Un estudio de la Universidad de Buenos Aires (UBA) sobre las personas en situación de calle indica que el 85% no quiere dormir en los paradores del gobierno porteño por temor a robos y a situaciones de violencia. Además revela que el 75% vive en la calle desde hace un año o más y que más del 75% aseguran tener síntomas de depresión.

El primer corte del estudio “Hacia un abordaje integral de la gente en riesgo de calle” del Observatorio de Innovación Social de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA fue realizado hasta el 31 de mayo. Se hizo a partir de 200 entrevistas a personas en situación de calle en San Telmo, Congreso, Núñez, Caballito, Belgrano, Parque Patricios, Balvanera, Flores y Constitución. Según el relevamiento, el 68,95% son personas de género masculino y el 50% tiene entre 24 y 45 años. Alrededor de la mitad subsiste a través del cartoneo, limosnas y changas. En cuanto a los ingresos, más del 60% percibe menos de 3800 pesos por semana, el 25% entre 3801 y 7600 y sólo el 12% entre 7601 y $15100. Más de la mitad (54%) no recibe ningún tipo de subsidio.

El 85% de las personas encuestadas admitió que prefiere dormir en las calles y no asistir a los paradores del Gobierno de la Ciudad por miedo a “robos y violencias que se viven en esos establecimientos”.

El doctor en Economía y codirector del Observatorio, Martín Grandes, explicó que 8 de cada 10 personas no van a esos establecimientos públicos porque se reproducen los fenómenos de la calle. “Nos contaron que les dan un lugar para dormir, una ducha y comida, pero adentro hay violencia y robos. La gente está en la calle con trastornos y con problemas de violencia y de drogas y cuando van a los paradores, como no tienen ningún tipo de asistencia o contención de salud, porque no hay unidades que se dediquen a la drogadicción o violencia de género, los problemas se reproducen dentro. La gente se violenta, va a robar o desaparecen cosas”, le dijo el académico a Tiempo Argentino.

“La política que debería existir es que los paradores se conviertan en un centro integral de atención y reinserción. Que tengan coordinación con los sectores de salud. No tienen que ser centros para internar a la gente de noche y sacarla de día sino de rehabilitación en el sentido amplio”, agregó.

La encuesta indica que el 75,8% pasa la noche a la intemperie, el 9,1% en casas de alquiler, el 7% en casas prestadas y el 6,5% en hoteles. “Más de la mitad dijo que vive en la calle desde hace cinco años y el foco de preocupación es que la otra mitad o se cayó en la calle hace poco o está desde hace uno y tres años. Pueden tener problemas de vinculación con sus familiares, no tener hogar o una conjunción con el empleo, es multicausal el fenómeno. La inestabilidad laboral sumada a los problemas que hemos detectado, y que es una novedad con respecto a otros estudios, es que la mayoría sufre problemas severos de salud mental y física. No hay una política pública que responda más que como un paliativo para esta cuestión. El hospital público no tiene una coordinación con hogares, paradores o con ONGs donde se permita que, si te vas a atender, puedas derivar a lugares donde te contengan y que no sea un paliativo donde estar una noche y tomar una taza de sopa”, explicó Grandes.

La semana pasada la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteña, María Migliore, informó que hay 2500 personas viviendo en las calles de la Capital Federal. Según los datos del gobierno, 1000 duermen a la intemperie y 1500 en paradores. Sin embargo, el Segundo Censo Popular de Personas en Situación de Calle, realizado en abril del 2019 por organizaciones sociales, indicó que las personas sin techo ascienden a 7.251 en la CABA.

Con respecto a la salud mental, más del 75% asegura tener síntomas de depresión como hacerse daño a sí mismos o consumir drogas de manera frecuente, en su mayoría desde hace más de 10 años. Más de la mitad de los encuestados consumen drogas y desde la niñez o adolescencia y el 55% hace más de 10 años. “La pandemia no está ayudando, va a dejar una secuela de muchas personas más en la calle debido a problemas de salud mental. La mayoría de los que ya están se sienten con esos problemas y me hace pensar que mucha gente que no está en la calle todavía, pero que tiene riesgos puede llegar a colapsar. La pandemia puede dejar un tendal de nuevas personas en calle con trastornos psicológicos y psiquiátricos”, comentó el economista del CONICET.

El investigador indicó que no existe una política integral de la administración de Horacio Rodríguez Larreta sobre este tema. “Es bueno que tengan programas sociales como Ciudadanía porteña o el Plan Alimentar, pero si no tenés una política de abordaje integral no se va a resolver el problema. El gobierno porteño no tiene una política de este tipo sino de asistencia”, explicó.