Todo lo que ocurre es consecuencia de la estructura social que le sirve de entorno. Por ello, si se quiere actuar con seriedad  y sin hipocresía, este trágico saldo humano no puede ser analizado desentendiéndose de, al menos, las características más elementales de las relaciones sociales vigentes.

Son ellas las que determinan la persecución penal. Por ende, las sanciones aun más inhumanas y cruentas se aplican, mayoritariamente sin condena,  sobre una multitud de personas cuya existencia ya  ni siquiera puede encuadrase en los criterios clásicos de pobreza y marginalidad.

Se exterioriza nítidamente una selectividad subproletaria. Es por eso que no puede sorprender a nadie que desde hace décadas aumente el número de encarcelados y que, en tiempos de agudización terminal de la crisis del sistema social imperante, ese horror se profundice. Por allí transita la «cuestión criminal».

Por un lado reina el repudio y se alzan las voces por el «abuso» de las prisiones preventivas  de los sospechados por la comisión de delitos en la cúspide del poder. Por el otro, se relega a un discretísimo y casi imperceptible plano, las masacres que producen las condiciones indiscutiblemente crueles, inhumanas y degradantes de detención que padecen quienes, precisamente,  son el emergente social que genera la corrupción, tanto privada como estatal.

Las personas son criminalizadas no por el delito presuntamente cometido, sino por sus caracteres personales. Esas son las causas por las que en la seccional 3º de la Comisaría de Esteban Echeverría se produjo una masacre que ha pasado prácticamente inadvertida.Mientras, entre otras cuestiones, todos  estamos en vilo por la no disputa de un partido clásico de fútbol.

Así, inevitablemente, los oprimidos sociales seguirán aumentando. Como contrapartida también inevitable, los estándares de inseguridad ciudadana seguirán agravándose. La responsabilidad social inherente a un republicano ejercicio de la jurisdicción penal, y el más elemental respeto por el dolor ajeno me impone la obligación de señalarlo.

El cambio real sólo será alcanzado en el contexto de una sociedad fraterna. Eso, justo será… «

* Presidente del Tribunal en lo Criminal Nº 5 de Lomas de Zamora. En 2011 clausuró la comisaría de Transradio y más tarde denegó dos pedidos de reapertura.