Tras la ola de calor veraniega y las sequías extremas, la Argentina debería estar aleccionada de la característica persistente del Cambio Climático en los últimos años, con predominancia de fenómenos extremos sucedidos en cortos lapsos de tiempo. El de 2022 fue el tercer verano más caluroso de la historia, y la pregunta entonces es qué se viene. ¿La respuesta? Muy probablemente habrá que aprender a convivir con días calurosos a los que estábamos acostumbrados.

Como todos los meses, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) realizó el Pronóstico Climático Trimestral que muestra la tendencia de temperatura media y precipitación esperada para el otoño. Para gran parte del país, incluida la zona metropolitana y el centro de la provincia, se esperan temperaturas más cálidas del promedio usual para ese momento del año, y las lluvias serán “normales” o un poco por debajo del promedio.

Al elaborar el análisis, el SMN considera que el comportamiento de la lluvia y la temperatura puede tener tres categorías posibles: inferior a lo normal, normal y superior a lo normal. Sin factores que modifiquen la circulación atmosférica típica del trimestre, cada categoría tiene la misma probabilidad de ocurrencia: un 33,3 %. “Pero cuando actúan forzantes atmosféricos, como El Niño o La Niña, la circulación planetaria cambia y la ocurrencia de alguna de esas categorías se hace más o menos probable”, comentan.

Para el trimestre marzo-abril-mayo de este año se espera una mayor probabilidad de que las temperaturas sean normales o superiores a lo normales, “es decir, más cálido que lo habitual sobre gran parte del país”, enfatizan. En tanto, sobre las provincias del Noroeste, Cuyo y sur de Patagonia hay mayor probabilidad de ocurrencia de temperaturas dentro del promedio para la época. 

En cuanto a las precipitaciones, el pronóstico del otoño 2022 indica que “hay alta probabilidad de que se registre un trimestre más seco que lo habitual sobre la región del Litoral y el este de Buenos Aires”. Además, es más probable que las lluvias estén dentro del promedio o inferiores a lo normales en Córdoba, el oeste de Santa Fe, oeste de Buenos Aires, este de La Pampa y centro-norte de Patagonia.

“Por otro lado, sobre las provincias del NOA y en el extremo sur de Patagonia pueden registrarse lluvias por encima del promedio para la época, mientras que hacia el norte del país se espera que estén dentro del rango normal –continúa el reporte–. Cabe destacar que el pronóstico de precipitaciones para este trimestre no es favorable para el noreste de nuestro país, considerando la situación crítica de los últimos meses. Además, continuaría el fenómeno de La Niña gran parte del otoño, lo cual repercute en el clima de la región”.

Caliente

El 2021 fue el quinto año más cálido de la historia argentina desde 1961, que es cuando se comenzó a tomar registros sistemáticos. Donde más se sintió el incremento de las temperaturas fue en la Patagonia, que finalizó con una anomalía de temperatura promedio de +1.1°C. Además, esa región tuvo el año más seco del que se tenga registro.

El 2022 no arrancó mucho más templado: Argentina atravesó el tercer verano más cálido de su historia, sólo superado por los del año 1988/89 y 2011/12. Fueron 69 las localidades del país que registraron ola de calor, con la mayor duración en el Litoral (hasta 14 días).

En febrero, el noreste de nuestro país continuó con temperaturas muy elevadas, por encima de los valores normales para febrero, y con récords que en algunas localidades se batieron en varias oportunidades: Resistencia (43.5ºC), Corrientes (42.8ºC), Formosa (42.8ºC), Mercedes (42.5ºC), Reconquista (42.3ºC), Monte Caseros (42.1ºC), Paso de los Libres (41.8ºC), Ituzaingó (41.5ºC) y Posadas (40.7ºC).

“Varias zonas del país como el norte de Patagonia, Cuyo, La Pampa, Buenos Aires, sur del Litoral y el norte y sur del NOA registraron eventos de lluvias y tormentas, con precipitación acumulada importante. Por ejemplo, en Tartagal (Salta) la precipitación acumulada fue de 163 mm el 4/2 y 107mm el 21/2”, agregaron. 

Más de una localidad batió varios récords mensuales desde 1961, y también históricos desde que se tiene registro. Por ejemplo: Mar del Plata (Buenos Aires) el 14/01, con 42,4°C. Un valor extremo para esta ciudad, dejando en segundo lugar el récord de 41,6°C del 28 de enero de 1957. “En el norte del país, en Las Lomitas (Formosa) y Rivadavia (Salta)  sobresalió la frecuencia de días con temperaturas máximas por encima de los 40°C, con 18 y 19 días respectivamente, marcando también un récord, al menos desde 1961”, informó el SMN.

Al calor, se le agrega la sequía: el déficit de lluvias experimentó un récord histórico este verano, con la sequía muy prolongada en el noreste del país. “El calor extremo y la escasez de lluvias contribuyeron a incendios devastadores en el norte del Litoral. En Corrientes, la precipitación acumulada en todo el verano fue inferior a 85 mm., cuando en condiciones normales debería precipitar alrededor de 500 mm.”, concluyeron en el Servicio Meteorológico.