Nadie va a quedar detenido sólo en base al sistema de Reconocimiento Facial aseguró la jefa de Gabinete de la Secretaría de Administración Cecilia Amigo cuando tuvo que admitir que la prueba piloto tenía un 92% de efectividad. El margen de error implica ciudadanos que son equivocadamente confundidos por el sistema con delincuentes. Pese a la afirmación de la funcionaria, ya hubo dos mujeres que fueron detenidas sólo porque el sistema las identificó erróneamente.

El martes, en el subte, debido a la alerta del sistema, la policía bajó de un vagón a una mujer y, pese que mostró su DNI, la esposó y se la llevó detenida. Luego fue trasladada a una comisaría, más tarde a otra, donde tuvo que pasar la noche detenida y recién el miércoles la liberaron. El caso se suma a otro en que una trabajadora doméstica fue detenida en una estación de subte en el barrio de Constitución cuando  el sistema de alerta facial disparó una alerta que llevó a que la detuvieran y estuviera incomunicada hasta que se corroboró que no era la persona buscada. En el proceso, algunos pasajeros la insultaban y le gritaban “chorra”. El sistema de Reconocimiento Facial la había confundido con otra persona buscada por una causa de fraude del año 2006.

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“El avasallamiento de libertades que hace el Estado es muy grande cuando autoriza un sistema que tiene un importante margen de error y que le puede arruinar la vida a una persona metiendo gente presa por las dudas”, dijo al diario Página 12 el abogado Adrián Albor del Grupo de Litigio Estratégico. El abogado agregó que “el Código Procesal permite llevar preso a una persona con pedido de captura, pero no a una porque se le parece, por las dudas”.

La empleadora de la primera detenida que fue a buscarla mientras la detenían contó en Twiter el 7 de mayo las circunstancias de la detención paso a paso.