Ya no resulta novedosa la situación crítica por la que atraviesan cientos de edificios escolares de la Ciudad de Buenos Aires. Muchos de ellos necesitan de mantenimiento constante y mejoras urgentes en su infraestructura. Durante años, la comunidad educativa reclama mayor inversión en el sector, pero el gobierno de la Ciudad ignora esas reivindicaciones y cada ciclo lectivo recorta el presupuesto en mantenimiento e infraestructura escolar. Un relevamiento realizado por la Secretaría de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) de la UTE, deja en evidencia que, en medio de la ola de calor que atraviesa la Ciudad y otras jurisdicciones, la cartera que conduce la ministra Soledad Acuña, no dejó en condiciones los sistemas de ventilación y aires acondicionados de las escuelas porteñas. Proyecta que son alrededor de 450 edificios escolares que tiene problemas en la ventilación. Ante la ausencia del Estado porteño, algunas cooperadoras decidieron comprar sus propios aires acondicionados, pero la cartera educativa les prohibió instalarlos.

A mediados del mes de febrero, Tiempo realizó un informe sobre el comienzo de clases del curso de adaptación de estudiantes secundarios, la nota reflejaba la situación de la primera semana del curso, donde las familias denunciaban golpes de calor en aulas sin ventilación. Con temperaturas que alcanzaron los 38 o 39 grados, como en estos últimos días, algunos estudiantes llegaron a sus casas deshidratados y con mareos. A raíz de esa situación, la CYMAT, comenzó un relevamiento para conocer el estado de situación de los edificios escolares en cuanto a falta de ventilación o mal funcionamiento de los sistemas de aire acondicionados.

“Nos preocupa la situación porque la mayoría de las escuelas que estamos recorriendo, ante la ola de calor, deja al descubierto el mal estado de los artefactos de ventilación. Varios edificios tienen ventiladores de techo que directamente no andan, o por el mal estado en que se encuentran andan en velocidades lentas o incluso algunos tienen las paletas deterioradas”, explica a Tiempo Pablo Francisco, secretario de la CYMAT.

El listado de escuelas porteñas con los sistemas de ventilación en mal estado, crece día a día: El edificio de la Escuela de Educación Especial 7 DE 19, no anda el aire acondicionado centralizado, no tiene ventiladores y son muy pocas las ventanas que permiten su apertura para que circule aire. “Por esa razón y otros problemas edilicios, no tuvo clases lunes y martes. El Ministerio respondió que durante esta semana y la que viene estarían reparando los ventiladores”, detalla Francisco y suma: «Hasta ahora relevamos más de 50 edificios escolares y proyectamos que son alrededor de 450 escuelas de la ciudad que tienen problemas de ventilación, esto representa más del 50% de las instituciones educativas».

Otras de las escuelas es el Comercial 23, ubicado en Av. Rivadavia 5161. Tiene sus ventiladores de techo en mal funcionamiento y, además,  en algunas aulas no hay cortina. “Esto provoca que el sol les da de lleno a los chicos durante gran parte del día sobre un ala del edificio, razón por la cual es impresionante el calor que hace en las aulas ubicadas en ese sector”, detalla. En la misma situación se encuentran las escuelas del Polo de Lugano, que tienen un problema en la instalación eléctrica y por este motivo hay ventiladores de techo que no andan y otros que andan a baja velocidad. Ocurre lo mismo en el Colegio 10 DE 8 de Almagro, tiene aulas chicas y ventiladores que no andan y tampoco no son reparados. “En estos últimos días también recorrimos el Normal 5, el colegio Normal 11; la escuela N° 12 DE 5, el Colegio 19 DE 17; y la primaria N° 6 DE 7, donde presentan situaciones similares”, agrega Francisco.

Prohíben la instalación de aires acondicionados

“Por medio de la presente, cumplimos en hacer saber que, por cuestiones de precaución y debido cuidado de las instalaciones de los establecimientos educativos, las escuelas y cooperadoras no pueden instalar en los establecimientos, artefactos o equipos eléctricos, sin aprobación técnica del equipo de DGMESC”, advierte la Dirección General Mantenimiento Escolar de la Ciudad, al mando de Marcelo Pasquini, en un documento enviado a las escuelas. “Asimismo”, sigue el escrito, “ningún personal no perteneciente a DGMESC, puede llevar elementos, equipos o artefactos que no se encuentren inventariados (caloventor, pava eléctrica, ventilador de pie, etc.) Las escuelas y cooperadoras no podrán realizar obras de ningún tipo dentro del establecimiento, que no se encuentren autorizadas por el equipo de DGMESC. En ambos casos, la conducción de la escuela deberá notificar por Comunicación Oficial a esta Dirección General”. Por este tema, el secretario de la CYMAT, señala que “con gran esfuerzo algunas cooperadoras pudieron comprar sus propios aires acondicionados y a muchos no se los dejan instalar. Es más, en muchas en las que el gobierno se hizo cargo de la instalación cuando prenden el aire salta la térmica, por lo cual no los pueden utilizar”. Otro de los problemas se da en los edificios escolares nuevos, donde muchos de ellos tienen el sistema de ventilación centralizado, “y en muchas escuelas está fallando, y a partir de esos sistemas de ventilaciones se hicieron aulas sin ventanas, por lo tanto no circula el aire de ninguna manera”, termina Francisco.

Cada vez menos inversión en Infraestructura Escolar

El presupuesto destinado a Infraestructura Escolar en 2023 es de apenas $8.795 millones. El documento aprobado no incluye la construcción de nuevas escuelas hasta el año 2025, y solo circunscribe obras menores dentro de los edificios escolares: refacción, acondicionamiento, etc. Un relevamiento realizado por el equipo de la diputada porteña Maru Bielli, advierte que “de 83 obras de refacción en escuelas presupuestadas para el 2023, 51 ya figuraban en el presupuesto del 2022. Es decir, dos de cada tres obras, ya se encontraban previstas anteriormente”. En el mismo sentido “la ejecución presupuestaria al segundo trimestre de 2022 da cuenta que apenas se ejecutó el 33% del presupuesto de infraestructura escolar lo cual es una proporción demasiada baja para el nivel de urgencia que requieren los edificios escolares”, afirma el informe. “Al analizar el presupuesto sancionado desde 2022 se registra una caída del 43% en términos reales entre 2012 y 2023”, concluye.