El aeropuerto de El Palomar, emplazado en la I Base Aérea de Morón, está sobre una grieta. Mientras hay quienes entienden que representa una gran oportunidad de desarrollo para la zona oeste y otros sospechan que se trata de un enorme negociado del macrismo, el municipio comandado por Ramiro Tagliaferro avanzó con la creación de la Tasa Única Aeroportuaria Municipal (TUAM) por la cual el predio concesionado a Aeropuertos Argentina 2000, y que hasta aquí fue de uso exclusivo de la aerolínea low cost Flybondi, pagará apenas 850 mil pesos al mes. Concejales opositores cuestionaron el monto al que consideran exiguo y se quejaron de que durante 2018 la empresa no haya abonado ningún gravamen local.

El pasado 5 de diciembre se realizó en el Concejo Deliberante de Morón la Asamblea de Concejales y Mayores Contribuyentes que define, como en todos los distritos, el valor de las tasas para el año siguiente, que promediaron entre 30% y el 50% de aumento. Pero en esta edición, también se creó la TUAM.

Si bien Cambiemos cuenta en el recinto con las manos suficientes para que los proyectos del Ejecutivo salgan airosos, el tratamiento de la nueva tasa tuvo fuertes reparos por parte de los bloques del Frente Renovador-PJ, Unidad Ciudadana y el GEN. Sobre todo, porque entendían que el texto de la flamante norma era vago, poco claro y confuso. Incluso, lo consideraron una copia de otros emprendimientos similares de AA200 en el país, sin mayores particularidades.

Se estableció que la TUAM se compone de dos variables: los metros construidos del terreno y la cantidad de pasajeros. Pero no quedó especificado técnicamente el valor. Para sumar más complejidad al asunto, se dispuso que el año que viene AA200 deberá afrontar un monto fijo de 850 mil pesos. 

«Una actividad que ha afectado tanto la vida de los vecinos de la zona debería haber sido consensuada. Desconocemos cuál es la superficie del aeropuerto y cuál es la cantidad de pasajeros que tiene hoy la terminal. No podemos evaluar si es beneficiosa o no», analizó la concejal que responde al sabbatellismo, Florencia de Luca.

Leandro Ugartemendia, quien el año pasado encabezó la lista de concejales del oficialismo, defendió la instalación del aeropuerto al considerar que la localidad de El Palomar creció exponencialmente y mencionó que AA2000 realizó una inversión de unos 1500 millones de pesos para transformar la base militar en una terminal de vuelos comerciales. Destacó que «la tercera etapa va a generar 1930 nuevos puestos de trabajo directos». El edil subrayó que este aeropuerto se convirtió en el octavo del país en cantidad de pasajeros: ya habría pasado por allí más de medio millón de personas.

La concejal macrista María Eugenia Brizzi intentó aclarar las dudas: «Los pasajeros es un número que nunca se va a saber porque es fluctuante y estamos hablando de un aeropuerto en desarrollo. Se estableció un mínimo de 850 mil pesos. Desconozco cómo se llegó a esa cifra».

Uno de los discursos más duros lo protagonizó el excandidato a intendente Hernán Sabbatella, quien aseguró: «El aeropuerto no está habilitado por el Municipio, ni cuenta con la habilitación de ninguno de los rubros que funcionan adentro. Por lo tanto, es ilegal. Es trucho». Y argumentó que, «como siempre, se priorizan los negocios de las empresas del poder como Flybondi, vinculada al ex vicejefe de Gabinete, Mario Quintana».

Brizzi, entonces, opinó que se trataba «de un lugar habilitado por Nación, como aeropuerto nacional, en un territorio federal», y que Morón «no tenía injerencia». Sabbatella acotó que, de ser así, el Municipio no debería controlar los comercios apostados en la estación de Morón, del ferrocarril Sarmiento. «Me sorprende tal desconocimiento», concluyó el hermano del exintendente.

La referente del GEN local, Sandra Yametti, se quejó de que no le fueran respondidos por el Ejecutivo local los reiterados pedidos de informe formulados desde febrero sobre los emprendimientos comerciales que se fueron instalando en el aeropuerto, al tiempo que puntualizó: «Lo que más preocupa es ver que hemos pasado todo 2018 sin cobrar esta tasa, pese a que hace casi un año que el aeropuerto está activo».  «

Un estudio alerta sobre la contaminación sonora

Un estudio de impacto acústico realizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTreF) en el Aeropuerto de El Palomar concluyó que las actividades en esa terminal producen molestias en el barrio y desalentó la construcción de nuevos establecimientos y residencias.

La UNTreF, a través del Centro Integral de Servicios Tecnológicos de Acústica y Sonido (CISTAS) y la carrera de Ingeniería de Sonido, impulsó este estudio «con el objeto de aportar un punto de vista académico y neutral sobre el tema, a partir de la preocupación por parte de los vecinos de los partidos de Morón, Hurlingham y Tres de Febrero» respecto del funcionamiento en la base militar de una terminal aeroportuaria de pasajeros.

Los investigadores establecieron que, a diferencia del ruido generado por una autopista, los sonidos emitidos por las aeronaves son fuentes de ruido de gran magnitud y de muy corta duración; la molestia provocada por ese tipo de fuente, comparada con un mismo nivel de presión sonora continuo equivalente, suele ser mayor. En particular, el ruido aeronáutico puede ser un agente perturbador del sueño.

El momento en el que más ruido se genera es durante el despegue, dado que los motores se exigen al máximo, seguido en importancia por el sobrevuelo y, por último, el aterrizaje. El estudio advierte, además, acerca de la falta de legislación a nivel nacional, provincial y municipal en torno al ruido aeronáutico.