“Aún no hay ninguna respuesta oficial”, aseguran en el Ministerio de Salud de la Nación que conduce Jorge Lemus cuando se le pregunta acerca del Plan Qunita luego de que el juez Claudio Bonadio diera marcha atrás con su idea de incinerar los 60 mil moisés que juntan polvo en depósitos. La respuesta es la misma cuando se interroga si hay algún plan alternativo para poner en marcha en caso de no darle continuidad al programa, Tiempo hace un mes que repite estas preguntas todas las semanas y recibió la misma respuesta.

“El plan fue achicado en febrero y totalmente desarticulado en abril. Hace diez meses que podrían haber decidido cómo seguir si es que consideran que el Plan Qunita contenía elementos de riesgo. Pero no hay un programa alternativo”, aseguran fuentes ministeriales. La pediatra Gabriela Bauer, que participó de una marcha al Obelisco pidiendo la continuidad del programa, subrayó la gravedad del caso porque Qunita “buscaba garantizar el cuidado de la embarazada que vive en situaciones de máxima vulneración”.

Desde la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados de la Nación, presidida por Carolina Gaillard (FPV – Entre Ríos), se elevó una nota al Ministerio en la que se solicita la continuidad del Programa.

En el texto, la Comisión de Salud solicita a Lemus que informe cuál será el destino de los 27 mil kits que tiene el Ministerio en su depósito, así como los más de 30 mil distribuidos en las 289 maternidades de todo el país. Además, los diputados piden que se informen los indicadores de mortalidad materna e infantil del año 2015, que aún no se encuentran publicados, y cuáles son las estrategias que está planificando para mejorarlos.

En diálogo con Tiempo, la diputada Gaillard destacó «la importancia dar continuidad a las políticas públicas que garantizan el acceso a los insumos necesarios para el cuidado y crianza de los niños desde su nacimiento. En especial las que tuvieron resultados positivos como el caso de Qunita, cuyo servicio de atención al cliente recibió más de 2000 llamadas sin una sola queja respecto a la supuesta inseguridad de las cunas». «