Natalia Quinto es una de las vecinas de La Boca que integra el Comité de Crisis de la Red de Cooperación del barrio, creado en el marco de la pandemia por distintas organizaciones. Semanas atrás, luego de acompañar un recorrido del plan Detectar, se topó en la fila de una olla popular con una mujer que acababa de ser diagnosticada con Covid-19. “La primera reacción es enojarse (por el incumplimiento del aislamiento), pero ella dice ‘tengo tres pibes y tenemos que comer’”. Así fue como la Red se enteró que la asistencia alimentaria por parte del Gobierno de la Ciudad a personas de bajos recursos contagiadas de coronavirus estaba interrumpida en los barrios del sur porteño desde el 17 de noviembre.

La entrega de alimentos a personas contagiadas que, antes de la pandemia, comían en ollas populares y comedores o dependían de la entrega de bolsones comenzó a implementarse en junio, luego de un fuerte reclamo surgido en las comunas 4 y 8. Allí, ante la proliferación de contagios en barrios vulnerables, denunciaron la falta de protocolos específicos y llevaron el caso a la Justicia, que falló en su favor. Así, en junio el Gobierno de la Ciudad –a través del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat- comenzó a repartir bolsones a personas aisladas, rol que desde marzo estaban cumpliendo las organizaciones sociales locales.

“El 17 de noviembre fueron los primeros tres rechazados y desde ahí no paró. La respuesta es que quieren hacer firmar a empleados de la comuna remitos de entrega. Pero ninguno accede: pretenden que la gente que ya está positiva firme una hoja de remito, que después los trabajadores tienen que cortar y hacer firmar a otros positivos. El nivel de exposición que eso genera es altísimo”, cuestionó Quinto, en diálogo con Tiempo Argentino. “Nosotros (las organizaciones) dejamos la bolsa en la puerta, nos paramos a cinco metros y esperamos que abran la puerta y entren con el bolsón. Quien hace seguimiento telefónico lo puede constatar después”, planteó. Y agregó que “la misma semana que suspenden los bolsones a los aislados, achican el número o suspenden los bolsones que entregaban a través de organizaciones, tampoco generan alternativa, y achican y vuelven a pre pandemia el número de comedores comunitarios. Hubo un problema de stock y licitación, pero ya pasó un mes y es inviable. A dos semanas de las fiestas, suspenden todas las asistencias alimentarias. Asusta”.

El reclamo fue presentado ante las carteras de Salud y Desarrollo Humano de la Ciudad. Según contó Quinto, esto “está pasando en los cuatro barrios de la comuna. En el resto de la ciudad, vemos la planilla de rechazados pero con menos casos. Y a las únicas comunas a las que se exige firma de remito son la 4 y la 8”, alertó. Y dio cuenta del riesgo que implica para la población en general dejar sin alimento a personas contagiadas y sin recursos: antes que el GCBA comenzara a dar asistencia, “cada vez que había un aislado éramos las organizaciones las que sostenían el alimento para que no salieran a ollas o comedores. Porque por ahí estás 40 minutos esperando en la fila, con uno adelante y otro atrás. Pero sin comer no se queda nadie. Entonces la gente, aun sabiendo que tenía covid, salía igual”.

Desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, ante la consulta por esta denuncia, respondieron que esa cartera “continúa llevando adelante sus políticas en materia de seguridad alimentaria, garantizando la provisión de alimentos frescos y secos a la red de comedores comunitarios conveniados y asistidos, como así también a través de los refuerzos alimentarios instrumentados excepcionalmente en el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio vigente desde marzo. De igual forma, continúa ejecutándose el Programa Ciudadanía Porteña”.

Y agregaron: “Reforzamos nuestro compromiso en atender la seguridad alimentaria de todos los vecinos y vecinas de la Ciudad que lo estén necesitando, continuando vigente cada uno de los canales que el Gobierno de la Ciudad tiene para poder acceder a ello”. Sin dar especificaciones sobre lo que sucede en la Comuna 4, detallaron que “actualmente la Ciudad asiste a 350 mil personas y antes de la pandemia lo hacía con 102 mil”.