Vecinas y vecinos de diferentes barrios porteños se encuentran en estado de “alerta verde” ante el avance indiscriminado y mutilación de diferentes especies de árboles en las diferentes comunas. La semana pasado Tiempo alertó sobre la plantación de árboles artificiales en Plaza Echeverría de Villa Urquiza, hecho que provocó el repudió de la oposición en la legislatura porteña y la presentación de un Pedido de Informes por parte del Frente de Todos. Lejos de llevar calma a vecinos y vecinas de la Ciudad, el gobierno porteño continúa con la firme decisión de avanzar en la poda, extracción y mutilación del arbolado público de todo el distrito, situación que se profundizó desde que la gestión de Rodríguez Larreta asumió la administración pública.

Es recordado un hecho de 2019 ocurrido en ese barrio, donde una vecina se encadenó a un árbol para que el gobierno porteño no lo extrajera. En ese momento, el Equipo de Arbolado de la Ciudad de Buenos Aires se trasladó a la calle Salvador María del Carril al 3700, con una orden expedida por el juez Pablo C. Mántaras del juzgado N° 24, para cortar un árbol de la cuadra. Llegando al lugar se encontraron con un grupo de vecinas y vecinos decididos a impedir que realizaran la extracción con una mujer que se encadenó al tronco.

Desde entonces, hubo un avance descontrolado de extracciones en todo Devoto. Un informe realizado por la agrupación “Basta de Mutilar Nuestros Árboles”, reafirma el avance del ejecutivo local respecto a mutilaciones en los ejemplares del arbolado porteño, que se acomodan a necesidades  de emprendimientos inmobiliarios que aún no fueron aprobados. «En Villa Devoto el arbolado público viene siendo maltratado de innumerables maneras en los últimos tiempos”, afirman desde Basta de Mutilar. Devoto viene sufriendo innumerables extracciones de árboles en beneficio de las nuevas edificaciones y torres locales.

Devoto se convirtió en una «zona verde liberada» para la mutilación y extracción de árboles por parte de empresas inmobiliarias y del gobierno de CABA”, señalaron desde la organización. “Basta de Mutilar” relevó al menos cinco casos que demuestran la situación que atraviesa el arbolado público de Devoto: En Salvador María del Carril y Allende, se extrajo «un ejemplar que no tenía problemas en su contextura (…) y “meses después, esa esquina es vendida como lote para un desarrollo inmobiliario que es producto del nuevo CUR. El ‘despeje’ fue realizado de manera anticipatoria por el GCBA», detalla el informe realizado por la agrupación.

En la esquina de Nueva York y Ricardo Gutiérrez, “los árboles que ‘entorpecían’ las vistas están en terrenos de jurisdicción nacional por ser de ferrocarriles, así que fueron mutilados y quemados», asegura el relevamiento. «La nueva zonificación del barrio, ahora parte del Distrito del Vino, en conjunción con el nuevo Código Urbanístico”. Todo esto, continúa el informe, causa estragos “en el arbolado urbano de la mano de los desarrolladores inmobiliarios, constructoras y la Junta Comunal de diversas formas».

En las esquinas de Asunción y Mercedes, Benito Juárez y Nueva York, y Joaquín V. González y Francisco Solano López, también hubo extracciones y mutilaciones indiscriminadas de árboles. En el caso de Joaquín V. González Francisco Solano López, el ejecutivo porteño habilitó la demolición de una tradicional casa de dos plantas para levantar un edificio de cinco pisos de altura. En ese lugar reemplazó «los árboles existentes por otros de menor porte, la mutilación y extracción estuvo a cargo de la Comuna 11». En Benito Juárez y Nueva York, «el arbolado fue talado de manera ilegal por la constructora»; y en Asunción y Mercedes, la agrupación denunció en reiteradas oportunidades, el avance en la remoción de ejemplares históricos: «En octubre de 2019 el GCBA mutiló varios árboles de esa cuadra y los de enfrente de la obra fueron los que sufrieron las mutilaciones más severas». Ya en junio de 2021, la agrupación  indicó que «se extrajeron todos los árboles de la vereda del desarrollo inmobiliario para reemplazarlos por ejemplares nuevos, para que el arbolado público sea como el render de una obra privada». El relevamiento, además, señaló que la sustitución de los ejemplares añosos se realizó «por otros nuevos de mucho menor porte que ‘no molestan a la fachada’ (…) esta masacre fue posible por el accionar de la Junta Comunal», ya que «durante dos años los árboles fueron mutilados constantemente hasta que luego se procedió a su extracción». «El marketing nos dice que vivimos en una ciudad verde pero la realidad nos dice lo contrario», agrega.

Daños como consecuencia de la poda

“La poda produce aumento de la vulnerabilidad del ejemplar a los vientos por destrucción de su arquitectura natural y porque pierde la protección de sus congéneres, mayor susceptibilidad a plagas y enfermedades que entran por las heridas y, por ende, disminución de la expectativa de vida del ejemplar”, detalla otro documento de la agrupación, dirigido en este caso a Gabriel Borges, Presidente PRO de la Junta Comunal 12, a cargo de los barrios de Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón; a raíz de la “puesta en valor” de diferentes plazas locales. “Como referencia se puede analizar el árbol de Av. Paseo Colón y México que, fotografiado desde 2013 a 2019, muestra cómo la mutilación produce daños irreversibles y exige seguir podando como en un círculo vicioso.  La poda no vuelve al árbol más seguro sino que tiene el efecto contrario”, aclara el documento.