¿Otro caso de gatillo fácil? La familia de Gabriel asegura que sí, y todo indica que la evidencia que se encuentra en la causa que investiga la justicia, también. El viernes 19 de Noviembre por la tarde, Gabriel Mastrángelo de 26 años circulaba con su moto por el barrio de Balvanera cuando tres oficiales del Cuerpo de Policía Motorizada de la Ciudad comenzaron a perseguirlo a alta velocidad. Al no alcanzarlo, asegura la familia, uno de los oficiales de apellido Garro le disparó tres tiros con su arma de fuego. Gabriel trabaja como barbero, fue profesor de la Escuelita de Fútbol del barrio, y milita en el Movimiento Evita. Familiares y amigos convocan a una movilización para éste sábado.

“Gabriel está muy delicado, tanto la policía como los médicos no hicieron nada bien. Esperaron mucho tiempo para atenderlo”, cuenta a Tiempo Laura Pereira, mamá de Gabriel. “Me comunique con muchas instituciones de derechos humanos y que luchan contra el gatillo fácil, y estamos tratando de que este hombre (el oficial que disparó) si así puede llamar, quede preso”, suma Pereira.

En las filmaciones, asegura la familia que tuvo acceso a los videos, puede verse como los oficiales, con Gabriel ya herido de bala y reducido, le pegan patadas e intentan asegurar su muerte. Además, mientras Gabriel era trasladado en ambulancia, recibió golpes de puño en el estómago al grito de ‘no va a sobrevivir de esta’, destacan familiares. “Otro de los oficiales que golpearon a Gabriel se llama Pablo Ríos. En los videos está comprobado que mi hijo no estaba robando ni que sacó un arma en ningún momento”, agrega la mamá. En la causa están implicados varios uniformados que participaron de la golpiza a gabirel, tras ser baleado.

“Quiero decirle al ministro de justicia de la Ciudad, Marcelo D´Alessandro, que esto no es algo menor, y que hay muchos Gabriel, y que la policía no puede hacer justicia por mano propia. A mi hijo le estropearon la vida y yo quiero que este señor (el policía que disparó) y su compañero, estén presos, porque no es la primera vez que hace esto”, exclama Laura

Gabriel está internado en el Hospital Ramos Mejía. Producto de los disparos, sufrió la rotura de sus intestinos por lo que se le debió aplicar una ostomía (bolsa intestinal), tiene líquido en los pulmones que requiere intervenciones quirúrgicas continuas, y una bala sigue aún alojada en su cuerpo. Según los médicos, la recuperación de Gabriel puede llevar hasta un año. Laura dice que su hijo se encuentra consciente, muy asustado y deprimido por lo ocurrido. “Porque después de estar internado policías vestidos de civil, se acercaron al hospital para amenazarlo para que no denuncie lo que pasó”.

Una de las primeras organizaciones que tomó conocimiento del caso fue la APDH. “Estamos profundamente conmovidos por la agresión que sufrió Gabriel, nos parece una situación de violencia institucional inadmisible, que se suma a otro conjunto de malos tratos y vejaciones, y que nos recuerda que hace un año tuvimos otros episodios de persecución del caso de los chicos que salían de jugar al fútbol en barracas y fueron encañonados, uno de ellos era Lucas González, que fue asesinado”, dijo a Tiempo la vicepresidenta de la Asamblea por los Derechos Humanos Nacional, María Elena Naddeo. La referente social afirma que del caso está participando el comité local contra la tortura de la Defensoría del pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Para Naddeo, este hecho es grave porque “sin ningún tipo de certeza, sin ningún tipo de prueba, ni de orden judicial, se dispara a mansalva y hoy tenemos a un joven internado con graves secuelas en su salud física y en su salud mental”.

Familiares y amigos de Gabriel convocan a un ruidazo para este sábado a las 12:30 en Belgrano y Urquiza.