Los ocho rugbiers detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa declararon por primera vez ante la Justicia ya que antes se habían negado durante la indagatoria ante la fiscal. Este jueves a la mañana fueron trasladados de la cárcel de Dolores al Juzgado de Garantías 6 de Villa Gesell. En realidad, de los ocho sólo habló Blas Cinalli (de 18 años), quien aseguró: “Nosotros no quisimos que pasara lo que pasó”.

Antes de darles la palabra, el juez a cargo, David Mancinelli, les aseguró que no serían maltratados en la prisión y les explicó que lo que dijeran no formaría parte del expediente, ya que sólo será válido lo que expresen frente a la fiscal Verónica Zamboni en el contexto de la indagatoria. Esta audiencia fue requerida por el abogado de los acusados, Fabián Améndola, para que el juez los escuchara antes de decidir sobre el pedido de prisión preventiva solicitado por la fiscal u opta por la domiciliaria. La resolución se dará a conocer el viernes.

Además, el abogado defensor requirió que se anulara la rueda de reconocimiento por “fallas” según le dijo a medios de prensa al terminar la declaración. La fiscalía, por su parte, pidió que a la acusación de homicidio agravado por el concurso premeditado por el concurso de dos o más personas se sumen los agravantes de «alevosía» y «homicidio por placer».

“Nosotros no quisimos que pasara lo que pasó”, aseguró Cinalli, quien actuó como vocero del grupo, mientras a su lado lloraba Máximo Thomsen, según detallaron a diversas fuentes periodísticas voceros judiciales.

El trámite judicial se inició en el juzgado situado en Boulevard Silvio Gesell y Paseo 120 de Villa Gesell. Debido a la pequeña dimensión de la oficina judicial, sólo ingresaron al recinto el juez, los abogados, la fiscal y los acusados, mientras que los familiares permanecieron en el pasillo que da a la mesa de entradas.

La instancia demoró unas tres horas, desde las 8:20 hasta las 11:20, los rugbiers fueron nuevamente subidos al micro de regreso al penal, mientras los vecinos congregados les gritaban insultos de todo calibre.

Los imputados que estuvieron ante el juez fueron Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19), acusados de ser «coautores» del crimen, y Cinalli, Luciano (18) y Lucas Pertossi (18), Enzo Comelli (19), Matías Benicelli (20), y Ayrton Viollaz (20), considerados por la fiscal como «participes necesarios».

Para la audiencia no fue necesaria la presencia de Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, quienes fueron liberados por falta de pruebas el pasado lunes, aunque siguen vinculados a la causa.