En pleno aumento de casos de COVID-19, la Nación y la Ciudad de Buenos Aires tienen distintos puntos de vista para la vuelta a las clases presenciales. El jefe de Gabinete nacional, Santiago Cafiero, condicionó el regreso a las aulas en marzo a la situación epidemiológica. El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, por su parte, confirmó que la Capital Federal comenzará el 17 de febrero. Tiempo Argentino habló con representantes de distintos sectores para que den su postura sobre este debate.

El especialista en Educación y profesor de la UBA y la Universidad Nacional de Hurlingham, Gabriel Brener indicó que es necesario evaluar un retorno progresivo a la presencialidad con los recaudos necesarios que prioricen la situación epidemiológicas “Tenemos que seguir contemplando esta situación como excepcional, por más que nos genere mucha incertidumbre y ansiedad. En mi caso personal, como especialista, como papá y docente, tengo un ferviente deseo de retornar a las clases presenciales. Pero antepongo a mi deseo individual la realidad de carácter colectivo. La prioridad es que no hay que hacer una apertura masiva de nada. Hay que abrir las escuelas pero evaluando en cada caso la relación riesgo-beneficio. Hay que minimizar los riesgos”, le dijo Brener a Tiempo Argentino.

El especialista sostuvo que es necesario planificar un sistema que permita retornar con recaudos a la presencialidad y, a la vez, desarrollar la virtualidad. “Hay que trabajar fuertemente para acortar la brecha virtual y cognitiva. Esto se hace con dotación de recursos tecnológicos donde el Estado no ha sido garante. Es urgente para dotar a la población más vulnerada. Tiene que haber una legislación tendiente a acortar esta brecha virtual que también es cognitiva. Habrá que estar atentos a las didácticas de lo no presencial y a la no sincronización que provoca desorientación. Hay que estar atentos a esto para acompañar a una didáctica de la semipresencialidad o de consistencia mixta en la medida que se vaya retornando en grupos pequeños a la forma más habitual. Es fundamental capacitarse en diversas técnicas y tecnologías que refieran a lo virtual. En general hay una tendencia a concebir que lo virtual es solo el relevo de lo presencial por otros medios. Ahí hay una trampa que puede devenir en cierta virtualización compulsiva”, explicó el educador.

Desde el punto de vista sanitario, el infectólogo y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Ricardo Teijeiro, dijo que si bien “es imprescindible el inicio de la escolaridad presencial” se debe trabajar fuertemente para la reducción de casos. “Nadie puede hacer futurología. Nadie puede saber cómo va a evolucionar, pero va a haber que respetar protocolos, mejorar el sistema, cumplir con los distanciamientos, con la higiene y con los cuidados”, sostuvo el médico.

Además, dio precisiones sobre cómo deberían ser los mecanismos de prevención. “Los protocolos tienen que ver con tener adecuadas las instituciones como para respetar el distanciamiento. Sabemos que muchas de las escuelas no respetan estas condiciones. Habrá que readecuarlas o disminuir e ir alternando la parte presencial. No van a poder estar todos los chicos juntos. Tendrán que ir distintos grupos algunos días. Cada escuela deberá determinar qué cantidad de chicos está capacitada para recibir y qué cantidad de personal es necesario para manejar esos chicos. Eso va a ser muy independiente de cada escuela. No se pueden tomar medidas generales. Hay que adaptar cada escuela a lo que puede llevar adelante, no sobrecargarla corriendo riesgo.  Esto tiene que ser más individualizado”, indicó Teijeiro.

Por el lado de los gremios rechazaron la iniciativa de volver en febrero. El secretario general de Ademys, Jorge Adaro, opinó que “es un despropósito”. “Si el Gobierno de Rodríguez Larreta pretende dar un golpe de efecto mediático  es un escenario cada vez más alejado. Creemos que el 17 es muy pronto. Tenemos que ver cuál es el cuadro epidemiológico en ese momento. Si nos basamos en los números que hay hoy es una situación todavía más improbable. El 8 volvemos a las escuelas y vamos a hacer una asamblea”, afirmó Adaro a este medio.

“El año pasado nos habíamos manifestado absolutamente en contra. Privilegiamos ante cualquier otro elemento la salud-agregó Adaro-. No solamente la de los docentes sino también la de los pibes y de las familias, sobretodo de los sectores más postergados. Necesitamos tener un cuadro de la situación epidemiológica para ese momento y saber si el gobierno porteño ha realizado algún tipo de modificación de las que deben darse en las escuelas para poder tener presencialidad”. “Creemos que el gobierno no ha hecho absolutamente nada. Ha tomado la decisión política de votar un presupuesto educativo a la baja con lo cual entendemos que no hay disponibilidad de dinero para afrontar esta crisis”, advirtió Adaro.

Con respecto a las modificaciones planteadas por los gremios docentes, el gremialista indicó que piden plantilla completa de auxiliares para garantizar la higiene en los establecimientos educativos y tener una dotación más amplia de docentes. “Todos tenemos claro que va a haber una especie de sistema dual en el presente ciclo lectivo. Necesitamos docentes que hagan la parte presencial y la parte virtual, no un mismo docente haciendo el doble de trabajo”, detalló.