA sostiene que cada nueva traza del Metrobús no requiere aprobación de la Legislatura y que puede ser determinada por el Poder Ejecutivo. Para sostener esta posición, debería existir en el Código de Tránsito y Transporte, de mínima, una excepción expresa al principio general estableciendo que no se requerirá la autorización legislativa para la ejecución de una nueva traza del Metrobús”, analiza, entre otras cuestiones, el informe y concluye: “La traza del Metrobús de Alberdi-Directorio: Etapa 1 no fue aprobada por la Legislatura. Por lo tanto, su construcción debe ser interrumpida”.

El amparo presentado por vecinos y comerciantes

La jueza Elena Liberatori, titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 4 de la Ciudad de Buenos Aires, tiene en sus manos el recurso legal que fue presentado por varios integrantes de las comunas afectadas por el metrobus. “Por suerte la jueza considera importante avanzar y demostrar lo que es el perjuicio medioambiental, pero afortunadamente hizo lugar al derecho a participación por eso nos pidió las actas de los Consejos Consultivos, las de las Juntas Comunales, el estatuto de los centros comerciales”, etc., explica Pirone a Tiempo. “Estamos viendo que la causa se mueve, que el juzgado está preocupado por este tema y esperamos que tome cartas en el asunto. Primero que pare la obra y que conformemos la mesa de diálogo para exponer nuestros argumentos que son muchos”.
Este jueves a las 18, vecinos y comerciantes volverán a manifestarse contra el metrobus. Esta vez se movilizarán a Alberdi y Escalada para exigir el cese de la obra.