Los refranes y los dichos sobre el clima deben ser tan viejos como la humanidad y cada región del planeta debe tener los suyos. ¿Qué hay de cierto en ellos? A 150 años de su creación, el Servicio Meteorológico Nacional propuso el conversatorio abierto a toda la comunidad llamado “Con vos en el tiempo”, cuya primera edición buscó responder ese tipo de interrogantes.

El encuentro denominado “Mitos y Creencias: lo que siempre quisiste saber sobre el tiempo y el clima” se llevó adelante el jueves por la plataforma YouTube y fue encabezado por la titular del organismo, Celeste Saulo, y moderado por Daniel Roggiano.

“Es un espacio distendido, para divertirse, aprender, compartir y sacarse dudas de toda la vida”, expresó Saulo, quien fue la encargada de presentar a los tres expertos del organismo que participaron de la charla: Cecilia Villegas, Marcelo Ceballos y Cindy Fernández.

“Vientos del este, lluvia como peste”

Cecilia Villegas, meteoróloga y pronosticadora, se adelantó en dar una respuesta: “Creo que es el primer mito que entendí. Hay algo de cierto en esto. Me gusta mucho ejemplificar con nuestro país. Tenemos hacia al oeste una cordillera enorme, hermosa y desde el centro hacia el este, un área oceánica y además el Río de La Plata mucha agua”.

“Este viento trae consigo las condiciones para aportar humedad al territorio, una herramienta más que necesita la atmósfera para las precipitaciones. Cuando ese viento se combina con cierta inestabilidad que puede haber en otros lugares de la atmósfera, pueden gatillar nubes y empiezan a precipitar”, añadió la especialista, quien se preguntó: “¿Alcanza solo el viento? No, pero aporta condiciones para que así sea”. No es mito.

Foto: Telam

“Norte duro, pampero seguro”

En este caso, quien se apuró por aclarar el asunto fue Cindy Fernández, que le dedicó la respuesta a su cuñado: “siempre me molesta con este dicho. Todo esto se basa en la observación de la gente que nota cierto patrón y vaticina qué es lo que puede llegar a ocurrir. Norte duro sería un viento persistente del norte, y después vendría el pampero, el viento del sur rafagoso, que es frío y desciende bastante la temperatura”.

“Es la situación clásica y típica que ocurre sobre todo en la zona central de Argentina, cuando pasan los frentes fríos. Antes de esto, solemos tener un viento muy persistente del norte. Una vez que ocurre esto, rota el viento y en este caso el pampero viene del sector sur y se produce un descenso de temperaturas”, completó la vocera del SMN. No es mito.

“Norte claro, sur oscuro; aguacero seguro”

“Está relacionado con el mismo factor porque el frente frío, además de originar un descenso de la temperatura y una rotación del sector viento sur, también si están dadas las condiciones de humedad suficientes suele generar precipitaciones”, añadió Fernández, quien además es columnista de la Liga de la Ciencia. No es mito.

Foto: Telam

“Cielo empedrado, piso mojado” o “lluvia de verano”

“En nuestra región suele pasar que ese cielo empedrado se vea con el ingreso nubes medias, entre 2700 y 3000 metros de altura, que nos están anticipando el ingreso de aire caliente y genera que en las próximas 24 a 72 horas empiezan a desmejorar las condiciones meteorológicas”, puntualizó el meteorólogo Marcelo Ceballos.

El especialista, que trabaja desde la oficina del SMN en el aeropuerto de Resistencia, Chaco, advirtió que esto puede pasar también en “las nubes altas que indican inestabilidad, que están a 6000 metros en promedio”. No es mito.

“Burbujas en los charcos, lluvia para rato”

Villegas reconoció que no hizo la estadística pero contó: “Los líquidos a menor temperatura tienen mayor capacidad de absorber gases como oxígeno, nitrógeno, etc. Cuando vemos gotas de agua que tienen mucho desarrollo, desde el cielo hasta el piso, y viene con mucho frío pero que va agarrando estos gases como oxigeno y nitrógeno. Esa gota fría con sus gases impacta contra el suelo y el charco le dice, acá estamos más cálidos, chau gases”.

“Pero si entendemos que esa gota nos trae información de arriba, que está frío. Por eso, en este mito creo que hay gran parte de verdad”, concluyó la experta. No es mito.

De todas maneras, no todos los mitos fueron «certificados» como tales, ya que por ejemplo algunos refranes atravesaron montañas y océanos de otras latitudes que no se correspondían con estos suelos. Más allá de esto, la idea del organismo se cumplió al pie de la letra: poder explicar, en la teoría y en la práctica, los fenómenos meteorológicos convertidos en las leyendas populares.