El jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Oscar Berard, afirmó hoy que el caso en el que murió Lucas González, jugador de las inferiores del club Barracas Central baleado por efectivos de la fuerza porteña, es un «hecho grave», sostuvo que tiene la «convicción de que hubo una mala actuación del personal» y confirmó que los adolescentes no dispararon.

«Tenemos una convicción de que hay acá hay una mala actuación del personal policial, no recibieron fuego, aparentemente, así que para nosotros es un hecho grave, estamos a disposición de la Justicia», dijo en una conferencia de prensa, de la cual participó también el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro.

Berard aseguró que «se puso todo para que se esclarezca» la muerte de Lucas, ya que son «los más interesados en esclarecer esto porque hay miles de policías que todos los días salen a la calle y se están jugando la vida».

«Esto hace un daño terrible a la imagen» de los policías, agregó el jefe de la Policía porteña, quien aseguró que lo que ocurrió con Lucas González «es algo que realmente duele».

«Todos somos padres y estamos acá para hacer otra cosa, no esto», expresó el jefe policial y añadió: «Estamos a disposición de la familia de Lucas y, por supuesto, nuestro pésame, a nosotros lo que más nos duele es la muerte de un menor de 17 años».

Por último, Berard insistió en que quieren esclarecer el hecho por el que hay «tres efectivos encartados» y saber «realmente qué es lo que pasó».

Los efectivos de la Policía de la Ciudad que participaron del operativo en el que fue baleado Lucas González formaban parte de la brigada de investigaciones de la Comisaría Vecinal 4D, del barrio de Barracas, que patrullan la ciudad vestidos con ropa de civil y en automóviles sin identificación.

Los familiares de los adolescentes que circulaban en el auto junto a Lucas González, el pibe futbolista que murió esta tarde, aseguraron en declaraciones a la prensa que los policías se hallaban a bordo de un automóvil Nissan Tiida, color champagne, sin identificación y que los jóvenes se asustaron porque creyeron que podían ser víctimas de un robo.

El propio ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, aseguró en una conferencia de prensa que los efectivos que forman parte de las brigadas de investigaciones «muchas veces actúan por orden de los juzgados o por los fiscales en causas específicas».

Además, aclaró que esos policías «no están uniformados», que «actúan vestidos de civil» y que «muchas veces hacen tareas de prevención».

«Eso no quiere decir que no tengan que identificarse, con los chalecos correspondientes con las credenciales y por supuesto dándose a conocer como funcionarios públicos», agregó D’Alessandro.

Sin embargo, los familiares de las víctimas del hecho aseguraron que los policías «en ningún momento» se identificaron y rechazaron las versiones que aseguraban que los adolescentes estaban armados y que habían protagonizado «un tiroteo».