Gustavo Cordera ofreció hacer dos recitales a beneficio y participar de un taller sobre violencia de género, a cambio de que la Justicia suspenda el proceso que debería afrontar, acusado de “incitación a la violencia colectiva”, por haber declarado hace un año que «hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo». Aquellos dichos, expresados ante alumnos de una escuela de periodismo, fueron repudiados por los movimientos feministas y terminaron en un verdadero escándalo.

El abogado de Cordera pidió formalmente la “probation” en los tribunales de Comodoro Py, y en principio fue aceptada por el fiscal del caso, Ramiro González, con la condición de que los shows sean organizado de manera conjunta con el colectivo #NiUnaMenos. Será ahora el juez federal Rodolfo Canicoba Corral quien tenga la última palabra, que se conocerá en los próximos días.

No obstante, simultáneamente las agrupaciones feministas de la ciudad de Bahía Blanca pidieron que se cancele la presentación de Cordera en esa ciudad del sur bonaerense, prevista para el próximo 17 de noviembre.

«Cordera no sólo ha sido procesado y embargado por la justicia por incitación a la violencia colectiva, sino que representa ser un claro exponente de la violencia simbólica a mujeres y niñas (considerada en la Ley 26485, de Proteccion Integral a las Mujeres)», dice el comunicado de las agrupaciones feministas.

El ex líder de la Bersuit quedó al borde del juicio oral hace menos de un mes, cuando la Sala I de la Cámara Federal confirmó su procesamiento por considerar que tuvo “una actitud de descrédito con respecto a los derechos y dignidad de las mujeres y niñas»