La política sanitaria contra la pandemia parece ser, como hoy se ve en Europa, una manta corta: a medida que avanza la vacunación, bajan los casos y se flexibilizan restricciones, el público que debe seguir cuidándose e inmunizándose, se relaja. Bajan índices de vacunación y suben los contagios. Hoy la Argentina, sin estar ni cerca de lo que vive el Viejo Continente o países vecinos como Chile, atraviesa preocupaciones singulares. La mayor, actualmente, se centra en los casi 2 millones de jóvenes de 18 a 29 años que aún no fueron a aplicarse la segunda dosis.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, lo advirtió en las últimas horas: si los jóvenes no completan los esquemas de vacunación, podría haber rebrotes de Covid–19.

En la franja de 18 a 29 años hay 1.888.136 personas que aún no recibieron la segunda dosis. Además, hay 1,2 millones de esa franja etaria que ni siquiera fueron a darse la primera. Es un número sensiblemente mayor que los mayores. De 30 años para adelante, la cobertura supera el 92%.

Vizzotti definió lo de las y los veinteañeros como una “meseta”, y acotó: “Si la población no adhiere a la vacunación y si no se amplían todos los grupos de edades posibles se va a superar el número de casos”.

“Un poco preocupa (los jóvenes que no completaron esquemas), es un porcentaje no menor, aproximadamente un 20% que se ha colocado la primera dosis y no la segunda –remarca a Tiempo el bioinformático, investigador del Conicet, Rodrigo Quiroga–. Entonces hay que movilizar eso de alguna manera, me parece que está bueno lo que anunciaron de vacunatorios móviles en partidos o recitales. Otra cosa que se puede hacer es pedir el certificado de esquema completo para poder ingresar a eventos masivos, deportivos o culturales”.

El contexto igual muestra una imagen favorable del plan público, gratuito y optativo de vacunación, quizás una de claves de que aún no haya explotado el Delta como en Europa y el resto de Latinoamérica. El bioquímico y analista de datos, Santiago Olszevicki, publicó un estudio comparativo donde se destaca que la cantidad de vacunados en la franja de 18–29 años con al menos una dosis es de las más altas del mundo: con el 86,25% de cobertura, nuestro países se ubica 4° en ese segmento, solo por debajo de Portugal, Noruega e Italia, y superando a naciones como España, Israel y Finlandia, típicos ejemplos de buena gestión a lo largo de estos casi dos años de pandemia. “Argentina tiene una muy alta aceptación de la vacunación contra el coronavirus en adultos jóvenes. Además de esto, en nuestro país se vacunó al 70% en el rango 12-17 y 48% en el rango 3-11 con al menos una dosis”, aseguró el especialista.

Con el 80% de la población total argentina que ya tiene el esquema de vacunación iniciado, y el 62% que ya la completó, siguen sumándose flexibilizaciones. Esta semana fue la habilitación de transporte terrestre con países limítrofes, y los eventos masivos al 100% de la capacidad. Ciudad de Buenos Aires, como suele ocurrir, fue más allá y decretó el fin del barbijo en niños de jardín y del primer nivel de primaria, hasta 3° grado. Infectólogos criticaron la medida, a falta de solo un mes para terminar el año escolar. Y sobre todo, con Delta aumentando su incidencia. CABA, de hecho, transita su segunda semana consecutiva con aumento de casos. ¿Cuáles son las franjas de edades con más incidencia en esa crecida? Los menores.

Con récord de casos en la mayoría de sus países, Europa es, desde hace semanas, el epicentro de la pandemia. La cuarta ola, en la antesala al invierno, trajo aparejadas nuevas restricciones. Aunque esta vez van dirigidas a los no vacunados. Así lo dispuso Austria: son los mayores de 12 años que optaron por no inmunizarse quienes no podrán acceder a comercios, trabajos o escolaridades presenciales. La razón: aumentos del 134% en cantidad de infectados en las últimas dos semanas.

En Europa crecen las restricciones y las protestas


En los Países Bajos hablaron de «inevitables» y «desagradables» decisiones que deben tomar por la suba de casos. En esa nación las restricciones se centran en finalizar el horario social de bares y gastronomía a las 20. En Rotterdam la medida fue repudiada con manifestaciones e incendios, que derivaron en disparos y represión de la policía.


Si bien la vacunación generó que en gran parte de los países las cifras inéditas de positivos no se tradujeran en igual proporción de fallecimientos, las muertes subieron también hasta un 10% en una semana. La OMS advirtió que en los próximos meses podrían morir de Covid medio millón de personas en ese continente. El máximo problema es el techo al que llegaron de vacunados: casi nadie alcanza el 80% de inmunizados. Cifra que ya está por superar la Argentina.